28 de octubre de 2010, 15:05
NUEVATRIBUNA.ES - 19.4.2010
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En estos días de acoso a Berzosa con motivo de su participación en el acto a favor de Garzón son varias las reflexiones que me vienen a la cabeza.
En primer lugar lo mal que lleva el PP su relación con las universidades públicas madrileñas. Me gustaría hacer paralelismos al respecto de esta mala relación de los populares con el mundo de la universidad y el entorno sindical. En primera instancia han intentado controlar el ámbito de la política universitaria, realizando un esfuerzo por que algún sector conservador se hiciese con el Rectorado de las distinta universidades; en el mundo sindical, buscando romper el “monopolio” de las grandes plataformas sindicales creando una serie de sindicatos “amarillos” o populares. Los resultados han sido para el PP nefastos en ambos casos: no han roto el “monopolio” de los sindicatos ni han mermado su fortaleza pero me voy a detener en el caso de las universidades, que conozco mejor. Primero se ha fomentado la entrada de sectores conservadores en Claustros, que son el máximo órgano de la universidad, y después intentando ganar elecciones a Rector. Esto se logró en la Rey Juan Carlos (Pedro González-Trevijano), pero no se ha logrado en la Complutense (Berzosa), Autónoma (José María Sanz), Carlos III (Daniel Peña), Alcalá (Fernando Galván), Politécnica (Javer Uceda) ni en la UNED (Juan Gimeno), a la que también incluyo por tener su sede en Madrid. Y, ¿por qué sí en la Rey Juan Carlos? Sencillísimo, las otras tienen una trayectoria histórica y de Claustros puestos en marcha hace muchos años que se han ido regenerando, evolucionando… La Rey Juan Carlos, cosa que también sucede con las Carlos III, es una universidad muy nueva, creada en 1996. ¿A qué me refiero con esto? Muy sencillo: se ha creado siendo presidente de la Comunidad de Madrid Gallardón, y se ha ido desarrollando con la presidencia de Aguirre. Con esto no estoy realizando un crítica de esta universidad (no quiero que se me malinterprete), sino explicando que ha tenido una serie de condicionantes que han facilitado que se tenga un Rector conservador, eso sí, del que hay que decir que los rectores de las otras universidades públicas madrileñas alaban como ejemplo de persona dialogante.
Con todo ello tampoco he querido decir que los distintos rectores y los claustrales tengan carnés de partidos, sino que su tendencia, y en eso no se suelen esconder, sea de uno u otro partido. Es más, la política universitaria es distinta, y tras unas elecciones a Rector se suelen conformar equipos de consenso. Yo siempre pongo como ejemplo al respecto el equipo formado por Juan Gimeno en la UNED. Seguramente los líderes políticos viven más al día muchas veces, pero el mundo universitario es consciente de que pertenece a un entorno y a unas jurisdicciones ya creadas en el siglo XII aproximadamente. Es un mundo que puede estar politizado pero que se muestra autónomo y plural. El ejemplo es que se suceden manifestaciones de distintas temáticas y tendencias. Sobre todo es un mundo efervescente. En ese sentido, si Aguirre leyese esto le dejo como consejo que no violente el mundo universitario, que es un arma de ida y vuelta, que si se crea violencia puede volverse contra ella. No es una amenaza, sino simplemente lo que dicen los mayores de que “la violencia engendra violencia”.
Retomo el tema de nuevo; el caso es que Aguirre y el PP en general, viendo que no se hacen con las universidades ni sindicatos pasan a la segunda táctica, la de inestabilizarlos y, sobre todo, desacreditarlos. Creo que ahora el lector empieza a comprender a lo que me refiero y asociarlo con los últimos acontecimientos y declaraciones de la derecha política y mediática. Me refiero a las críticas a los sindicatos y, sobre todo, a Berzosa. Al respecto, decir que un Rector ha de tener libertad para manifestarse como quiera, dentro de la sensibilidad de su universidad. Berzosa arrasó en las elecciones a Rector y la comunidad universitaria complutense conocía bien su tendencia. Por tanto, nada que reprochar. Además, en este caso el acto se celebró en la Complutense, pero se podría haber realizado también en otra universidad con el mismo resultado. Señores del PP, no hagan con la universidad lo que hacía el niño que pinchó la pelota porque no era suya; me viene a la cabeza cuando Aguirre anunció que recortaba de manera drástica los fondos destinados a las universidades públicas en 2008. El mundo de la universidad es mucho más serio, y es el termómetro más real de la sociedad; los docentes también somos ciudadanos, lo mismo que los alumnos y el personal de administración y servicios. Presidenta regional, los universitarios somos muy críticos y a la vez muy reflexivos a la hora de votar; no intente entrar con los caballos como intentaba hacer Franco, en este caso caballos mediáticos o políticos, porque él no sacó nada en claro, ni nadie que intente forzar opiniones de la universidad logrará ningún resultado. Son muchos siglos de autonomía universitaria, y la universidad está acostumbrada a tener pulsos con los poderes. Como tantos otros, el profesor Tierno Galván, apartado por Franco de su cátedra, sabe muy bien a lo que me refiero y espero que allá donde esté pueda leer mi artículo; seguramente lo hubiese escrito de una manera más técnica y entretenida, pero yo creo que opinaría con una filosofía parecida.
Mi último consejo a la derecha: que respete la libertad de las universidades en sus expresiones y en su organización. Quizá así algún día la universidad pública, que es muy efervescente, le dará la razón, cuando la tenga. Que como he dicho, los universitarios tenemos espíritu muy crítico y variedad ideológica, pero lo que no nos gusta nada es que se nos controle.
Juan Pedro Rodríguez tiene estudios de Geografía e Historia y de Derecho. Miembro del Claustro de la UNED entre 2005 y 2006.
