jueves. 28.03.2024

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NUEVATRIBUNA.ES - 1.3.2010Hubo un tiempo, no tan lejano, en que los tres Madriles, la autonomía, la capital y la periferia, estaban gobernados por la izquierda aglutinada en dos partidos. PSOE y PCE.

NUEVATRIBUNA.ES - 1.3.2010

Hubo un tiempo, no tan lejano, en que los tres Madriles, la autonomía, la capital y la periferia, estaban gobernados por la izquierda aglutinada en dos partidos. PSOE y PCE.

El Madrid industrial y combativo de los últimos años del franquismo, consiguió en las primeras elecciones poner en marcha Ayuntamientos democráticos dirigidos por jóvenes e ilusionados alcaldes y concejales recién salidos de las Universidades, las fábricas y las Asociaciones de Vecinos.

Los acuerdos en el ámbito de la izquierda, al margen de desavenencias puntuales, llevaron a personalidades como Enrique Tierno y Juan Barranco al Ayuntamiento de Madrid y a Joaquín Leguina a la Comunidad de Madrid.

Después y como consecuencia de errores propios y aciertos ajenos, traiciones y desencantos, la derecha política unificada en el Partido Popular, empezó a gobernar en la capital, después en la Comunidad y por último en importantes municipios de la periferia.

Como si de una maldición se tratase, se ha ido instalando la convicción en la mente de muchas personas progresistas, que la derecha ha llegado para quedarse eternamente. Incluso se ha llegado a teorizar en algunos ámbitos del marketing político y de estrategas electorales, que es mejor un Madrid gobernado por la derecha ya que eso es beneficioso para la izquierda en las comunidades autónomas más alejadas del Centro. “Por cada voto que pierde la izquierda en Madrid, se ganan dos fuera” se ha llegado a argumentar con total desparpajo.

Esta visión condena a Madrid a sufrir el gobierno de personajes patéticos, de una derecha rancia y conservadora, enfrentada a muerte entre ella, que sabe fingir y darse besos y abrazos cuando se acerca la contienda electoral.

Y sin embargo las cosas se mueven y es imprescindible que se activen mucho más para desalojar del poder a unos señores y señoras que en lo fundamental comparten el mismo planteamiento “Hay que entregar el Sector Público a las empresas privadas porque estas gestionan mejor”. “El sector público es ineficiente y hay que ir adelgazándolo para que el sector privado asuma su gestión”.

Para ello aceleran los procesos de privatización de la Sanidad, la Enseñanza y la Dependencia Social.

Las empresas estrellas de la Comunidad, El Canal de Isabel II, y el Metro de Madrid, no tardarán mucho tiempo en activar procesos de salida a Bolsa, encaminados a su privatización.

Si la izquierda madrileña aparece unida en el discurso, aunque cada una presente su propia opción electoral, con el mensaje tradicional de defensa de lo público, marcando de forma rotunda y clara las diferencias políticas con la derecha, hay posibilidades reales de evitar que una parte importante de los votantes madrileños que quieren desalojar al PP de la Comunidad y los Ayuntamientos, se alejen de las urnas y no acudan a votar.

Surge siempre la duda sobre si es mejor que la izquierda presente una sola candidatura como hace la derecha aglutinada en el PP, pero la realidad está por encima de disquisiciones bien intencionadas y el hecho objetivo y real es que tanto PSOE-PSM como Izquierda Unidad Comunidad de Madrid tienen muy claro, por múltiples razones, que se van a presentar cada uno por su lado.

Madrid se ha perdido cuando una parte decisiva del electorado de izquierdas se ha quedado en su casa y es una realidad que a muchos votantes del PSOE les costaría votar a una candidatura de IU, y viceversa.

Hay posibilidades reales de conseguir que la mayoría social progresista que dio la victoria al tándem Rafael Simancas(PSOE-PSM)- Fausto Fernández(IUCM), en el año 2003, vuelva a repetirse, siempre y cuando se pongan unas bases sólidas para ello.

El discurso de Tomás Gómez el pasado 19 de febrero en el Hotel Palace apunta en ese camino y hará bien el PSOE-PSM en consolidar esa línea de pensamiento en la preparación de su Programa Electoral para las autonómicas y Municipales del año que viene.

El método para elaborar dicho Programa, dando participación al máximo de sectores sociales y representantes de la sociedad posibles y la configuración de unas candidaturas atractivas, abiertas y no interiorizadas, ayudarán igualmente a activar de forma decisiva el voto de la izquierda.

Queda mucho trabajo, pero hay tiempo por delante si hay voluntad, ideas claras y objetivos precisos.

Juan José Azcona Olóndriz - Economista.



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