viernes. 29.03.2024

Las batallas de Madrid

Algo de verdad hay en que Madrid anticipa las tendencias que después se observan en el resto del país. 

La cuestión de las alianzas en un mapa político tan fragmentado como el que anuncian las encuestas es una cuestión decisiva que marcará el perfil de cada partido en el futuro inmediato

De todas las elecciones que vamos a celebrar en este año, las elecciones de Madrid (municipales y autonómicas) resultan de especial importancia. La capitalidad da a los resultados madrileños un particular relieve, si bien los resultados de las elecciones catalanas y andaluzas serán más importantes que las madrileñas desde el punto de vista de la dinámica política.

La Comunidad de Madrid es la más poblada de las que concurren a las elecciones autonómicas de Mayo. Pero hay que señalar, también, que, en Madrid, la lucha política y social es más aguda que en otras zonas. El 15M fue, en primer lugar, un fenómeno madrileño. Convertido en un gigantesco plató de televisión, la acampada de Sol irradió su influencia a todas partes, pero los protagonistas salieron de los barrios de Madrid.

Algo de verdad hay en que Madrid anticipa las tendencias que, después, se observan en el resto del país. Como en todas partes, en Madrid se aprecia un avance de los nuevos partidos (Podemos y C´s) en detrimento de los otros. Importará ver cuál es el cambio en el mapa político madrileño, pero también es muy importante observar cómo se recolocan los viejos partidos en el nuevo escenario y esta cuestión está tensionando fuertemente a los “viejos” partidos.

En estos prolegómenos de campaña, se aprecian fuertes conflictos internos en casi todos los partidos que, aunque no tienen un origen común, ni siquiera parecido, pintan un panorama político convulso. El único rasgo común a PP, PSOE e IU en Madrid es que las respectivas direcciones nacionales han aprovechado la elaboración de las candidaturas para tratar de desplazar a las direcciones regionales electas y en ejercicio para sustituirlas por otras más afines. Lo cual ha creado un notable conflicto en cada una de ellas. Pero hasta ahí llegan los parecidos.

IU de Madrid se desangra o, por mejor decir, está siendo concienzudamente desangrada en favor de Podemos. Estamos asistiendo a la segunda escisión que se produce en vísperas de las elecciones, las dos lideradas por quienes acababan de ganar las primarias para encabezar IU. Desde hace tiempo se sabe que Podemos ni se planteaba siquiera una coalición electoral con IU porque pensaban que eso le restaría posibilidades electorales. Sabiendo eso, quienes desde IU se han planteado, ahora, de cara a las elecciones, la convergencia con Podemos solo tienen un camino: entrar en Podemos e irse de IU. Nótese que no se plantea la unión de dos organizaciones sino, simplemente, la incorporación de los militantes de una en la otra con algunos pasos intermedios, si se quiere. Supongo que la cuestión de la convergencia seguirá planteada después de las elecciones generales. Los términos en que se pueda dar vendrán condicionados por los resultados electorales. En previsión de ese futuro, el nuevo líder de IU (que se orienta hacia Podemos con mucha claridad) quiere desplazar a la dirección madrileña de IU, claramente renuente con esa posición. Así es que IU (Federal) entra en la campaña electoral haciendo campaña contra IU (Madrid). No es lo que recomienda el médico. En el resultado electoral, IU-Madrid se juega se propia existencia. Y lo tiene muy difícil.

En el PP la defenestración de Ignacio González trae causa en el fuego amigo ¿Cómo si no se explica el súbito y fulminante rebrote del asunto del ático, revelándose ahora una conversación de hace tres años? A Aguirre le intentaron desplazar de la presidencia del partido en Madrid como contrapartida a la candidatura al Ayuntamiento. Sin éxito por que ella tiene claro que perder el control del partido es perderlo todo. En respuesta, la flamante lideresa no se corta ni un pelo en ir a la manifestación de las víctimas del terrorismo contra su Gobierno y  en arrancar su campaña arremetiendo contra Gallardón. También el PP (Madrid) entra en campaña contra el PP (nacional). Quizás entretenidos en estas anécdotas no percibamos que en el PP se está gestando una crisis que puede estallar después de las elecciones generales, si los sondeos aciertan al predecir un desplome de este partido. En todo caso, es bastante evidente que en el PP hay una posición de derecha dura, fuertemente crítica con Rajoy, de la que Aguirre puede ser la cabeza visible. Rajoy ha hecho una apuesta inteligente y arriesgada ya que si Aguirre gana en Madrid, el PP (nacional) salva los muebles en las municipales. Y si pierde, la lideresa será defenestrada, descabezando la posible oposición.  Pero es una apuesta arriesgada porque que si Aguirre termina siendo alcaldesa de Madrid su  papel en el PP puede crecer hasta  ser una posible alternativa.

En el PSOE madrileño la destitución de Tomás Gómez tiene una clara intención orgánica. Por eso no solo apartaron a Tomás Gómez de la candidatura sino que, además, disolvieron todos los órganos, Ejecutiva y Comité Regional incluidos. La purga ha seguido por Parla, cuyo candidato electo en primarias ha sido declarado “no idóneo”. Y, con toda seguridad, continuará con las listas. Se trata de crear, manu militari, una nueva mayoría orgánica en vista a lo que vendrá después de Mayo.

En el plano electoral, los primeros pasos del candidato Gabilondo se han dirigido a “marcar territorio” respecto del PSOE. Ha empezado reivindicando su independencia respecto del PSOE para avisar que  la decisión sobre las alianzas postelectorales le corresponderá a él y que no descarta ninguna opción.  En el discurso electoral tampoco se sujetará a lo que ha venido haciendo el PSM hasta ahora. Es como si en lugar de ser independiente encabezando las listas del PSOE promoviera una “lista Gabilondo” en la que se incluirán algunos miembros del PSOE. Y tiene su lógica porque si el PSM no ha encontrado a nadie “idóneo” entre sus filas para encabezar la lista ¿qué de extraño tiene que el candidato independiente exprese públicamente su recelo con el partido y procure tomar distancias de él?

La cuestión de las alianzas en un mapa político tan fragmentado como el que anuncian las encuestas es una cuestión decisiva que marcará el perfil de cada partido en el futuro inmediato.

Las batallas de Madrid