jueves. 28.03.2024
seguros hogar

Los seguros de hogar están en auge y lo cierto es que no es de extrañar. No en vano, la pandemia nos ha obligado a permanecer más tiempo en nuestras casas e incluso a teletrabajar desde ella. También se ha convertido en el parque de juegos más habitual de nuestros hijos y, por supuesto, en nuestro restaurante particular e incluso sala de cine.

Por lo tanto, infinidad de actividades que realizábamos fuera de nuestro hogar, ahora se han trasladado a su interior. Tanto es así que el porcentaje de contratación de seguros de hogar se ha incrementado en los últimos meses pues somos más conscientes de sus puntos más vulnerables y buscamos tranquilidad en nuestra rutina diaria.

Aunque un 24 % de los españoles todavía se resiste a contratar un seguro de esta clase, pues prefiere asumir el riesgo de un siniestro que abonar una cuota fija por este servicio, es cierto que este producto cada vez resulta más popular, sobre todo dada la coyuntura actual.

Viviendas en España con seguro de hogar

En concreto, en España contamos con 25 millones de viviendas y 19,6 millones de ellas ya disponen de un seguro de hogar. Ten presente que, según los datos, el coste medio de reparar una gotera es de 330 euros, pero una prima de seguro puede costarnos 153 euros y, en consecuencia, resulta más ventajoso contar con una póliza para solventar muchos de los percances del hogar.

De esta manera, estos seguros nos han brindado cobertura en el caso de sufrir problemas informáticos. Cabe destacar que el teletrabajo se ha implantado en un gran número de empresas y los trabajadores se han visto expuestos a averías informáticas de urgente resolución. Así, las pólizas suelen ofrecer servicios de asistencia telefónica remota, recuperación de datos, rastreo de ordenadores perdidos o robados, además de servicio de manitas tecnológico... 

¿Y qué pasa con las segundas residencias?

Pero también los seguros de hogar para segundas residencias han acaparado toda nuestra atención dado que –las continuas restricciones y cierres perimetrales– nos han impedido acercarnos a ellas a conocer de primera mano su estado.

En este sentido, se han vuelto más vulnerables a los robos y en el objetivo constante, por lo tanto, no solo de ladrones, sino también de posibles ocupaciones ilegales o actos vandálicos.

No podemos olvidar tampoco que estas residencias se encuentran desocupadas la mayor parte del año y esta circunstancia las hace más sensibles a averías como fugas de agua o fallos eléctricos provocados por la falta de mantenimiento y que, dada la ausencia de los propietarios, pueden pasar inadvertidas hasta que el destrozo ha adquirido cierta envergadura.

Los seguros de hogar, los imprescindibles de la pandemia