viernes. 29.03.2024

¡Ojo! Europa sirve… ¡Vaya si sirve!

Hay mucha gente que prevé que las próximas elecciones europeas tendrán una participación ciudadana bajísima...

Hay mucha gente que prevé que las próximas elecciones europeas se van a distinguir por una participación ciudadana bajísima. Se da por descontado que va a ser así. Siempre lo ha sido y ahora, para más inri, después de todos los varapalos que hemos recibido del continente, en forma de desatenciones financieras, es seguro para muchos que el desprecio por lo europeo es el único pago proporcionado a tanta displicencia. No ha habido muchas señales de cariño por parte de Europa hacia España en particular y hacia los países del Sur y los necesitados  en general. Todo parecía indicar que Alemania y como mucho Francia juegan en otra liga europea y que Grecia, Portugal, Italia y España juegan un una división inferior. Esto produce desencanto. ¡Tantos años anhelando formar parte del continente, y ahora resulta que no nos sentimos atendidos. Claro, en una tesitura de este tipo, es difícil pensar que pueda suscitar interés una elección a nivel europeo.

No obstante, los mensajes que pretenden hacer reparar que aquí hay algo más que  esta lectura, insisten en los cambios que van a tener lugar en la gobernanza de Europa, con una intensificación democrática, no muy del agrado de los populares europeos y más bien tabla de salvación de los demócratas y socialistas que hacen otra lectura bien diferente de la solidaridad entre países y los papeles del Estado y del mercado e, incluso llegan a afectar al trabajo y al capital que tanto dolor de cabeza vienen dando, tanto antes como en estos tiempos recientes. Ciertamente, son tiempos de cambio. Y todo parece indicar que el papel a jugar Europa tiene que tomar carta de naturaleza, por cuanto la multilateralidad es imprescindible para equilibrar un mundo que ha quedado descompensado tras la caída del muro de Berlín, y  ha quedado en una situación francamente mejorable. Aunque solo fuera por ello, las próximas elecciones son importantes.

Pero hay más, según hemos podido recordar esta semana, Europa es algo más, como hemos visto con los acontecimientos bochornosos que, de nuevo, nos han sonrojado de vergüenza ajena. Un tribunal europeo ha venido a venmendar la plana al ejecutivo español al señalar la incompetencia del gravamen del céntimo de euro sanitario. El tribunal de Justicia de la UE dice que el céntimo sanitario es contrario al derecho europeo. Los técnicos de Hacienda calculan que España podría tener que devolver 4.000 millones de euros de los 13.000 recaudados. Y es que, de nuevo, los curritos de a pie, los probos ciudadanos que ponen gasolina sin preocuparse de recoger factura para el futuro, porque algo mal estarán haciendo y ya  se descubrirá en el futuro, que es como debemos hacerlo todo, porque algo de eso hay de verdad, serán los paganos.  Es decir, que la cuadrilla de indocumentados que conforman el gobierno de este país, de las CCAA, el conjunto de técnicos que asesoran, gabinetes jurídicos que informan y sobre todo los políticos que tuvieron la brillante idea y propiciaron esta situación, van a salir de rositas y los paganos van a ser los de siempre.

No es la primera vez que ocurre tal cosa. Recordarán ustedes que en 2012 ya se pronunció el tribunal de justicia europeo contra la ley española sobre los desahucios, afirmando que vulneraba la normativa de la UE , puesto que no protegía los derechos de los consumidores y, muy al contrario, permitía la introducción de cláusulas abusivas que llevaban a "la subasta forzosa de las viviendas". Todo un varapalo capaz de sonrojar a cualquiera, La demanda la interpuso  Mohamed Aziz contra Catalunya Caixa, tras su expulsión forzosa de su vivienda en 2011. Todo un alarde de estulticia por parte de los técnicos implicados y los políticos conniventes e ignorantes.

Tampoco esta es la única ocasión anterior en la que se ha dado el tirón de orejas, por cuanto todo el mundo conoce el resultado final de la doctrina Parot y la larga estela de debates y enconadas posiciones que omiten el hecho sustancial de que vivir en un estado de derecho, inhabilita los genitales y otros, como motores lógicos de deducción. Al final es pura ignorancia o indebida omisión y frívola pertenencia a un continente racionalmente organizado en algunos aspectos, con mucha ventaja a nuestra incipiente democracia.

Claro, que el reverso de la moneda es esperanzador. Europa se está revelando en un papel, no previsto en principio, pero sumamente esperanzador en el desenvolvimiento. Europa vigila, con pasitrote, es cierto, porque es demasiado lenta su acción o iniciativa o respuesta. Pero al final responde cuando se le requiere. Y responde desde unas instancias que suponen que un país, como el nuestro, se ha saltado a la torera directivas de obligado cumplimiento o acuerdos entre estados, fundamentales para la homologación en el colectivo europeo. Europa resulta ser un vigilante capaz de develar los desmanes que cometen con nosotros nuestras incapaces administraciones, gobernadas con poco seso y demasiados componentes de talante íntimo. Es un papel el que juega esta Europa que resulta sumamente interesante, por cuanto sus acuerdos de obligado cumplimiento, ponen coto a los abusos de nuestras administraciones. No nos podemos fiar de las iniciativas de nuestro gobierno nacional, que no necesariamente vela por nuestros intereses, aunque está para ello. Las correcciones europeas, evidencian que se está gobernando contra los intereses de los gobernados. Esto permite ver a Europa como garantía de nuestros derechos.

A ver, pensemos, cuantos derechos nos han laminado. ¿No tendremos en Europa la defensa segura de nuestras desdichas? Si lo piensan, bien seguro que encuentran aspectos en los que, por lógica se ha abusado de nosotros, cuando no, se nos ha castigado indebidamente. Europa espera nuestras  quejas. En esta ocasión, de nuevo ha sido un ciudadano a nivel particular, la empresa Transportes Jordi Besora, S.L., establecida en Montblanc, Tarragona, que abonó por este concepto que ahora se penaliza un total de 45.632,38 euros y que solicita que le sean devueltos. Puede parecer casual, pero de Cataluña surgen las reclamaciones que mayor progreso logran. Yo del gobierno, estaría atento a las jugadas, porque si a nivel individual logran esto, en plan colectivo igual llegan más lejos. Yo estaría atento. En todo caso, las organizaciones de consumidores bien harían dedicándose con más cuidado, intensidad y audacia a descubrir las vías por las que se puede lograr progreso. Hay gentes que a nivel individual, lo logran.  Si hubiera impulso colectivo seguro que se llegaría mucho más lejos. Y eso es bueno para todos. Igual que Europa. ¡OJO! Que sirve,.. ¡ya lo creo que sirve!

¡Ojo! Europa sirve… ¡Vaya si sirve!