martes. 23.04.2024

Nos vemos en los bares

Cumplida ya una etapa de lanzamiento de Nueva Tribuna, ha llegado el momento de decir adiós a una aventura que, por encima de otras consideraciones, me ha resultado apasionante. Quisimos hacer un periódico fundamentalmente honesto. Creo, sinceramente, que lo hemos conseguido dentro de las limitaciones lógicas de una nueva empresa.Llega el momento de dejar en otras manos y en otros gestores la realización diaria de este reflejo de la realidad que es un diario.
Cumplida ya una etapa de lanzamiento de Nueva Tribuna, ha llegado el momento de decir adiós a una aventura que, por encima de otras consideraciones, me ha resultado apasionante. Quisimos hacer un periódico fundamentalmente honesto. Creo, sinceramente, que lo hemos conseguido dentro de las limitaciones lógicas de una nueva empresa.

Llega el momento de dejar en otras manos y en otros gestores la realización diaria de este reflejo de la realidad que es un diario. Pienso que hemos realizado, con la ayuda de un equipo escaso, pero entusiasta y profesional, un producto que ha competido dignamente con otros medios.

Estas páginas del cuaderno del director dicen, pues, adiós con la amargura inevitable de las despedidas y con la satisfacción de haber cubierto una etapa de manera honrada y profesional.

Los periodistas, lo he dicho en varias ocasiones, tenemos nuestra propia historia escrita. Aquí, en estos cuadernos queda la mía. No pretendo que se comparta, sí quiero que quede como reflejo de lo que hemos pretendido hacer.

No hemos sido complacientes ni con el poder, ni con la oposición. Hemos escrito desde el corazón y con la convicción de que estábamos contribuyendo, muy modestamente, a consolidar un modelo de relaciones humanas basado en el respeto. Y tengo que decir que hasta ahora lo he �lo hemos- hecho desde la libertad, sin que los editores me hayan impuesto jamás sus ideas, por más que en ocasiones no coincidiéramos y hubiera lugar a matizaciones que diferenciaban el pensamiento de cada uno.

Déjenme que, hoy, en esta tarde que, querámoslo o no, siempre es triste, haga un homenaje a quienes han puesto toda su ilusión en hacer este producto. Tanto los redactores como los colaboradores que, animosa y lealmente, han hecho que este diario haya logrado su actual difusión, han puesto, por encima de todo, trozos de su alma, para lograr que estas páginas recogieran la pluralidad de la sociedad.

No es una frase hecha asegurar que sin ellos todo este esfuerzo, todo este puñado de informaciones, nunca hubiera sido posible. Han suplido sobradamente su falta de medios con un entusiasmo digno de tener en cuenta y que quiero creer los lectores habrán sabido apreciar.

Nada se termina. Y hoy estas líneas son un punto y seguido. Deben serlo. Confío -y sé- que Nueva Tribuna seguirá teniendo el espíritu con el que nació. Ser lugar de encuentro para ideas, para opiniones, para distintas formas y actitudes de ver la realidad.

No quiero ni debo decir más. A mis amigos, decirles como en la canción aquello de “nos vemos en los bares”. A quienes no lo son, recordarles que la vida es un instante con muchas ocasiones de encontrarnos

Nos vemos en los bares
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