En estos días de acoso a Berzosa con motivo de su participación en el acto a favor de Garzón son varias las reflexiones que me vienen a la cabeza.En primer lugar lo mal que lleva el PP su relación con las universidades públicas madrileñas. Me gustaría hacer paralelismos al respecto de esta mala relación de los populares con el mundo de la universidad y el entorno sindical. En primera instancia han intentado controlar el ámbito de la política universitaria, realizando un esfuerzo por que algún sector conservador se hiciese con el Rectorado de las distinta universidades; en el mundo sindical, buscando romper el “monopolio” de las grandes plataformas sindicales creando una serie de sindicatos “amarillos” o populares. Los resultados han sido para el PP nefastos en ambos casos: no han roto el “monopolio” de los sindicatos ni han mermado su fortaleza pero me voy a detener en el caso de las universidades, que conozco mejor. Primero se ha fomentado la entrada de sectores conservadores en Claustros, que son el máximo órgano de la universidad, y después intentando ganar elecciones a Rector. Esto se logró en la Rey Juan Carlos (Pedro González-Trevijano), pero no se ha logrado en la Complutense (Berzosa), Autónoma (José María Sanz), Carlos III (Daniel Peña), Alcalá (Fernando Galván), Politécnica (Javer Uceda) ni en la UNED (Juan Gimeno), a la que también incluyo por tener su sede en Madrid. Y, ¿por qué sí en la Rey Juan Carlos? Sencillísimo, las otras tienen una trayectoria histórica y de Claustros puestos en marcha hace muchos años que se han ido regenerando, evolucionando… La Rey Juan Carlos, cosa que también sucede con las Carlos III, es una universidad muy nueva, creada en 1996. ¿A qué me refiero con esto? Muy sencillo: se ha creado siendo presidente de la Comunidad de Madrid Gallardón, y se ha ido desarrollando con la presidencia de Aguirre. Con esto no estoy realizando un crítica de esta universidad (no quiero que se me malinterprete), sino explicando que ha tenido una serie de condicionantes que han facilitado que se tenga un Rector conservador, eso sí, del que hay que decir que los rectores de las otras universidades públicas madrileñas alaban como ejemplo de persona dialogante.
Con todo ello tampoco he querido decir que los distintos rectores y los claustrales tengan carnés de partidos, sino que su tendencia, y en eso no se suelen esconder, sea de uno u otro partido. Es más, la política universitaria es distinta, y tras unas elecciones a Rector se suelen conformar equipos de consenso. Yo siempre pongo como ejemplo al respecto el equipo formado por Juan Gimeno en la UNED. Seguramente los líderes políticos viven más al día muchas veces, pero el mundo universitario es consciente de que pertenece a un entorno y a unas jurisdicciones ya creadas en el siglo XII aproximadamente. Es un mundo que puede estar politizado pero que se muestra autónomo y plural. El ejemplo es que se suceden manifestaciones de distintas temáticas y tendencias. Sobre todo es un mundo efervescente. En ese sentido, si Aguirre leyese esto le dejo como consejo que no violente el mundo universitario, que es un arma de ida y vuelta, que si se crea violencia puede volverse contra ella. No es una amenaza, sino simplemente lo que dicen los mayores de que “la violencia engendra violencia”.
Retomo el tema de nuevo; el caso es que Aguirre y el PP en general, viendo que no se hacen con las universidades ni sindicatos pasan a la segunda táctica, la de inestabilizarlos y, sobre todo, desacreditarlos. Creo que ahora el lector empieza a comprender a lo que me refiero y asociarlo con los últimos acontecimientos y declaraciones de la derecha política y mediática. Me refiero a las críticas a los sindicatos y, sobre todo, a Berzosa. Al respecto, decir que un Rector ha de tener libertad para manifestarse como quiera, dentro de la sensibilidad de su universidad. Berzosa arrasó en las elecciones a Rector y la comunidad universitaria complutense conocía bien su tendencia. Por tanto, nada que reprochar. Además, en este caso el acto se celebró en la Complutense, pero se podría haber realizado también en otra universidad con el mismo resultado. Señores del PP, no hagan con la universidad lo que hacía el niño que pinchó la pelota porque no era suya; me viene a la cabeza cuando Aguirre anunció que recortaba de manera drástica los fondos destinados a las universidades públicas en 2008. El mundo de la universidad es mucho más serio, y es el termómetro más real de la sociedad; los docentes también somos ciudadanos, lo mismo que los alumnos y el personal de administración y servicios. Presidenta regional, los universitarios somos muy críticos y a la vez muy reflexivos a la hora de votar; no intente entrar con los caballos como intentaba hacer Franco, en este caso caballos mediáticos o políticos, porque él no sacó nada en claro, ni nadie que intente forzar opiniones de la universidad logrará ningún resultado. Son muchos siglos de autonomía universitaria, y la universidad está acostumbrada a tener pulsos con los poderes. Como tantos otros, el profesor Tierno Galván, apartado por Franco de su cátedra, sabe muy bien a lo que me refiero y espero que allá donde esté pueda leer mi artículo; seguramente lo hubiese escrito de una manera más técnica y entretenida, pero yo creo que opinaría con una filosofía parecida.
Mi último consejo a la derecha: que respete la libertad de las universidades en sus expresiones y en su organización. Quizá así algún día la universidad pública, que es muy efervescente, le dará la razón, cuando la tenga. Que como he dicho, los universitarios tenemos espíritu muy crítico y variedad ideológica, pero lo que no nos gusta nada es que se nos controle.
Juan Pedro Rodríguez tiene estudios de Geografía e Historia y de Derecho. Miembro del Claustro de la UNED entre 2005 y 2006.