Ni pone en riesgo el agua en Madrid ni supone ningún boicoteo al sistema de abastecimiento. Colectivos ecologistas han respondido de forma contundente a la presidenta madrileña tras el recurso anunciado contra el Plan Hidrológico del Tajo.
La última arremetida de Isabel Díaz-Ayuso contra el Gobierno de Pedro Sánchez va del agua, de la guerra del agua. Mientras su compañero de filas, el presidente andaluz Moreno Bonilla, firmaba un acuerdo con el Ejecutivo central para la protección y desarrollo de Doñana, la presidenta de la Comunidad de Madrid iba nuevamente por libre en relación a su partido con la decisión de llevar al Tribunal Supremo el nuevo plan.
Ante este nuevo órdago, colectivos ecologistas han salido a desmentir las declaraciones de Ayuso sobre las supuestas repercusiones negativas del plan para la región de Madrid. Afirman que el recurso no tiene “ningún fundamento jurídico ni técnico” y que las palabras de la dirigente ‘popular’, “están completamente alejadas de la realidad” y “pueden provocar una alarma social del todo injustificada”.
El sistema de abastecimiento de Madrid no está comprometido y sí garantizado tanto desde el punto de vista legal como desde el punto de vista de infraestructuras disponibles
En un comunicado, las asociaciones ARBA, Asociación Ecologista del Jarama El Soto, Ecologistas en Acción de la Comunidad de Madrid, GRAMA, Liberum Natura y Jarama Vivo, aseguran que el plan hidrológico “no pone en riesgo el agua de Madrid ni supone ningún boicoteo al sistema de abastecimiento”.
Más bien todo lo contrario al garantizar dicho abastecimiento, como el del resto de las poblaciones de la cuenca como establece la legislación de aguas. “El abastecimiento a poblaciones es el uso prioritario frente al resto de usos según la Ley de Aguas”, recuerda y explican que la demanda urbana de las poblaciones abastecidas por el Canal de Isabel II está situada en 510,3 hm3/año, mientras que las presas gestionadas por del Canal de Isabel II tienen un volumen de embalsamiento de 943,6 hm3/año.
Los colectivos afirman que tampoco “pone trabas a los trasvases para el abastecimiento”, ni supone “ningún obstáculo a la planificación”, ya que la Comunidad de Madrid “no tiene ninguna potestad en cuanto a la planificación de las cuencas hidrográficas de su territorio”, una atribución que corresponde al Estado según la ley de Aguas.
Para los ecologistas, llama especialmente la atención que Díaz-Ayuso denuncie que el plan es un obstáculo para el cumplimiento de los requisitos de depuración, puesto que las depuradoras del Canal de Isabel II “son los principales responsables de la contaminación de los ríos madrileños y del incumplimiento de los objetivos ambientales de la Directiva Marco del Agua”.
