viernes. 19.04.2024

Paco Frutos Gras, gran luchador, gran comunista y gran persona

Alfredo Clemente | Quiero defender su integridad, la firmeza de sus convicciones, su sentido de pertenencia a la clase obrera, su internacionalismo y su sensibilidad hacia el sufrimiento de los más desfavorecidos, fueran de donde fueran

Paco murió de cáncer de pulmón el 26 de julio. Como no quería ni siquiera saber qué tipo de cáncer era, no me lo esperaba y ha sido un golpe muy duro. No quería saber, quizás, porque hacía poco murió del mismo Carmen Bertrán, la madre de mi hija.

Este recuerdo me lleva a finales de octubre del 73 cuando nos detuvieron a los 113 de la Asamblea de Cataluña en la parroquia de Santa María Mediadora (la cita en nombre de Comisiones Obreras la tenía yo y le hice una previa junto a la Modelo). Las familias se movilizaron y allí compartieron acción, solidaridad y conocimiento por parte de Paco, su mujer, Ana, y mi tío Alfredo Conte, y Carmen por mi parte.

Nosotros compartimos el mismo compromiso, y también celda (junto con un joven obrero detenido en la huelga de la Térmica), lo que significa dormir en la misma camilla, ser picados por las mismas chinches y cagar en el mismo inodoro, con nula intimidad. Éramos los dos representantes de la Comissió Obrera Nacional de Catalunya (CONC) en aquella reunión y tuvimos multas similares; la de él de 50.000 pesetas, ‘merecida’ por sus mayores antecedentes de lucha. Fue de los últimos en salir. Los obreros, en general, fueron, fuimos, los más ‘puteados’.

Creíamos en la unidad de las fuerzas democráticas en Catalunya y en los cuatro puntos de la Asamblea buena. Asamblea a la que vinculamos el movimiento obrero realmente existente, el de Comisiones Obreras. Tan convencidos estábamos que recuerdo mi primera manifestación, a los 17 años, donde estaba la estatua de Don Rafael Casanovas. Los que acudimos, militantes de CCOO, del PSUC básicamente, no sabíamos ni quién era ese señor, ni qué historietas mitificadas sobre el 1714 deberíamos tragar posteriormente, pero sí teníamos claro que libertad frente dictadura quería decir también recuperar el Estatut d’Autonomía y reconocer los derechos sindicales, sociales y todos los políticos.

Poca gente sabe que Paco jugó un papel primordial en el mantenimiento de la Asamblea entre esta caída y la posterior convocatoria del Plenario, en Sabadell, donde, por cierto, hubo otra caída (78) de la que Cipriano, José Luis y un servidor huimos de Sabadell en taxi y Renfe. Era un núcleo muy pequeño y súper clandestino y él, pilar fundamental.

Con Paco Frutos nos debíamos conocer hacia el año 1971, en las primeras reuniones amplias de la CONC. Y supe, no por él, que no le gustaba presumir, sino por otros compañeros, de su labor en la SAFA. (Maxi Antequera me recordaba el otro día cómo contactó con él hacia el año 65 para impulsar las CCOO en el Maresme).

A la salida de la prisión, al cabo de un tiempo fue Paco quien me convocó misteriosamente para que ingresara al PSUC (hasta entonces militaba en el MSC del Reventós, Obiols y otros: los músicos de la hoz y martillo). El encuentro duró un minuto antes de responderle que, evidentemente, sí. En la banca, en la local de Barcelona, ​​ya me consideraban así, militante del PSUC.

Muchas luchas y muchos sueños compartidos, mucha militancia y mucho aprendizaje común de gente curtida y sabia por su acción precedente a la fundación de CCOO y del Partido.

Resultó que, en la legalización y estructuración de CCOO, él fue Secretario de Organización de la CONC y yo de la USCOB. Mucho trabajo, abrumador por la avalancha de afiliaciones y la constitución de sindicatos locales, comarcales, federaciones, uniones locales, comarcales, secciones sindicales en las grandes empresas, primeras elecciones sindicales, primeros congresos confederales. Y mientras, la militancia en el Partido, la salida a la luz, las primeras entregas de carnés, las primeras elecciones, el IV Congreso…

Sí, y el Quinto Congreso. Un punto y aparte. Una batalla de ideas finalizada en un drama irrecuperable (hasta hoy). Él, que fue elegido secretario general a raíz de una propuesta del gran Solé Barberà, tuvo que lidiar un toro desbocado atizado por Santiago Carrillo y las multi conspiraciones de banderas, gutistas, y nosotros, los entonces llamados afganos o prosoviéticos. Nació el PCC y en las siguientes elecciones, las del 82, terminamos tragados por la ola felipista. Unos bajo las aguas, sin llegar a ninguna orilla ni tronco, y los otros con un resultado penoso: un diputado en la arena después del naufragio. Muchas veces he recordado que me llamó antes del Comité Central de las expulsiones para hacer un último intento que yo no podía atender ni representar.

En CCOO fuimos capaces de evitar la ruptura, a pesar de las tensiones y maniobras. Un buen grueso de los militantes del movimiento obrero estábamos con el Quinto Congreso que se manifestó no eurocomunista. Como decíamos entonces, «comunista y punto».

