viernes. 29.03.2024

Razones para seguir atendiendo a los inmigrantes

Estamos viviendo un momento bastante grave de desintegración de la sanidad pública en nuestro país. El Gobierno del PP ha decidido utilizar al grupo de inmigrantes irregulares como chivo expiatorio, excluyéndoles de la atención sanitaria en un primer paso de segmentación del sistema sanitario en España.

Estamos viviendo un momento bastante grave de desintegración de la sanidad pública en nuestro país. El Gobierno del PP ha decidido utilizar al grupo de inmigrantes irregulares como chivo expiatorio, excluyéndoles de la atención sanitaria en un primer paso de segmentación del sistema sanitario en España. Esta iniciativa no tiene justificación, a continuación se exponen algunas de las razones por las que se debe de seguir atendiendo a la población inmigrante cualesquiera que sea su situación legal en nuestro país:

Razones humanitarias

Se trata de personas que tienen los mismos derechos que las demás, reconocidos por la Declaración de Derechos Humanos y cuya atención sanitaria es recomendada por todos los organismos internacionales (ONU, OMS, etc). Una aplicación a rajatabla de esta exclusión producirá muertes y graves problemas de salud. Resulta paradójico el interés del PP por proteger los supuestos derechos de los embriones, incluso de los no viables, y su desinterés por la vida y la salud de las personas reales.

Razones de justicia

Aunque parezcan desconocerlo, y dada su nivel de ignorancia e incompetencia es probable que en mas de un caso sea así, desde el Pacto de Toledo (1995), la financiación de la Sanidad no depende de la Seguridad Social, sino de los impuestos. A partir de los acuerdos de financiación de las comunidades autónomas de 2001 y 2009 la financiación sanitaria se hace básicamente a partir de impuestos sobre el consumo (IVA, impuestos sobre hidrocarburos, alcohol, tabaco, etc), de esta manera cualquier persona que consuma en nuestro país (una barra de pan, un café, un refresco, utilizar el metro o el autobús, etc) esta financiando la Sanidad, es decir los inmigrantes irregulares están financiando la Sanidad Pública y es una evidente injusticia que se les excluya de un servicio que están pagando.

Razones de organización de los servicios sanitarios

Dejar la atención sanitaria en manos de las urgencias (hospitalarias y de atención primaria) es un despropósito desde el punto de vista del funcionamiento del sistema sanitario, fundamentalmente porque se producirá una saturación mayor de un dispositivo asistencial ya de por si saturado, luego porque las urgencias están pensadas para la atención de patologías graves y agudas y su uso sistemático para otras demandas sanitarias es disfuncional.

Razones de salud pública

La atención sanitaria de enfermedades infectocontagiosas (detección, diagnóstico y tratamiento) es una prioridad para prevenir brotes epidémicos y una diseminación de estas enfermedades. La presencia en una colectividad de personas con estas enfermedades que no han sido detectadas y que no se tratan es un riesgo para el conjunto de la población. Las respuestas que se han dado al respecto (por ejemplo las instrucciones de la Comunidad de Madrid que dicen que se atenderán los enfermos diagnosticados de estas enfermedades) parecen desconocer el funcionamiento del sistema sanitario y que la mejor forma de hacerlo es garantizar su acceso a la atención sanitaria normalizada. El limitar su acceso a las urgencias tiene muchas limitaciones al respecto, por los medios diagnósticos que se utilizan, por la presión asistencial y el diseño del dispositivo y también porque no son las urgencias el mejor lugar para que estén este tipo de enfermos con los riesgos que conlleva. Presumiblemente el diagnostico se retrasara y los riesgos poblacionales se incrementaran.

Razones económicas

La utilización inapropiada de las urgencias y el retraso en el diagnostico producirán inevitablemente un retraso en la atención y que esta se lleve a cabo cuando los procesos estén mas evolucionados y su tratamiento sea mas complicado y mas costoso. La ocurrencia de facturar la atención a unos países que no tienen convenios con España puede entrar en alguna antología de humor macabro, se puede asegurar que ninguno pagara y solo se aumentaran los costes burocráticos para realizar la facturación.

Una última cuestión: los inmigrantes no suponen una carga importante de los servicios sanitarios

A pesar de la demagogia xenófoba del gobierno del PP, existen muchos estudios que demuestran que la población inmigrante no supone una carga importante de los servicios de salud. Estudios realizados al menos en Madrid (ciudad), Aragón, Cataluña y Andalucía, señalan que los inmigrantes utilizan menos los servicios sanitarios (Los nacidos en el Estado español gastan una media de 236 euros al año en medicinas frente a 81 euros de las personas inmigradas. Las personas inmigradas van 4,2 veces al médico al año frente a las 6,7 de los nacidos en el Estado Español. El gasto sanitario de los inmigrantes supone el 0,8% del gasto total, aunque lógicamente depende de las comunidades autónomas, en cualquier caso muy por debajo de su peso poblacional. Obviamente se trata de personas mayoritariamente jóvenes y sanas, que por lo tanto necesitan utilizar poco los servicios sanitarios.

Los inmigrantes irregulares no se conoce bien si se separan o no del grupo general de inmigrantes porque son difíciles de localizar. En todo caso la experiencia profesional señala que es un grupo que procura no acudir mucho al sistema sanitario porque temen que sirva para identificarlos y expulsarlos.

Todos estos motivos hacen patente que se trata de una medida injusta, desastrosa desde el punto de vista sanitario, humanitario y moral. Todos deberíamos de estar orgullosos de que un amplio colectivo de profesionales de la salud rechace este atropello y no quiera ser cómplice con sus responsables.

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