viernes. 19.04.2024

Tiempo de expertos

Estamos viviendo tiempos sobrevenidos; como el que abre la puerta del armario y todo se le viene encima desparramándose por el suelo.

¿Tú no sabías que estaba amontonado?¡Colocado al mogollón!...Tú pensabas que lo habían dejado todo ordenado.

El desorden siempre es cuestión de otro. Nadie entiende que la ropa puede estar sin planchar, sin estar lista para usar en todo momento. El ropaje que llevamos será de prêt-à-porter, pero siempre dispuesto para la ocasión y será culpa del ama de llaves a la que despedimos, ¡seguro! Pero el armario estaba hecho una penita y ahora no queda otra que recogerlos enseres del suelo, doblarlo y ordenarlo.

En este momento, para ser algo en la vida, hay que ser experto y, más importante, aunque se sea poco experto hay que saber lucir bien el expertise o la pericia

Esto no es tan fácil. Hay que superar con bien este tiempo sobrevenido; sería bueno para ello hacer alguna introspección, una convención con nosotros mismos. Unos Estados Generales con cómo vivimos y con quién vivimos, no en casa, o no solamente en casa, en todos los órdenes. Como hicieron nuestros vecinos cuando su Revolución, aunque no hace falta que lo que no nos guste termine en la guillotina. El objetivo es ordenar la mente para luego poder hacerlo con todo lo demás. En un lado lo esencial y en el otro lo accesorio.

Yo digo:¿hay que dejar de colocar los libros de las estanterías por colores?, en la vida tampoco, ¿por autores?, hace perder mucho tiempo… mejor por temas y en dos bloques: irrelevantes y relevantes; por graduación de más a menos. Ahorrar tiempo es básico, se ha convertido, junto con la salud, en el bien más escaso y preciado.

Llegados a este punto la correctora me advierte: colocar libros es viejuno, hay varias apps que te seleccionan los libros de mil formas diferentes y además “ya no se lee en papel” “¡No hay que colocar libros!” También le he advertido yo, los correctores de textos ponen hasta comas; solo habrá correctores humanos, como muestra de cariño del escribidor, que lea por primera vez lo escrito.

En el nuevo tiempo habrá que aspirar a otras cosas distintas, ya eso nos hará mejores. Por ejemplo, hay una gran obstinación con regular el teletrabajo, “ha venido para quedarse”, dicen los expertos. El problema no será el trabajar en y desde casa, tantos lo han hecho y sobre todo las mujeres desde siempre. El problema serán los expertos y tener trabajo. En este momento, para ser algo en la vida, hay que ser experto y, más importante, aunque se sea poco experto hay que saber lucir bien el expertise o la pericia. Ser experto es más que un título en el nuevo tiempo, ha pasado a ser una categoría que te coloca en el ser o simplemente en el estar. La frontera entre el ayer y el mañana no es el hoy, son esos personajes que van a tener la última palabra de todo. Ellos nos colocarán en un lugar u otro de la historia.

Hay un amigo mío que dice: Si no eres capaz de hacer un listado de diez expertos en la treintena y en la cuarentena que nos pueden sacar de esto, estás fuera de juego, eres pasado. Esto es importante, no cuenta solo la pericia también la edad. Ergo, si conoces a sabios cincuentones y de ahí para arriba, es como alabar el futbol de Di Stéfano, más o menos. La cuestión no es si hay gente capaz de sacarnos del encasillamiento histórico, de ir del “laberinto al treinta”. Nuestro target ideal es un experto entre treinta y cincuenta, ¡ni uno más ni uno menos!.

Ahora bien,me gustaría saber si este movimiento de young expert knowledge, aparte de ser asintomáticos, son inmunes al Virus de Age To Grow (edad de acrecentar).  No es nuevo, es una pandemia que muchos humanos inoculan y contagian, se da en un momento de la vida, aunque la ciencia no ha determinado el segmento de edad

Los defensores de los expertos creo que se denominarán expertólogos y su ciencia la expertología. Luego está el experto, suele ser un amigo de los anteriores. Volviendo a La Oca, si el experto falla nos vamos directos al pozo y allí esperando a que venga otro y nos saque de él. ¡Lo que no debemos aceptar es que nos quieran cambiar las reglas del juego a mitad de la partida!.

Los expertólogos, insisten que, en el nuevo tiempo, solo valen y se salvarán aquellos que son capaces de mirar siempre hacia adelante. ¡Nunca para atrás! Es muy bíblico, pero igual te puede pasar como a la mujer de Lot y el “zasca” es convertirse en sal. Además, ya se sabe, refugiarse en el pasado es de cobardes. Aunque, nos pongamos como nos pongamos, a todas las generaciones, llegados a un punto, les invade el Síndrome Manrique y entona su propio elogio a la nostalgia y declama con pasión lo de:“cuán presto se va el placer…como, a nuestro parecer, cualquiera tiempo pasado fue mejor”. Este vicio va a ser difícil de quitar, es un gen muy metido, estoy de acuerdo, más que dañino es cansino. No es aprender de la historia… ahora las cosas son diferentes…, es pura ñoñería.

Ahora bien,me gustaría saber si este movimiento de young expert knowledge, aparte de ser asintomáticos, son inmunes al Virus de Age To Grow (edad de acrecentar).  No es nuevo, es una pandemia que muchos humanos inoculan y contagian, se da en un momento de la vida, aunque la ciencia no ha determinado el segmento de edad. Los síntomas deciden que ha llegado el minuto de comenzar a acrecentar pasta gansa. Afecta como el Covid-19 a todo tipo de personas y condición y luego como diría Zorrilla: Por donde quiera que fui, la razón atropellé, la virtud escarnecí, a la justicia burlé, y a las mujeres vendí. Yo a las cabañas bajé, yo a los palacios subí, yo los claustros escalé, y en todas partes dejé memoria amarga de mí…

Mil disculpas. Hace mucho calor. No obstante, si no ha entendido esto, la solución está al alcance de su mano: ¡Contrate un experto!

Gracias. Ya sabe, este verano con la boca tapada, no entran virus.

Tiempo de expertos