viernes. 19.04.2024

La izquierda, entre el realismo y los principios

"Lo que necesitamos es la síntesis del pensamiento práctico y la lucha idealista". Con la cita del histórico líder socialista Willly Brandt, comienza una larga reflexión de varios diputados alemanes e ingleses sobre las causas de la crisis electoral y política que sufre la izquierda europea, y sobre las consecuencias que está teniendo sobre la economía, el empleo, la construcción europea y el mantenimiento del Estado de

"Lo que necesitamos es la síntesis del pensamiento práctico y la lucha idealista". Con la cita del histórico líder socialista Willly Brandt, comienza una larga reflexión de varios diputados alemanes e ingleses sobre las causas de la crisis electoral y política que sufre la izquierda europea, y sobre las consecuencias que está teniendo sobre la economía, el empleo, la construcción europea y el mantenimiento del Estado de Bienestar, santo y seña de Europa en el mundo.

La falta de un nuevo ideario adaptado a las sociedades modernas, y por otro lado la renuncia a aspectos históricos de la izquierda, que tantos éxitos le han dado (progresividad fiscal, control democrático del sistema financiero, defensa del sector público, construcción política y económica de Europa), han permitido importantes victorias electorales a la derecha. En palabras de los citados diputados: "con la aceptación de la tercera vía de Blair y Schroeder la socialdemocracia se incorporó acríticamente a la nueva globalización del capitalismo: "Se pensó que una vez caído el Muro de Berlín avanzábamos a un mundo donde los mercados por sí mismos eran capaces de regular la economía, el empleo, los servicios a los ciudadanos, la calidad de vida en definitiva”. Nada más equivocado. La reciente crisis está evidenciando todo lo contrario, el capitalismo desregulado nos puede llevar al abismo.

En España y en algunos países de la periferia europea no estamos igual que en los países de los diputados de referencia. Estamos peor. Por ello, la Conferencia Política que el PSOE va a celebrar los primeros días de octubre es una cita clave para reflexionar sobre los problemas de la izquierda y para rearmar nuestro programa y discurso en medio de una tremenda crisis económica, y de una ofensiva extraordinaria de la derecha económica y política contra cualquier opción de progreso.

En este artículo queremos exponer cinco cuestiones, que sin pretender ser originales, nos parecen relevantes de cara a esta Conferencia:

APUESTA POR UNA EUROPA POLITICA, ECONOMICA Y SOCIAL

En la izquierda española, Europa siempre ha sido un referente democrático y social. Pero la insuficiente repuesta a los problemas de la crisis, y el marcado sesgo conservador que están imprimiendo los gobiernos de derechas, nos obligan a volver a poner en el centro de nuestra atención "el tema Europa”.

A raíz de la última reunión del Eurogrupo, se han dado tímidos avances hacia la constitución de un gobierno económico europeo. Pero la crisis económica, y especialmente la crisis de la deuda, han demostrado que solo una auténtica política económica europea puede dar estabilidad a las finanzas y poner coto a los especuladores financieros.

La emisión de eurobonos, el avance hacia un Tesoro Público europeo o una Agencia de rating independiente, son algunas de las muchas medidas que se pueden impulsar. Pero además, Europa necesita mostrar su cara social si queremos que los ciudadanos se identifiquen con el proyecto europeo. Debemos volver a la Agenda de Lisboa y hablar de políticas keynessianas para crear empleo, para ampliar la competitividad basándonos en la innovación tecnológica, la protección a las personas, la preservación del medioambiente, y la formación.

Hay que hacer una política europea comprensible para las personas, empezando por luchar por un liderazgo progresista.

LOS INGRESOS PUBLICOS, LA DEUDA Y EL ESTADO DE BIENESTAR

Durante estos últimos años, coincidiendo con el boom de la especulación inmobiliaria y financiera, se ha producido una especie de carrera en las Administraciones Públicas hacia una desfiscalización de los ingresos. Bajar impuestos, e incluso tasas, formaba parte de la pugna política en las instituciones. Los ingresos de la construcción y el recurso a la deuda encubrían la realidad a la que ahora nos enfrentamos. Eso no puede volver a ocurrir. Nos jugamos el futuro del Estado de Bienestar (la sanidad, educación, dependencia...), la salida de la crisis creando empleo, y hasta una parte del modelo autonómico

Tenemos cinco millones de parados que son las auténticas víctimas de la crisis, y en consecuencia están en condiciones de exigir que quien menos ha perdido, aporte más para la salida de la misma. Es lógico que se hable del Impuesto sobre riqueza Patrimonial, que se pida a la banca que aporte para la salida de la crisis que ellos contribuyeron a crear, que se graven las transacciones financieras,... además de toda una batería de medidas de progresividad fiscal que se pueden implantar, incluyendo la fiscalidad verde ,que en España está inexplorada.

