sábado. 20.04.2024
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La cadena de producción y distribución de la industria de la moda tiene un severo impacto ambiental, ético y social.

Hasta el 10% los insecticidas del mundo se dedican al cultivo de algodón. Esta práctica emplea abonos químicos y usa hasta 20.000 litros de agua por cada kilogramo.

El consumo energético y de recursos naturales es devastador. Se generan emisiones de gases de efecto invernadero, también tienen condiciones laborales deficientes. ¿Es posible cambiar esta realidad? La eco-moda nace como un movimiento, que busca crear conciencia sobre las terribles consecuencias de la industria textil para transformarla.

¿Qué es la moda ecológica?

La moda ecológica, también llamada “slow fashion”, “moda sostenible” o “eco moda” es una tendencia que nace aproximadamente en los años 80. Su misión es la de fomentar el uso de textiles generados a partir de fibras naturales.

Trabaja con ciclos de producción respetuosos con los terrenos de cultivo. Vela por la no utilización de productos tóxicos y protege los derechos laborales y salarios dignos de sus trabajadores.

La ropa sustentable se produce minimizando y planificando las emisiones de carbono y otros derivados que causan el efecto invernadero. La eco moda defiende la ausencia total de plásticos y productos potencialmente contaminantes. También incorpora el uso de tintes ecológicos para la impresión de los estampados y teñido de los tejidos. 

¿Cómo se distingue una prenda de ropa sostenible?

Las certificaciones de garantía de sostenibilidad son las únicas que pueden asegurar la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y los aspectos medioambientales de la fabricación. Estas se encuentran habitualmente en las etiquetas para ropa, los clientes también pueden dirigirse a tiendas especializadas en este campo. Algunas de las certificaciones más importantes del mundo son: Global Organic Textile Standard (GOTS), Textile Exchange, entre otros. 

En el mercado existen múltiples marcas comprometidas con el slow fashion. Sus propuestas son innovadoras, de alta calidad y tienen un increíble valor estético. “Anguè Anguè” es una iniciativa de Barcelona, liderada por la diseñadora Anna Aromir. Ofrece prendas para niñas y niños entre los 0 y 12 años. Los ejemplares son suaves y resistentes, están hechos en algodón orgánico. 

“Cruca” es una línea madrileña que fusiona el diseño y el arte. Realiza accesorios y ropa para mujeres y  sus piezas son artesanales y elegantes. Se caracteriza por ofrecer artículos atemporales y fuera de lo común. Su propuesta es irregular e irreverente. 

“Green Forrest” se dedica a producir prendas para caballeros. También está la marca “La Bella Solera” concentrada en confeccionar artículos veganos y unisex, con mucho estilo. Genera conceptos básicos y sencillos para todos los gustos. “Startup Indianes” realiza zapatos éticos y ecológicos con un look casual. También hay otro tipo de emprendimiento respetable con el medio ambiente como el que ofrece “Iaos”, “Firifiri”, “Organic Passion Lingerie” y muchos más. 

Tipos de textiles ecológicos

Existe una variedad de tejidos que son beneficiosos para la piel, la salud y el planeta. Se trata de opciones con llamativas texturas y con nobles cualidades. Gracias a ellos no hay límites para crear looks inolvidables sin ir en detrimento de la naturaleza. 

A continuación una pequeña selección de algunas de estas alternativas textiles

  • Algodón reciclado: Es la opción más respetuosa y sostenible de todos los procesos. Es muy similar al orgánico, está disponible en una amplia paleta de colores. 
  • Bemberg™: Está fabricado con la fibra celulosa pura, que envuelve las semillas del algodón. Destaca por tener un tacto más liso y suave que la piel. 
  • Bambú: Es antibacteriano y biodegradable. Tiene una apariencia parecida a la viscosa clásica que se obtiene de esta planta. Es un efectivo protector contra los rayos ultravioleta del sol, también es un eficiente regulador termal: se mantiene fresco en verano y cálido en invierno. Es antialérgico y no cuenta con agentes irritantes para la piel. 
  • Leche: El tejido de leche tiene un aspecto brillante parecido al de la seda morena. Es muy recomendado para pieles atópicas. Se puede utilizar sólo en combinaciones con lana, algodón, seda o cashmere. Tiene 15 tipos de aminoácidos y nutrientes. 
  • Lana merino: Está compuesta por fibras más delgadas que la lana común. Se obtiene de las ovejas merinas de Nueva Zelanda. Absorbe la humedad, es térmica y repele el agua. Es ideal para confeccionar piezas destinadas para las actividades al aire libre. 
  • Lino: Es fresca, resistente y versátil. Se trata de la fibra textil más antigua de la historia, muy popular para los diseños de verano. 

Igualmente hay otros productos como el “Matuba Bark”, el cuero de seta o “Muskin”, seda de paz, “Piñatex”, Tencel y muchos más.

Ventajas de la moda “Slow Fashion”

Este movimiento no sólo promueve un consumo justo y responsable, con productos elaborados en óptimas condiciones sociales. También proporciona beneficios para sus usuarios: 

  • Sus prendas cuentan con una mayor durabilidad. 
  • Los diseños son más transpirables. 
  • Su calidad está por encima de los artículos no ecológicos. 
  • Evitan las alergias.

Conciencia a través de la moda