jueves. 25.04.2024

Un euro

NUEVATRIBUNA.ES - 10.6.2010...Acuciado por las deudas, puso en marcha una serie de medidas desesperadas para restablecer las fianzas imperiales, entre las que destaca pedir dinero a la plebe…’Y en este punto, la fuerte lluvia acompañada de un intenso tronar, hizo que abandonara la lectura de la semblanza de Calígula, que recoge Wikipedia.
NUEVATRIBUNA.ES - 10.6.2010

...Acuciado por las deudas, puso en marcha una serie de medidas desesperadas para restablecer las fianzas imperiales, entre las que destaca pedir dinero a la plebe…’

Y en este punto, la fuerte lluvia acompañada de un intenso tronar, hizo que abandonara la lectura de la semblanza de Calígula, que recoge Wikipedia.

Aprovecho la desconcentración para revisar mis correos y, de entre ellos, ojear el resumen de noticias que me envía nuevatribuna.: ‘Andalucía sube el IRPF a las rentas más altas…y Extremadura también’. Pienso: parece que todos se van uniendo al carro del que tiran los bueyes. Gran relámpago que inunda de luz mi refugio nocturno. El retorno de la fugaz ceguera provocada por el brillante rayo me trae una decisión: ‘hay que ahorrar’. Y adquiero desde ese momento el compromiso de hacerlo desde el siguiente día, o mejor dicho desde hoy, puesto que hace unas horas ha comenzado. Modelo la decisión: Nada de Bancos ni Cajas para depositar mis ahorros. En casa, en una hucha. Y minimizando el riesgo para casos de robo: un euro al día. Eso sí, detraído de un gasto habitual diario: café, periódico, caña, transporte…También tomo la decisión de hacer público este modo de ahorro y calculo: ‘si dos millones y medio de funcionarios detraen a diario de su gasto habitual un euro y lo guardan en una hucha en su casa, al cabo del mes son…y al cabo de un año…y si se animan algunos miles más…’. Claro que todo ahorro tiene un límite, un objetivo, o lo que es lo mismo, llega un momento que hay que romper la hucha para disfrutar de su contenido...En estas que me adentro en una somnolencia de la que me saca un ¡eureka!: ‘Abriré la hucha y me gastaré todo su contenido el día en que se descongelen las pensiones’.

Retorno a mi Calígula: ‘...fue asesinado por los ejecutores de una conspiración integrada por pretorianos y senadores, y liderados por su Prefectus…’

Y, con la sonrisa beatífica que adivinaba en mis labios, me quedé dormido.

Un euro
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