jueves. 28.03.2024
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Sin lugar a ninguna duda, los problemas de fontanería son de lo más engorroso en casa, porque, además de tener que arreglarlos, implican también los destrozos que pueda causar el agua, o sustos en la factura por un exceso de consumo por un grifo que pierde o por un escape. Son problemas puntuales, pero siempre suelen ceñirse a una serie de problemas muy comunes que vamos a explicar.

Atascos en las tuberías

Se trata de uno de los problemas más frecuentes con los que nos podemos encontrar, y generalmente son causados por los deshechos que de manera voluntaria (restos de comida en el fregadero, aceite o toallitas) o de manera involuntaria (el cabello) caen en el desagüe y pasan a la tubería, lo cual provoca que ésta trague cada vez menos agua.

Mucha gente utiliza remedios caseros como lejía caliente o compra desatascadores domésticos en el supermercado, pero lo cierto es que, en función del atasco, es más que posible que tengamos que acudir a un fontanero que dispone de herramientas (como sondas para desatascar) y productos mucho más eficaces y eficientes.

Cisterna estropeada

La acumulación de cal y el efecto del agua que oxida las piezas metálicas del sistema de cisterna del WC acaban provocando que éste no funcione bien y se quede atrancado. Otras veces es que el sistema de boya que mide el nivel del agua y para su entrada se ha atascado. En el primer caso, es conveniente cambiar el sistema y, en el segundo, simplemente hay que soltar la boya para que vuelva a funcionar.

¿Por qué es conveniente acudir a un fontanero en el primer caso? La respuesta es muy sencilla: cada fabricante tiene un sistema diferente para las cisternas y, en muchos casos, los sistemas “universales” que venden en las ferreterías pueden no ser los óptimos para determinados modelos, de manera que se pueden seguir produciendo pérdidas de agua que van a repercutir en nuestra factura del agua.

Grifos que gotean

Esta es otra de las averías más comunes de fontanería en el hogar y suele estar relacionado con la antigüedad de los grifos, la utilización de piezas de recambio no adecuadas a un determinado modelo o una mala instalación. 

Los hay que intentan cambiar las gomas interiores de los grifos y conservar un grifo que ya no está en buen estado de funcionamiento, por lo que el problema puede persistir, para acabar cambiando el grifo, lo cual hubiera sido la mejor solución desde buen principio.

Grifos con cal u oxidados

De igual manera que el sistema de la cisterna se acaba estropeando por la cal del agua y el óxido que provoca en los más antiguos, estos problemas también son habituales en los grifos. La acumulación de cal es habitual en las alcachofas de las duchas, dado el uso intensivo que se le da y los pequeños orificios que la componen. Una vez se ha obstruido por la cal, es complicado que vuelva a funcionar bien, por lo que es conveniente cambiarlo. Para darle más vida, se recomienda ir limpiando con antical con cierta frecuencia para que la alcachofa tenga una vida más larga.

Los grifos más modelos son de acero inoxidable y ello le da más vida respecto a la oxidación que genera el agua. En las viviendas cercanas al mar, con grifos antiguos este problema se agrava. Lo conveniente es sustituir estos antiguos grifos por otros más modernos, que podemos incluso encontrar con diseños “a la antigua” si no se quiere romper la estética de allí en donde esté instalado.

Mal olor de las tuberías

La acumulación de desperdicios en tuberías y bajantes puede provocar también otro problema habitual de fontanería. Al descomponerse pueden generar malos olores. En este caso, la solución pasa por un lado, por llevar una mejor gestión de los residuos domésticos, evitando echar restos al fregadero. También es recomendable quitar el tapón del sifón y limpiar su interior de manera regular (una vez al mes).

Escapes

Otra avería común y que muchísimas veces es indetectable son los escapes. De repente, un día recibimos una factura muy alta del agua, o, directamente, a nuestro vecino le ha aparecido una mancha de humedad o tiene su piso lleno de agua. En este caso, al igual que muchos de los que hemos hablado con anterioridad, es necesaria la presencia de un fontanero de urgencia.

Vemos la necesidad de tener a mano un profesional. Si vives en la Ciudad Condal y necesitas un fontanero en Barcelona, ten siempre a mano un contacto, porque, si bien en muchos casos, podemos arreglar la avería de manera más tranquila, si sufres un escape es imprescindible solucionarlo de inmediato.

Recuerda también que estos profesionales disponen de las herramientas y los materiales adecuados, además de experiencia y formación para una reparación definitiva y con garantía.

Los problemas de fontanería más frecuentes