martes. 23.04.2024

Lissavetzky: cómo gestionar la capital sin arruinarnos en el intento.

nuevatribuna.es | 05.12.2010Cuando se van a cumplir los 25 años del fallecimiento de Madrid, para los socialistas se convierte en deber, en compromiso cívico, recuperar el Gobierno Municipal de la capital. Los ciudadanos merecen algo mejor que un Alcalde como Gallardón, que poco cree en la política municipal y la devalúa al usarla como trampolín para ascender dentro de su partido.

nuevatribuna.es | 05.12.2010

Cuando se van a cumplir los 25 años del fallecimiento de Madrid, para los socialistas se convierte en deber, en compromiso cívico, recuperar el Gobierno Municipal de la capital. Los ciudadanos merecen algo mejor que un Alcalde como Gallardón, que poco cree en la política municipal y la devalúa al usarla como trampolín para ascender dentro de su partido. Madrid no puede asumir los macroproyectos de Gallardón, que ha disparado la deuda hasta representar el 25% de la deuda total de los ayuntamientos a nivel nacional. A día de hoy, Gallardón es un político agotado, como lo es su proyecto.

Durante el periodo de Gobierno Municipal se viene produciendo un divorcio entre la gestión municipal y la ciudadanía. Cada vez los ciudadanos se interesan menos, y en ello tiene mucho que ver la política de Gallardón y de anteriores Gobiernos municipales del Partido Popular. No han logrado dotar a las Juntas de Distrito de facultades, cuando son estas precisamente las más cercanas al ciudadano y en las cuales debiera tener una participación más directa. Al margen del poco respaldo al movimiento asociativo, en los últimos meses se están fijando los horarios de Plenos de ayuntamiento y de distritos por las mañanas, justo en el horario en el cual más difícil les es asistir a los ciudadanos y a muchos de los vocales vecinos adscritos a los Grupos Municipales socialistas y de Izquierda Unida, ya que coincide con sus horarios de trabajo. Este problema afecta poco o nada a los vocales del Partido Popular, ya que muchos de ellos son cargos de confianza y por tanto no se les pone trabas a asistir a dichos plenos.

El candidato del PSM a la alcaldía de Madrid, Jaime Lissavetzky, ha demostrado ser un excelente gestor de la administración pública. Sin incumplir los presupuestos, sin incurrir en déficit ni despilfarro, ha sido capaz de apostar por nuestros jóvenes, por inculcar valores positivos a la sociedad. Su gestión ha ido en alza. Ha situado a España en los primeros puestos del deporte mundial. Se ha comprometido con Madrid y ha sido, junto con los reyes y el gobierno, el principal valedor de la candidatura olímpica de la ciudad. Pero Jaime también gestionó Madrid. Desde la Comunidad fue el impulsor de la política educativa más igualitaria de los últimos veinte años. Desarrolló escuelas infantiles, apostó por una educación pública de calidad, incrementó los recursos y la autonomía universitaria. Con este bagaje el candidato del PSM a la ciudad de Madrid garantiza corregir las deficiencias y anarquía en la ciudad y, sobre todo, posibilita equilibrar los distritos periféricos con el centro de la misma. Aunque las arcas están esquilmadas, estamos a tiempo de salvar a Madrid.

Lissavetzky es la persona adecuada para recuperar la confianza en el municipalismo y para que los ciudadanos se interesen en la gestión municipal. Madrid merece otro alcalde, otra gestión, otra forma de trabajar marcada por el compromiso con los ciudadanos y en defensa de la ética política que han denigrado tanto en la alcaldía como en el gobierno de la Comunidad de Madrid. Con Tomás Gómez y Lissavetzky ambas cosas son posibles.

Gabriel Calles | Concejal Socialista. Ayuntamiento de Madrid
Juan Pedro Rodríguez | Profesor de Universidad

Lissavetzky: cómo gestionar la capital sin arruinarnos en el intento.
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