viernes. 19.04.2024

El acuerdo Psoe-Ciudadanos

Es una pena que no hayan avanzado más las negociaciones entre PSOE y Podemos aunque no sea más que para hacer evidentes los puntos de acuerdo y de desacuerdo. 

Tras muchos días de negociación, el PSOE cerró un acuerdo con Ciudadanos para la investidura de Pedro Sánchez.

Es evidente que un pacto entre partidos distintos no puede consistir en el programa electoral de uno de ellos. Seguramente entre los dos partidos habrá coincidencias, pero también discrepancias y es normal que uno se oponga a ciertas propuestas del otro con el resultado de que no figuren en el programa conjunto. En otros casos se puede llegar a una solución de compromiso que suponga una posición intermedia. En tales casos no hay “incumplimiento del programa electoral”, sencillamente porque no se ha logrado mayoría suficiente para llevarlo adelante y se trata de acordar otro programa distinto al que se propuso a un electorado que no lo ha votado suficientemente para llevarlo adelante.

Desde el PP se ha denunciado el acuerdo alcanzado como una claudicación de Ciudadanos ya que el acuerdo “contiene el 90 % del programa del PSOE”.

Desde Podemos se ha denunciado el acuerdo como una claudicación del PSOE no ya ante Ciudadanos, sino ante el PP porque supone la “continuidad de las políticas del PP”.

Ninguno de los dos tiene razón. El acuerdo alcanzado no es, por supuesto, la continuidad de las políticas de recorte del gasto público (hay una subida moderada) ni de recorte de derechos y libertades que es la esencia de lo que hizo el PP en la pasada legislatura. Hay la reversión de algunas medidas de la pasada legislatura y la modificación parcial de otras. Pero, desde luego, no es la continuidad de lo que hizo el PP, ni de lejos.

Tampoco representa, como dice el PP, deshacer por completo su obra, aunque sí que hay rectificaciones importantes.

Para Ciudadanos, el acuerdo es el inicio de una nueva transición. Nada más lejos de la realidad. Las reformas planteadas son de escasa importancia y alguna de ellas necesita más maduración y más consenso para ser llevada a cabo. Otras, de mayor calado, se remiten a futuros y más amplios acuerdos.

Visto en conjunto, el acuerdo no está mal para ser un acuerdo entre izquierda y derecha, pero se queda corto en relación a lo que es necesario para reparar los daños de la crisis y, sobre todo, para enfrentarse a lo que viene. En todo caso, es un acuerdo que no despierta el entusiasmo de nadie.

Pero la cuestión que todos discuten no es si este es el acuerdo adecuado para el momento que vivimos. Todo el mundo da por hecho que el acuerdo no servirá para lograr la investidura de Sánchez. Consultar a las bases sobre un acuerdo que, de antemano, se sabe que no va a tener apoyos suficientes en las Cortes no sirve para nada.

Sánchez se propuso buscar acuerdos a “derecha e izquierda” y tan solo ha conseguido el acuerdo con Ciudadanos, es decir, a la derecha. Por la izquierda, se han juntado el hambre y las ganas de comer. Por parte del PSOE es evidente que una parte de su dirección es contraria a gobernar con Podemos. Por parte de Podemos es cada vez más claro que no ha buscado el acuerdo, sino que más bien ha hecho todo lo posible por imposibilitarlo.

Pero aunque no sirva para alcanzar la investidura el acuerdo puede ser útil para PSOE y para Ciudadanos. El PP votará en contra de la investidura de Sánchez no por el contenido del acuerdo sino porque no es Rajoy quien se somete a la investidura. Podemos tiene más complicado explicar su voto en contra. Volver al discurso del “régimen del 78” cuando en el acuerdo no está el PP y cuando se ha propuesto una coalición de gobierno al PSOE no es tan fácil. A la postre, en unas Cortes tan fragmentadas, en las que es imprescindible alcanzar acuerdos para gobernar, el PP y Podemos transmiten la idea de que son incapaces de acordar con nadie.

Es una pena que no hayan avanzado más las negociaciones entre PSOE y Podemos aunque no sea más que para hacer evidentes los puntos de acuerdo y de desacuerdo. Parece que Podemos quiere retomar la negociación con el PSOE una vez pasada la investidura, pero eso no va a ser tan sencillo. El PSOE no puede aparecer con un acuerdo con Ciudadanos hoy y con otro muy distinto con Podemos mañana. Habrá que esperar a ver como se plantean las cosas en la sesión de investidura.

El acuerdo Psoe-Ciudadanos