viernes. 29.03.2024

El coraje de un alcalde

Se llama Julio Setién. Es el alcalde de San Fernando de Henares (Madrid). Es de Izquierda Unida. Inició el pasado 4 de octubre una huelga de hambre frente a la oficina local de Bankia, próxima al ayuntamiento.

Se llama Julio Setién. Es el alcalde de San Fernando de Henares (Madrid). Es de Izquierda Unida. Inició el pasado 4 de octubre una huelga de hambre frente a la oficina local de Bankia, próxima al ayuntamiento. El motivo: advertir a sus vecinos y a todo el que le quiera escuchar de la decisión de la entidad financiera de cortar la financiación a las constructoras y acreedores que llevaron a cabo la rehabilitación de la Plaza España del pueblo, 200 viviendas incluidas. La denuncia, quizás lo más indecente: el intento de desviar la responsabilidad del atropello hacia el Ayuntamiento de San Fernando, para, como ocurre en estos casos, convertir un problema urbanístico en una poderosa herramienta de descrédito y descalificación del equipo de gobierno de la corporación, y más concretamente de su alcalde. Así los vecinos, empezarían el tiro al blanco contra un ayuntamiento que nunca ha transigido con el lado oscuro de las operaciones inmobiliarias y siempre ha exigido luz y taquígrafos.

Y eso es lo que pretende Julio Setién con su valiente iniciativa. Ha querido dar un golpe en la mesa y decir alto y claro que no todo vale en este complejo escenario de la concertación urbanística. Bankia corta el crédito, las constructoras no rematan la obra y el resto de acreedores exigen el pago de su trabajo. En medio queda –y esa es la maniobra que Setién busca desbaratar- la Corporación Municipal y su alcalde, a quien algún que otro proveedor de miserias intenta meter en el fango y enfrentarla a sus vecinos y más particularmente, a los propietarios de las 200 viviendas.

Poco ha importado que, mientras se descifra este jeroglífico, la plaza no despliegue su potencial de servicios, la obra siga empantanada, el rostro de la zona siga pendiente del lavado final, y lo que es más grave, los propietarios de las viviendas no puedan acceder a las mismas. Por eso, cobra relevancia el coraje de un gesto, el del alcalde, que ha dicho basta y se ha plantado frente a la oficina bancaria para exigir una solución inmediata. El lunes, 8 de octubre, en el 5º día de su encierro, Setién se reunió con responsables de Bankia y aunque en estas cosas conviene moverse con prudencia y discreción, algo ha mejorado la situación. Las próximas horas de contactos y negociaciones con constructoras y acreedores serán decisivas para conocer el desenlace de este embrollo que, ojalá, nos permita invitar pronto al amigo Setién a comer algo sólido.

De momento, todo el apoyo y más para Julio Setién. A veces son útiles y necesarios en tiempos de crisis y dificultad, gestos excepcionales. Gestos que en el caso del alcalde de San Fernando de Henares constituyen un nuevo ejemplo de coherencia y dignidad en su ya dilatada historia de militancia política y sindical. El mejor abrazo y todo el ánimo para Julio Setién.

 

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