viernes. 29.03.2024

El vía crucis de los laicos

Todavía no hemos pasado el rubicón del 20-N y la derechona ya se ha impuesto. Benedicto ha venido y ha insuflado de intransigencia y parcialidad a buena parte de los políticos españoles. De antemano lo hicieron los bons vivants de Braulio Rodríguez y Martínez Camino. El primero 'bautizó' de paletos a todos aquellos que no estuvieran de acuerdo con la visita del Papa.

Todavía no hemos pasado el rubicón del 20-N y la derechona ya se ha impuesto. Benedicto ha venido y ha insuflado de intransigencia y parcialidad a buena parte de los políticos españoles. De antemano lo hicieron los bons vivants de Braulio Rodríguez y Martínez Camino. El primero 'bautizó' de paletos a todos aquellos que no estuvieran de acuerdo con la visita del Papa. El otro utilizó un sustantivo con el que debe de sentirse muy identificado, parásitos.

Madrid está patas para arriba con el fin de quedar santificada por 'el enviado de Dios'. Peregrinos del mundo mundial llenan la capital de España. Todos los derechos poseen, campan a sus anchas y gritan histéricos ¡¡¡benedictooooooooooooooooooooooooo!!!, lo mismo que Pe en los oscars, ¡¡¡peeeeeeeeeeeedroooooooooooooooooooooo!!!.

Los llamados laicos, aquellos que se muestran críticos por la cantidad de dinero público que cuesta este nuevo viaje papal son los apestados. Los paletos del arzobispo de Toledo, los parásitos del cardenal de luenga y púrpura capa. Los intolerantes e irrespetuosos con la libertad de religión y de expresión de Cospedal. Los que insultan, humillan y vejan a los peregrinos de Gallardón...

¿Qué han hecho los laicos para merecer tales descalificativos? Simple y llanamente pedir autorización a la Delegación del Gobierno de Madrid y manifestarse pacíficamente en protesta por el cómo de la visita de Ratzinger a Madrid. La manifestación fue el 17, un día antes de la llegada del Papa. La capital de España estaba tomada ya por peregrinos de todas partes y por una ingente cantidad de policías llegados de diferentes lugares del Estado. Hubo un encontronazo entre los peregrinos-ángeles y los laicos-demonios.

Todos afirmaron que la culpa fue de los laicos. La policía cargó brutalmente contra ellos. Unos, los derechones, aplaudieron abiertamente la actuación policial. Los otros, también. Jáuregui y especialmente Blanco absolvieron la salvaje actuación de la policía. Los dos días siguientes los laicos han vuelto a expresar su indignación por la barbarie ocurrida. La policía ha continuado sus actuaciones sádicas y bárbaramente violentas contra todo aquel que no tenga pinta de peregrino.

El maniqueísmo está servido. Demasiada ironía y sectarismo en boca del opusdeista Yago de la Cierva, director de comunicación de la JMJ en una entrevista en La ventana de verano de la Cadena Ser.

La bestialidad policial del día 19 fue también exculpada por Blanco. Otra 'pepiñada' de este personaje que está acabando con el Socialismo español. Su afán de protagonismo y ambición desmesurada son insufribles. Nada importante había sucedido y nada debía ser investigado, “La democracia funciona con reglas”.

A las pocas horas el Comité Electoral de Rubalcaba anunciaba que la visualización del vídeo que denuncia la injustificada barbarie policial conllevaba una necesaria investigación por parte del Ministerio del Interior. Había que clarificar lo sucedido.

Cierto es que las imágenes que circulan por la red son de una violencia propia de otras épocas que no hay manera de olvidar. Continúan ahí. Son sus herederos directos. Y eso que todavía no mandan. 'Cosas veredes, amigo', después del 20-N. El nacional-catolicismo espera impaciente el citado día. La jerarquía de la "única iglesia verdadera" -Benedicto dixit en la misa de la Catedral de la Almudena- está allanado el camino para recuperar el tiempo perdido.

Y mientras, el Gobierno sigue sometido a la voluntad de Ratzinger. Zapatero le da su palabra de continuar las 'medidas anticrisis'. Jáuregui solicita permiso para la reconversión de El valle de los caídos y Blanco demoniza a los laicos. ¿A quién quieren convencer? ¿Qué pretenden con esta actitud de indigno vasallaje al credo católico? Las genuflexiones, para otros.

¿Por qué en el Consejo de Ministros de ayer no se comenzó ya a hacer 'maldades'? Bien podrían haberse aprobado decretos que avalen las propuestas de Rubalcaba. La supresión progresiva de las Diputaciones y del Senado, la reforma de la Ley electoral, el final del concordato Iglesia-Estado, la supresión de los 50.000 millones de euros con que ahora se financia a la iglesia, la implantación de una democracia participativa y real al máximo...Y que el entrante cargase con 'el muerto'. Tendría que definirse, que ya va siendo hora. De ahora a noviembre se pueden hacer muchas cosas. ¡Aprovechen, por favor!. Al menos de esta forma las palabras de Rubalcaba serían más creíbles y la diferencia en el resultado electoral sería bastante menor, seguro.

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