La creación de IU y la posterior y no muy bien parida de IC crearon marcos diferentes para recuperar espacios comunes y nuevas unidades que culminaron con la unidad de la mayoría del PCPE dentro del PCE y de la minoría del PCC de nuevo al PSUC.

A todo esto, Paco ya estaba en Madrid trabajando para el PCE. Tuvieron que pasar años para que llegara a Secretario General. Siempre me pareció un dirigente con criterio, capacidad de análisis y de escuchar, a pesar de su sordera de la oreja derecha, en aumento, no le ayudara en las formas y le provocara incomodidades en la distancia corta. Y, sobre todo, con unas raíces hundidas profundamente en el movimiento obrero y el internacionalismo que la ayudaba considerablemente a articular un discurso por la acción, claro, combativo, organizativo y con los pies en el suelo. Análisis concreto de la situación concreta, objetivos, organización y acción. Partido trabajando en IU como frente sobre todo electoral.

Quisiera señalar también su papel en los tiempos de la ruptura de ICV con IU. Junto a Julio Anguita fueron determinantes para que estuviera claro que había que crear un referente en Catalunya tanto como era necesario recuperar el PSUC congelado por Rafael Ribó. Estuvieron firmes y determinados. Las resistencias básicamente se dieron dentro de los componentes del núcleo que impulsa EUiA, en particular de los sectores del PCC que querían el sí pero no tanto marcando ciertas distancias, acomplejados ya entonces por el soberanismo interior y exterior.

Algunos defendimos que recibiera el nombre de Esquerra Unida/ Izquierda Unida. Los silbidos y abucheos los recibió Julio en solitario, pero a Paco le pitaban, más que nunca, las orejas el día de la Asamblea constituyente de EUiA. Su papel después del Quinto Congreso no fue perdonado, lo que le impidió, a veces, trabajar con más contundencia en su época de secretario. Claro que no se puede olvidar tampoco que dentro del PCE había sectores abiertamente o solapadamente favorables al PCC. Hoy, Comunistas de Catalunya de Joan Josep Nuet, diputado de ERC, aliado de todo tipo de soberanismos, partícipe, en segunda fila, si se desea, del nefasto Procés.

Para ir terminando, quiero situar en sus justos términos la posición de Paco Frutos respecto a la cuestión catalana o, mejor dicho, frente al nacionalismo catalán, así como de la llamada ruptura con el régimen del 78. Para mí tenía básicamente razón en lo que defendía sin complejos ni medias tintas.

Me encantó que su pensamiento quedara patente en el acto de homenaje a los luchadores del PSUC, particularmente a los que conformaron la primera lista municipal en las elecciones locales del 79 y, a la vez en el acto de entrega de carnés de la Agrupación del PSUC de Sant Sadurní d’Anoia, en diciembre de 2016, menos de un año antes de las escalofriantes jornadas del Parlamento de Cataluña con aquellas nefastas resoluciones y del Referéndum del 1 de octubre. Y también poco antes de su intervención en la manifestación masiva contra el secesionismo en Barcelona, ​​donde habló como un comunista de pies a cabeza en nombre de la izquierda plural no nacionalista y, por cierto, en catalán.

Quiero defender su integridad, la firmeza de sus convicciones, su sentido pertenencia a la clase obrera, su internacionalismo y su sensibilidad hacia el sufrimiento de los más desfavorecidos, fueran de donde fueran. No quería, con razón, que se desmenuzara la fuerza de la unidad de los trabajadores, sus ideales y sus luchas de las que el nacionalismo es contrario y enemigo.

Defender tu trayectoria insobornable es un compromiso de camaradería y justicia que, personalmente tengo contigo y que haré siempre.

En su recuerdo os dejo tres recortes escritos por él.

Autoretrat de Paco Frutos

Nací en Calella (Barcelona) un 25 de enero de 1939, en el seno de familia campesina. Trabajé en el campo hasta los 25 años, después como obrero metalúrgico, auxiliar de laboratorio, estampados textiles, representante etc. Entré en el PSUC en el año 1963.

De su perfil en su blog

PARA CONTINUAR HACIENDO
LO QUE DEJAMOS PENDIENTE
Y PENSAR E IMPULSAR NUEVAS
TAREAS, CREACIONES, AFECTOS.

De un poema su Una imagen inédita nos asalta, publicado en su blog el 27 de abril de este año

QUE EL VERANO RECIÉN LLEGADO SEA MAS PROPICIO A TODOS LOS BUENOS PROPÓSITOS COLECTIVOS QUE ANIDAN EN LA SOCIEDAD Y MEJOREN EL PENSAMIENTO, EL COMPROMISO Y LA ACCIÓN, PARA DAR TODO EL CAMBIO POSIBLE.

De su Facebook, el 21 de junio (en los tiempos de la Covid)

Alfredo Clemente Conte | Artículo publicado en Catalunya Plural con licencia Creative Commons

Paco Frutos Gras, gran luchador, gran comunista y gran persona