jueves. 28.03.2024

No es cierto, no son políticas de austeridad, son de derechas

La actual crisis económica es la excusa que utiliza la derecha neoliberal, hegemónica en la UE, para imponer sus concepciones ideológicas económicas y sociales, las cuales esconden bajo la excusa de su inevitabilidad, a partir de la tergiversación de conceptos como Austeridad. Cuando popularmente se dice "Esto no es una crisis, es una estafa", se está definiendo de forma clara la realidad de lo que está pasando.

La actual crisis económica es la excusa que utiliza la derecha neoliberal, hegemónica en la UE, para imponer sus concepciones ideológicas económicas y sociales, las cuales esconden bajo la excusa de su inevitabilidad, a partir de la tergiversación de conceptos como Austeridad.

Cuando popularmente se dice "Esto no es una crisis, es una estafa", se está definiendo de forma clara la realidad de lo que está pasando. Nadie pone en duda la existencia de la crisis, lo que se pone en cuestión son las razones y el hecho de que sólo hay una salida posible.

La razón de la crisis no es la que nos pretenden hacer creer. Nos dicen que la culpa es debida a que todos hemos estado viviendo por encima de nuestras posibilidades y que ahora se hacen necesarios ajustes por parte de todos y que todos debemos aportar de nuestra parte. Pero muchos ya sabemos que ha sido fruto de la especulación sin reglas y del estallido de esta burbuja especulativa. Y ahora se quiere que lo culpa de unos pocos que se beneficiaron de la especulación la pagemos todos, en resumen beneficios privados y deudas socializadas.

La política que las derechas, tanto europeas, como españolas o catalanas, nos plantean es la de los recortes del estado del bienestar. Y lo hacen tergiversando los conceptos del lenguaje, al derribo del estado del bienestar se le llama falsamente "políticas de austeridad", cuando lo que se trata es de imponer mediante recortes continuados un suicidio social.

En esta crisis se está librando una verdadera batalla ideológica, incluso pervirtiendo conceptos. Como dice el magnate Warren Buffet "Esto es lucha de clases, y de momento la ganamos nosotros". Y una de las formas de esta lucha pasa por utilizar de forma perversa conceptos que no son lo que quieren que se entienda popularmente.

La izquierda y la gente de progreso debe ser ideológicamente partidaria de la austeridad. Durante mucho tiempo, sólo hay que leer a Berlinguer, la austeridad ha sido una de las bases para combatir los excesos y el despilfarro de recursos derivados de la sociedad de consumo fruto del modelo capitalista de producción.

Una sociedad austera es una sociedad que potencia los bienes comunes, los bienes y servicios públicos y la lucha contra los excesos. Una sociedad que vive en austeridad no es sinónimo de sociedad pobre sino de una sociedad con menos diferencias sociales, sin miserias ni opulencias. La austeridad defendida históricamente por la izquierda no recorta el estado social del bienestar, al contrario lo potencia, al tiempo que lucha contra el exceso. Y eso no es lo que dice la derecha cuando habla de austeridad. La derecha vende los recortes como sinónimo de austeridad. ¡Y esto es falso!

Una sociedad justa, y porque no austera, precisa de una fiscalidad más justa, progresiva y redistributiva. Nos preguntamos en la actual "falsa austeridad": ¿Cuánto pagará Amancio Ortega de Inditex por los 12 mil millones de euros ganados en 2012? ¿O es que no paga?

Los recortes y las políticas de las falsas reformas estructurales, la falsa austeridad que plantean las derechas nos pide sacrificios a todos, pero lo cierto es que los ricos multiplican sus beneficios y no participan del sacrificio del conjunto de la ciudadanía. Los bienes de lujo continúan incrementando sus ventas. En el año 2012 los salarios han bajado su peso en un 5% mientras los beneficios empresariales han subido el 2%.

El concepto de austeridad, que es lo que la izquierda siempre ha defendido, significa eliminar lo superfluo, sobrante. El austericidio que plantea la derecha es recortar los bienes necesarios y básicos de la gente. No es austeridad recortar los derechos sociales y laborales, incrementar de forma abusiva el número de parados, eliminar los gastos en protección social, recortar la educación y la sanidad pública y los servicios sociales mínimos. Esto es recortar las necesidades básicas y es incrementar la explotación social cuando al mismo tiempo se multiplican las privatizaciones de los bienes públicos en beneficio de ciertos intereses privados que se lucran sin que aporten ni racionalidad ni mejor gestión, sino únicamente incremento de los beneficios privados de unos pocos.

Lo que hacen las políticas ideológicas de la derecha con la crisis, la verdadera estafa que están haciendo, es romper la cohesión social y provocar una mayor diferenciación entre una minoría cada vez más rica y omnipotente y una mayoría que ha perdido en gran medida su poder adquisitivo y su confort social. Esto como decía el "viejo Marx" no es más que aprovechar la crisis creada por el capital para incrementar la explotación capitalista mediante la creación de un ejército de reserva laboral que ayude a hacer caer los salarios directos, diferidos y sociales y garantizar un desigual reparto de los beneficios. Todo esto no tiene nada que ver con una verdadera AUSTERIDAD que en realidad sería una forma de potenciar una sociedad más justa, más igualitaria y más libre, a la vez que menos depredadora del entorno natural.

Lo que nos debe hacer reflexionar es el hecho de que la derecha se haya apropiado de un concepto propio de la izquierda y lo tergiverse utilizandolo en sentido contrario de lo que quiere decir. Eso es nada menos que un efecto de la hegemonía que la derecha tiene en estos momentos dentro de la UE. Y también de la retirada de las izquierdas de sus posiciones, desde la caída del muro de Berlín. Es fruto de la incapacidad y dejadez de la izquierda socialdemócrata mayoritaria que hace unas décadas asumió, por un supuesto pragmatismo, el discurso de la derecha y hoy se encuentra carente de discurso alternativo creíble. Y también es fruto del discurso dogmático, sectario y anticuado que defendió durante mucho tiempo una gran parte de lo que podríamos llamar la izquierda alternativa o radical. El contraste es ver como posiciones correctas defendidas en los finales de los 60 o principios del 70 por PCI, son hoy vanguardistas. Esto evidencia el grave retroceso en la hegemonía social por parte de las izquierdas. Sin embargo la aparición de fenómenos como SYRIZA en Grecia o la reactivación del sindicalismo en el ámbito europeo nos pueden dar esperanzas de un futuro alternativo todavía muy embrionario. Pero la lucha por la hegemonía debe ser planteada en el ámbito de la Unión Europea porque sino no será realizable. Hoy no es posible plantearse una alternativa viable a largo plazo en un ámbito únicamente de un estado. Para hacer frente a la dictadura de los mercados y sus agentes políticos de la derecha hay que establecer alianzas intraeuropeas para hacer cambiar la actual UE. Deberá obrarse como establece el dicho "pensar globalmente y actuar localmente".

No es cierto, no son políticas de austeridad, son de derechas
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