viernes. 19.04.2024

Juego de patriotas

NUEVATRIBUNA.ES - 21.6.2010...Basta pulsar ese interruptor para que se chapotee en el barro de la responsabilidad patriótica mal entendida. Así, cuando los sindicatos no la convocaban eran unos vendidos al Gobierno y ahora que lo hacen son unos descerebrados.
NUEVATRIBUNA.ES - 21.6.2010

...Basta pulsar ese interruptor para que se chapotee en el barro de la responsabilidad patriótica mal entendida. Así, cuando los sindicatos no la convocaban eran unos vendidos al Gobierno y ahora que lo hacen son unos descerebrados. No debe ser casual, a fuerza de repetirse la secuencia, que este rebaño de intelectuales todo a cien, tertulianos de nómina indecente o meritorios de la pluma ahora que se barrunta un regreso de la derecha lancen sus soflamas desde la comodidad de sus sillones o recién llegados de un opíparo almuerzo de ‘trabajo’ que nunca pagan. Con gorroneos así es, sin duda, como mejor se sobrelleva la crisis.

Con tanto llenar la andorga de marisco y el cerebro de prebendas, favorcillos y citas de economistas de prestigio que copian del Google debe ser que no dan para más. Por ejemplo para plantearse otros interrogantes ¿Es el mejor momento para que no llegues a los mil euros al mes y aún así te recorten el sueldo o te manden a la puta calle? ¿Es una coyuntura idónea para quedarte en paro y que te recorten la indemnización además de haberte despedido? ¿Es el día y la hora adecuada para que se racanee a los pensionistas un jornal de miseria que se han ganado durante años con el sudor de su frente? Será por preguntas. Dicen que una mentira no se convierte en verdad aunque la reiteres miles de veces, pero la experiencia dicta que no es del todo cierto.

De ese modo, de oír tanto rebuzno aunque uno no quiera, se diría que las prestaciones sociales son una medida de gracia del Estado que fija su cuantía en un sorteo ante notario. Sólo recordar que los asalariados de hoy pagamos con nuestro sueldo las pensiones de mañana y que si nos regalan algo, por ejemplo una vajilla, es porque antes hemos tenido que abrir una cuenta en un banco. Y ya que hemos llegado hasta aquí recordar, ahora que se lleva tanto, que mientras se apela a que arrimemos todos el hombro, las entidades financieras se han dedicado a dar patadas en los testículos a la economía de este país que tanto nos desvela. Porque eso y no otra cosa es negar de manera sistemática el crédito a la pequeña y mediana empresa. Hay muchos tipos de huelgas. Unos amenazan con dejar de recoger la basura en defensa de sus derechos y de su empleo y otros dejan de dar dinero en defensa de sus insaciables beneficios. Que cada uno sopese cuál de las dos es más salvaje.

Germán Temprano es escritor y periodista

JAULA DE GRILLOS

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