A esta refiscalización tienen que contribuir las CC.AA. y los Ayuntamientos en la medida que les corresponda. Ahora bien, no podemos olvidar que en gran medida, nuestro sistema de protección social está vinculado al modelo de estado. La defensa de los sistemas protección e igualdad de los ciudadanos es irrenunciable, y por eso proponemos un gran pacto de estado que fije las reglas de mínimos de calidad y financiación de los mismos, sabiendo que su prestación corresponde a las CC.AA y ese es el origen de la mayor parte del gasto público.

EL EMPLEO COMO ESTRATEGIA

Todos compartimos, especialmente los hombres y mujeres de la izquierda, que una sociedad con más del 20% de parados es una sociedad inviable. A pesar de esto, gobernando el PSOE en España, tenemos más de 5 millones de parados. Indudablemente en la situación influyen factores exteriores, y existen aspectos relacionados con la herencia recibida de los gobiernos de Aznar, pero aun así, todo ello no puede justificar los datos de este drama.

Algo hemos hecho mal, y lo tenemos que reconocer. Quizá haber hecho oídos sordos a la fantasía del empleo en la construcción, o en los servicios vinculados. Tal vez haber permitido un relajamiento en la formación de nuestros jóvenes, o no haber sabido impulsar suficientemente las infraestructuras tecnológicas, de innovación o de los nuevos yacimientos de empleo.

Parece básico rescatar la Estrategia de Lisboa, que en el ámbito europeo equivaldría a recuperar los objetivos el Fondo Social Europeo. Pero también será necesario el impulso de políticas de inversión pública en infraestructuras físicas y tecnológicas. Consideramos urgente la elaboración de un “ Plan E” para el Empleo Juvenil, que cuente con la participación del Gobierno del Estado, las CC.AA. y los Ayuntamientos.

MEJORAR LA CALIDAD DEMOCRATICA Y EL PRESTIGIO DE LA POLITICA.

Una parte de la ciudadanía percibe la política y los políticos como algo extraño a sus intereses y preocupaciones. El eslogan del 15M “no nos representan” puede ser injusto, pero expresa con claridad un sentimiento de desapego hacia los representantes políticos, y en el fondo hacia el funcionamiento del sistema democrático.

El sistema electoral español es manifiestamente mejorable. Tiene que hacerse en profundidad, modificando la ley electoral y la Constitución, para perfeccionar la proporcionalidad, facilitar las iniciativas populares, potenciar el Senado, o avanzar hacia las listas abiertas.

Hay abordar con valentía el papel de los ayuntamientos en la España del siglo XXI, y adaptar su número a la realidad territorial. Facilitar la participación y el control vecinal, y conseguir un pacto sobre su financiación que permita prestar con solvencia los servicios que demandan los ciudadanos, apartándolos de la necesidad de recurrir a los ingresos derivados del urbanismo para su financiación.

Pero no nos engañemos, el mensaje del 15M va también dirigido hacia el funcionamiento de los partidos políticos. La extensión de las “redes sociales” está suponiendo cambios fundamentales en cuanto al acceso y trasmisión de la información, y las formas de participación social. Esta “democracia horizontal”, como la definió Nicolás Sartorius, está poniendo de manifiesto la obsolescencia de los rígidos procedimientos de funcionamiento interno de los partidos, ampliamente superados por las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías para interrelacionarse con los ciudadanos. Hay que abandonar el concepto de partido político como “propiedad privada de sus militantes”, para pasar a otro de “patrimonio público de los ciudadanos”. Los socialistas debemos hacer un esfuerzo porque se recupere la ética de la política.

EL MEDIO AMBIENTE COMO UN DERECHO SOCIAL: EL PLANETA NO PUEDE ESPERAR.

La sostenibilidad, la conservación del Medio Ambiente y la biodiversidad, tiene que ser considerado un derecho fundamental de las personas, y los socialistas debemos asumirlo con el mismo nivel de prioridad que otros derechos básicos de más antigua tradición en la izquierda.

No podemos salir de la actual situación con el mismo modelo de crecimiento ambientalmente insostenible que está provocando la mayor crisis ecológica de la historia: el cambio climático. Es preciso que las políticas ambientales pasen a un primer plano en la actuación política.

Hay que iniciar una revolución Energética, coordinada con los gobiernos de toda Europa, basada en el ahorro, la eficiencia energética y las energías renovables, que además supondrá una fuente de creación de empleo. Rechazamos la energía nuclear como alternativa de futuro, procediendo a un cierre gradual de las centrales existentes a medida que finalice su vida útil establecida en el momento de su construcción.

Una ordenación del territorio racional, que avale la conservación de la biodiversidad, el paisaje, y los espacios naturales, es la garantía para un desarrollo equilibrado de otras actuaciones sectoriales como las infraestructuras, la agricultura, o el urbanismo.

EPILOGO

No existen soluciones fáciles a problemas difíciles. El mundo, la democracia, la izquierda y las sociedades modernas, se encuentran en un momento complicado. Pero si logramos la síntesis entre el pensamiento práctico y nuestros ideales, seguro que la razón se impondrá. Y los socialistas, la tenemos.


Martín Berriolope | Javier García–Oliva


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