viernes. 29.03.2024
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El envío a la atmósfera de estos gases produce una elevación de la temperatura, similar a la que se da dentro de un invernadero, lo que provoca el calentamiento global del planeta

Las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando en España. Según datos recogidos por la Fundación Aquae, los GEI aumentaron en 2017 un 4,4%, respecto a 2016, hasta situarse en 340 millones de toneladas, lo que representa el mayor aumento interanual desde 2002, alejando así a España de sus objetivos en la lucha contra el cambio climático.

Dichos objetivos vienen marcados por los compromisos adquiridos por nuestro país en el marco de la Unión Europea que fijan una reducción de los GEI de un 20% en 2030, y y un 80%, en 2050, respecto a los niveles del año 1990 (327,5 millones de toneladas).

La Fundación Aquae ha analizado los sectores de actividad donde las emisiones de GEI se incrementaron considerablemente en nuestro país durante 2017: en el sector eléctrico representan el 21% de sus emisiones (han aumentado un 18,8% respecto a 2016); en el sector industrial representan el 19% (un 4,2% más); en el transporte terrestre representan el 26% (un 2,5% más); y en la agricultura representan el 10% de sus emisiones (un 2,9% más).

Los GEI son gases que forman parte de la atmósfera natural y antropogénica (emitidos por la actividad humana). El dióxido de carbono (CO2) supone el 81% de las emisiones totales de GEI, seguido del metano (CH4), que representa el 11%.

El CO2 es el principal responsable del efecto invernadero. Su concentración en la atmósfera se debe al uso de combustibles fósiles para procesos industriales y medios de transporte. Su emisión procede de todo tipo de procesos de combustión: petróleo, carbón, madera o bien por las erupciones volcánicas. Por su parte, el CH4 tiene su origen en las fermentaciones producidas por bacterias anaerobias especializadas que se encuentran en zonas pantanosas, cultivos como el arroz y en las emisiones desde el tracto intestinal del ganado. También se produce por los escapes de depósitos naturales y conducciones industriales.

El envío a la atmósfera de estos gases produce una elevación de la temperatura, similar a la que se da dentro de un invernadero, lo que provoca el calentamiento global de nuestro planeta.

Según explica Mikel de Pablo, responsable de proyectos de Fundación Aquae, “para que España consiga reducir sus emisiones de GEI de cara a los próximos años necesita impulsar considerablemente las medidas de eficiencia energética y el nivel de penetración de las energías renovables”.

REDUCIR EL CO2

“Todos podemos contribuir a reducir el CO2 con hábitos como usar menos nuestro coche privado (conducir 50 km menos cada semana reduce en 450 kg. la emisión de CO2); aumentar nuestra eficiencia energética (ajustar el termostato 2 grados menos en invierno y 2 grados más en verano reduce la emisión de CO2 en 900 kg); consumir energía renovable; e incluso siguiendo una dieta con baja huella de carbono (los alimentos son responsables de, al menos, el 20% de los GEI) y consumiendo productos de proximidad y de temporada”, asegura De Pablo.

Plantar árboles también es una medida efectiva para paliar el cambio climático ya que estos actúan como "sumideros de carbono", es decir, retienen el CO2.

En este marco, se encuentra el proyecto ‘Sembrando Oxígeno’ de Fundación Aquae, que ya ha plantado más de 8.000 árboles en diferentes puntos de la geografía española. La última plantación ha tenido lugar este mes en Avilés, donde se han creado dos jardines botánicos formativos que eliminarán 19 toneladas de CO2 en los próximos 40 años.

INFOGRAFIA2

Fuente: Fundación Aquae

Conducir 50 km menos cada semana reduce en 450 kg la emisión de CO2