No hay duda de que el respeto por la sostenibilidad, el cuidado del medio ambiente y la reducción de las emisiones del CO2 forman ya parte del día a día de la sociedad. Y, por tanto, de las empresas. Todas, de un modo u otro, están trabajando y llevando a cabo iniciativas para reducir el consumo energético y las emisiones, al tiempo que ahorran en gastos superfluos como puede ser el papel.

De todas las industrias, la del automóvil es una de las que más está viéndose afectada por estos nuevos hábitos sostenibles y está siendo una de las que más está innovando para hacer frente a los nuevos retos. Las constantes sanciones por exceso de emisiones de los motores, la restricción del tráfico de los vehículos más contaminantes en algunas de las ciudades más importantes y el apoyo de las administraciones públicas están dando al vehículo eléctrico algunas de las consecuencias del cuidado por el medio ambiente.

Por ello y dentro también del sector automovilístico, los fabricantes de neumáticos también están haciendo importantes esfuerzos en innovar y crear nuevos productos más sostenibles y eficientes. En este sentido, cabe destacar que las compañías de neumáticos han sido desde siempre unas grandes innovadoras y las que han jugado un papel esencial a la hora de reducir los siniestros en las carreteras, ya que el neumático es una de las partes más importantes del vehículo al estar en contacto con la carretera.

Por ello y dentro de esta línea de innovación, los fabricantes llevan años investigando e innovando para crear neumáticos cada vez más eficientes y ecológicos, que ayuden a reducir las emisiones gracias a la utilización de materiales reciclados o sostenibles. Como ejemplo de este trabajo se encuentra la realidad de que Michelin desarrolla neumáticos cada vez más ecológicos.

En concreto, una de las últimas noticias que ha salido de esta factoría es su decisión y compromiso de que sus neumáticos sean 100% sostenibles para el año 2050. Según informó la compañía a través de un comunicado de prensa, la empresa cumplirá este objetivo gracias al trabajo desarrollado anteriormente bajo el concepto VISIÓN que, presentado en 2017, hace referencia a un prototipo de neumático sin aire, conectado, recargable y ecológico.

Más de 6.000 personas trabajando en I+D+i

Michelin cuenta con más de 6.000 personas trabajando en siete centros de investigación y desarrollo en todo el mundo. Con más de 350 áreas de especialización, los trabajadores de la compañía han realizado hasta 10.000 patentes diferentes relacionadas con sus neumáticos que abarcan el diseño y la fabricación de los mismos.

En la actualidad, los neumáticos fabricados por Michelin ya contienen cerca de un 30% de materias primas naturales, recicladas o sostenibles. Según señalan desde la empresa, el elemento principal de sus neumáticos es el caucho natural, pero también incorporan en los neumáticos caucho sintético, metal, fibras y otros componentes que refuerzan la estructura, como el negro de carbono, sílice o plastificantes (resinas). “Todos estos materiales combinados interactúan para ofrecer el equilibrio óptimo entre prestaciones, facilidad de conducción y seguridad, al tiempo que reducen el impacto medioambiental del neumático”, explican desde la empresa.

Dentro de esta línea de innovación para la sostenibilidad, Michelin participa en el consorcio europeo BlackCycle que reúne a 13 entidades del sector público y privado para diseñar procesos de producción de neumáticos nuevos a partir de cubiertas fuera de uso.

Continental también apuesta por el “verde”

Además de Michelin también hay otras compañías que han entrado de lleno en la producción de neumáticos sostenibles. Continental anunció el año pasado que iba a agrupar todas las actividades y proyectos en un nuevo departamento de sostenibilidad y que forma parte de su programa estratégico ‘Vision 2030’. Una estrategia que gira en torno a cuatro pilares: acciones para mitigar los efectos del cambio climático, movilidad sostenible, economía circular y cadenas de suministro sostenibles.

Para conseguirlo, la empresa tiene como uno de sus objetivos prioritarios alargar la vida útil del neumático mediante el recauchutado (reciclaje). Además, quiere reducir la huella de carbono al minimizar las importaciones de caucho y obtener el producto de lugares más cercanos a sus factorías.

Además y gracias al proyecto Taraxagum de Continental y el Instituto Fraunhofer de Biología Molecular y Ecología Aplicada (IME), Continente empezará a utilizar caucho natural de diente de león, una solución que puede utilizarse para la producción de neumáticos de motocicletas, automóviles y vehículos comerciales.