sábado. 20.04.2024

Con Grecia

Hay demasiados interesados en que Syriza fracase y eso sesga la valoración que se hace sobre el reciente acuerdo entre Grecia y la UE.

Hay demasiados interesados en que Syriza fracase y eso sesga la valoración que se hace sobre el reciente acuerdo entre Grecia y la UE.

Al Gobierno alemán no le gusta que cuestionen su autoridad. Creo que el Plan A de Merkel era echar del euro a Grecia (algo para lo que “Alemania ya estaba preparada”) pero que no contaba con el apoyo de, por lo menos, los países periféricos. Así es que el Plan B parece ser empujar a Grecia hasta que ellos mismos se vayan.

Al grito de “Grecia debe cumplir sus compromisos” y “Grecia debe pagar toda su deuda”, Alemania, sus satélites y los países rescatados han competido por ver quién es más duro y más exigente. Algún ministro ha llegado al ridículo de ligar la deuda de Grecia con las pensiones en España. Los gobiernos de los países rescatados temen quedar en evidencia si el nuevo Gobierno griego obtiene condiciones mejores de las que ellos obtuvieron en su rescate.

En la cumbre de Madrid, los socialdemócratas han lanzado el mensaje de que “no se debe prometer lo que no se puede cumplir”, como si no hubiese asuntos de mayor calado de los que ocuparse. Temen que la situación política de Grecia sea un mal ejemplo en otros países, por ejemplo aquí, en España.  Así es que si Syriza fracasa, peor para Podemos.

El problema es que, buscando que Syriza fracase, se  consiga agudizar el desastre en Grecia. Por eso desde la izquierda tanto la que simpatiza con Syriza como la que no, haríamos bien en analizar lo que pasa entre Grecia y la UE poniendo por delante lo que conviene al pueblo griego, que, mira por donde, es lo que conviene a España.

Grecia necesita financiación si no quiere caer en la bancarrota. Es decir, necesita un rescate, se llame como se llame. La esencia del rescate consiste en un préstamo con condiciones y con supervisión de los que te prestan.  Lo que Tsipras ha conseguido es una prórroga del rescate actual mientras se consigue un acuerdo más duradero. Las condiciones se han negociado y son claramente mejores que las que había. ¿Ha incumplido Tsipras sus promesas electorales? ¿Mejora el acuerdo alcanzado las condiciones del rescate anterior?

Creo que Syriza se equivocó con la idea de declarar ilegítima la deuda y luego anunciar su impago. Plantearse echar a la Troika de Grecia o anunciar la victoria de Syriza como el fin de la hegemonía alemana en Europa resulta pretencioso. Como se dice en La Venganza de Don Mendo “para asaltar torreones/cuatro quiñones son pocos/hacen falta más quiñones”.

Syriza, además, se ha equivocado de aliados. Para hacer una política que rechace la austeridad, sus aliados naturales son Francia, Italia, etc. y desde el punto de vista de los partidos políticos, la socialdemocracia. El planteamiento del impago de la deuda no solo se ha revelado equivocado, sino que ha sido un estorbo para encontrar los apoyos que Grecia necesita. Syriza ha abandonado el núcleo esencial de su discurso y bien abandonado está. Podemos haría bien en tomar nota y hacer lo mismo.

Por esas y otras razones es claro que Syriza no ha cumplido, por ahora, lo que prometió. Algunas cosas porque eran de imposible cumplimiento. Otras porque se aplazan hasta que escampe un poco y le dejen. Pero no está nada mal  lo que han logrado. Meter en el rescate un plan de ayuda para atender la emergencia social que se vive en Grecia, por ejemplo. O sortear las peores condiciones del vigente rescate. En realidad, la política europea ya ha girado desde la austeridad a machaca martillo, como demuestran la iniciativa del QE, el Plan Juncker o las recientes decisiones de relajar las exigencias de déficit para Francia. Si ese nuevo marco ha ayudado a que las condiciones para Grecia sean mejores, pues mira que bien.

Grecia ha sufrido en esta crisis como nadie. Perder el 25% del PIB es una devastación comparable a lo que provoca una guerra de tamaño mediano. Lo que Grecia necesitaría es un plan de desarrollo y  un plan de emergencia social ambos con ayudas de la UE. Y necesita relajar las condiciones de pago de la deuda para tener un poco de hueco para políticas sociales y de crecimiento.

En eso y en el rechazo a la política de austeridad deberíamos coincidir todos los partidos españoles. A España le interesa y no se entiende que Rajoy y Guindos hayan sido los más beligerantes contra esas propuestas, salvo por la sumisión a Merkel que escenificó Rajoy en Santiago. La derecha patria, como siempre, trabajando contra los intereses de la nación.

Como Tsipras ha dicho, lo peor viene ahora. Ahora es cuando deben implementar políticas que alivien la grave crisis social y que coloquen a Grecia en la senda del crecimiento. Pero da la impresión que están en el buen rumbo.

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