jueves. 18.04.2024

El decreto del estado de alarma y la gestión de la sanidad

Se le atribuye al ministro de Propaganda nazi Joseph Goebbels (1897-1945) la frase de que una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad.

Pues parece que la derecha española –partidos, medios y periodistas de derechas- ha consagrado esa frase en el frontispicio de su quehacer cotidiano y lo esparce cual simiente con la esperanza que se traduzca algún día en votos. Y eso hace especialmente la Sra. Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, en el tema de las residencias, donde han muerto un tercio de los afectados por el covid19. Y lo hace y hacen intentando endilgar la responsabilidad y culpa de tan funesta gestión al Gobierno de la nación y, especialmente, a su Vicepresidente segundo, el Sr. Iglesias.

Con ello cree que puede ganar votos dado la baja estima que tienen en el PP de sus propios votantes. Pues bien, para que  no haya dudas de quién tenía y tiene la responsabilidad de la gestión de las residencias y, en general, de la Sanidad, este es el artículo del real-decreto 463/2020, del 14 de marzo, “por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19”:

Artículo 6. Gestión ordinaria de los servicios: Cada Administración conservará las competencias que le otorga la legislación vigente en la gestión ordinaria de sus servicios para adoptar las medidas que estime necesarias en el marco de las órdenes directas de la autoridad competente a los efectos del estado de alarma y sin prejuicio de lo establecido en los artículo 4 y 5.

Los artículos 4 y 5 se refieren a cómo se organizan la autoridad competente en 4 ministerios como funciones delegadas del Gobierno y cómo se establece ¡la colaboración! con las autoridades competentes delegadas, respectivamente.

Simplemente leyendo se destruye la fake new que lanzan a diario medios como el ABC, El Mundo y La Razón y sus periodistas. Casi tan solo con saber leer y, eso sí, con la necesidad de repetir mil veces la verdad y no la mentira, para que tenga sus efectos sociopolíticos. Y esto puede ser decisivo para las próximas elecciones porque quien gane el relato –sea cual sea la verdad– ganará muy probablemente las elecciones. ¿Es la izquierda, en general, consciente de este hecho? Veremos.

El decreto del estado de alarma y la gestión de la sanidad