jueves. 28.03.2024

La fuerza del trabajo (1ªparte): Cuatro años en la máxima dirección Confederal

El día 21 de Febrero comienza el X Congreso de la Confederación Sindical de Comisiones Obreras de España y con él termina el mandato de la actual Comisión Ejecutiva Confederal. Han sido cuatro años duros, quizás los más duros, complicados, complejos y difíciles desde la legalización de las fuerzas sindicales y políticas. La crisis económica y social ha sido la causa de esta situación.

El día 21 de Febrero comienza el X Congreso de la Confederación Sindical de Comisiones Obreras de España y con él termina el mandato de la actual Comisión Ejecutiva Confederal. Han sido cuatro años duros, quizás los más duros, complicados, complejos y difíciles desde la legalización de las fuerzas sindicales y políticas.

La crisis económica y social ha sido la causa de esta situación. Una crisis que ha actuado en un marco productivo muy débil en España. Un modelo productivo que tenga su base de crecimiento sólo en la construcción y la industria auxiliar no es viable en un país donde mas de 22 millones de personas están en disposición y edad de trabajar. Un modelo productivo que no desarrolle los sectores industriales, que no invierta en investigación, innovación y desarrollo, que obtenga en base a los bajos salarios y la precariedad las plusvalías en un marco como el de la Unión Europea, más tarde o más temprano estaba abocado a la crisis. Las debilidades de este marco combinadas con la crisis de la deuda y de la banca han llevado a España a una situación extrema que todos conocemos: una cifra de parados escandalosa, donde sobresale el paro juvenil y un empobrecimiento generalizado de las capas populares, donde los desahucios son una parte visible de este empobrecimiento.

La oligarquía financiera internacional ha llevado a cabo una operación similar a la acumulación primitiva de capital para erigirse en clase dirigente, por encima de las fracciones de las clases dirigentes, y ha resuelto a su favor la hegemonía dentro del bloque mundial dirigente representativo de los intereses de los grandes grupos económicos y transnacionales. Esto en nuestro país ha traducido en la crisis de la banca, la subida de la prima de riesgo, el encarecimiento del dinero y el cierre del grifo del crédito que ha ahogado el funcionamiento también de los gobiernos a todos los niveles.

Puedo afirmar con total rotundidad que los resultados del IX Congreso de CCOO han venido a parar la hemorragia de derechos sociales y de pérdida de influencia de los trabajadores, a pesar de la intensidad de los ataques producidos: la capacidad de reaccionar y salvar el sistema público de pensiones, mediante el acuerdo de enero de 2011, y el Acuerdo sobre Negociación Colectiva que fue un ensayo preventivo para preservar derechos frente a la reforma laboral que se acercaba son experiencias a valorar, en relación a las intenciones del Gobierno del Partido Popular.

En este período de cuatro años se han hecho miles de manifestaciones, tres huelgas generales, decenas de huelgas sectoriales y multitud de actos de protesta contra las políticas de los diferentes gobiernos: el movimiento obrero y sindical ha estado en la calle, donde otros agentes como el 15-M también han protagonizado actividades muy importantes. Los sindicatos en general y CCOO en particular han observado con respeto y simpatía estos movimientos porque defienden y persiguen objetivos similares, que pasan por defender los derechos sociales y profundizar en los elementos democráticos que una sociedad como la nuestra, supuestamente hace suyos, pero que a la hora de la verdad se aleja de la ciudadanía: son capaces de reformar la Constitución en una tarde para satisfacer las élites de la Unión Europea pero no hacen valer su contenido social, y mucho menos están dispuestos a reformarla para garantizar más democracia y más derechos.

La dirección confederal que desarrollará este jueves 21 de febrero tenía claro que necesitábamos dos cosas para poder hacer frente a la crisis que ya sufríamos en diciembre de 2008:

- Preservar la unidad de acción con el otro gran sindicato, la Unión General de Trabajadores como una cuestión estratégica.

- Construir una fuerte cohesión interna que permitiera actuar como un todo en el seno de CCOO.

- Poner en marcha un frente social amplio, plural que representara la mayoría de la sociedad civil.

Estos objetivos hoy podemos afirmar que se han logrados: la unidad con UGT ya forma parte de la estrategia diaria de CCOO, aunque dificultades que existen en diferentes sectores, la unidad interna está a niveles altísimos y se ha puesto en marcha la llamada "Cumbre Social", que permite establecer conexión con la sociedad civil organizada en España.

Pero los enemigos del progreso y del sindicalismo son poderosos y muy fuertes: seguirá la campaña anti-sindical por parte de la caverna mediática y por parte de la extrema derecha. Que si las subvenciones, que si los liberados, que si los sindicatos sólo sirven para sus afiliados de las grandes empresas ... mentiras y mas mentiras, que a fuerza de ser repetidas se convierten en verdades.

CCOO tiene claro que, en tiempos de retroceso y dificultades, en época de reducción de ingresos debe reducir gasto sin reducir actividades, por el contrario, seguramente debe prestar servicios que ni nos imaginamos: pondremos en marcha la red solidaria para dar respuestas a situaciones de emergencia que sufre la clase trabajadora en general y afiliados nuestros en particular, revisaremos las cuotas de los afiliados y nuestra política financiera, nos adaptaremos a la pérdida de ingresos y nos aplicaremos en nuestro medidas de contención de gasto, empezando por la máxima dirección. Es decir, siempre hemos sido honestos, pero además, predicando con el ejemplo, porque somos como nos ven y no como nos vemos los de dentro.

Hemos hecho lo que hemos podido, hemos resistido pero no podemos estar contentos mientras nuestra clase pague todo el gasto de la crisis. Los seis millones de parados, los millones que no ingresan ni un euro a final de mes, los jóvenes que buscan trabajo y no lo encuentran, los desahuciados son nuestros muertos. Por esta razón hemos de profundizar en los mecanismos de lucha y alternativa, que nos pueden ayudar a recuperar interlocución social. Si esperamos que nuestros problemas se resuelvan vía Congreso de Diputados o Senado, con la mayoría política que hay, lo tenemos mal.

Hicimos acertar en configurar una alternativa encabezada por el compañero Ignacio Fernández Toxo, que ha sabido dirigir una organización con las complejidades que le son propias a CCOO. Un compañero que sabe qué eran las cárceles franquistas y la represión, que ha dirigido procesos muy difíciles de reconversión industrial, preservando derechos, actividad industrial y a las personas afectadas, que comprende el carácter plurinacional del estado español, que tiene muy presente la problemática de las personas en paro, especialmente la de los jóvenes ... un compañero que ha roto con el parlamentarismo sindical, que no es nada útil hoy en día, una persona con un talante afable, que no quiere decir debilidad, al contrario, significa firmeza ante las dificultades, un compañero que además, ha sabido imprimir a la Confederación Europea de Sindicatos un nuevo impulso, desde que ha alcanzado la presidencia de la CES. En definitiva, una buena persona.

En este caso, el n º 14 de la candidatura, Jordi que soy yo, está satisfecho de haber compartido estos cuatro años con los otros 22 compañeros de las Secretarías Confederales y con el resto de personas de la Ejecutiva. Siempre he decidido con total libertad lo que he creído oportuno, siempre he tenido al alcance la información necesaria para poder hacerlo y pienso que he sido leal a la organización. Puedo decir hoy con satistacción: Yo estaba.

La fuerza del trabajo (1ªparte): Cuatro años en la máxima dirección Confederal