jueves. 02.05.2024

El miedo es una emoción universal adaptativa, pero las reacciones excesivas de miedo pueden ser perjudiciales para el funcionamiento psicológico y social de los individuos. Las disfunciones resultantes de una mala regulación del miedo caracterizan los trastornos de ansiedad y el trastorno de estrés postraumático (TEPT), donde los tratamientos clínicos conductuales se basan en el concepto de extinción del miedo (es decir, aprendizaje de seguridad). Dado que se han identificado déficits en la extinción del miedo en estas psicopatologías, la extinción alterada puede promover el mantenimiento de los síntomas de ansiedad.

Los trastornos relacionados con la ansiedad y el estrés son más comunes en las mujeres, pero nuestra comprensión de esta elevada vulnerabilidad es limitada. Esta brecha de conocimiento se debe en parte a la exclusión de las mujeres en las ciencias animales y humanas. De hecho, la investigación sobre la ansiedad se ha orientado hacia los hombres, el llamado fenómeno del "sesgo masculino". A partir de 2012, menos del 2% de las publicaciones relacionadas con el miedo se realizaron en cerebros femeninos. Este sesgo sigue siendo evidente en investigaciones recientes en las que el 65% de los modelos preclínicos de ansiedad de 2021 se estudiaron solo en hombres. La infrarrepresentación femenina se debe principalmente a la suposición de que las fluctuaciones de las hormonas sexuales conducirían a una mayor variabilidad en los resultados.

­El miedo es una emoción universal adaptativa, pero las reacciones excesivas de miedo pueden ser perjudiciales para el funcionamiento psicológico y social de los individuos

Más de 150 millones de mujeres en todo el mundo usan anticonceptivos orales. Se sabe que las hormonas sexualesmodulan la red cerebral involucrada en los procesos de miedo. Los anticonceptivos orales combinados (AOC) son el tipo más común de anticonceptivos, y están compuestos de estrógeno sintético con progestágenos. Estas hormonas exógenas se unen a los receptores de estrógeno y P en las regiones cerebrales involucradas en el eje HPG (eje Hipotálamo/Gonadal), suprimiendo así la secreción de hormonas sexuales a través de la retroalimentación negativa. 

En particular, la disminución de los niveles endógenos de estrógenos E 2 (ya sea que ocurra naturalmente durante la fase folicular temprana del ciclo menstrual o inducida por el uso de AOC) es un factor clave que contribuye al mantenimiento del miedo, como se evidencia utilizando protocolos de condicionamiento y extinción del miedo. A nivel neuronal, se sabe que las hormonas sexuales modulan la red cerebral implicada en los procesos de miedo. Las principales regiones cerebrales de los circuitos del miedo incluyen la amígdala, el hipocampo, el hipotálamo, la corteza insular anterior (AIC), la corteza cingulada anterior dorsal (dACC), la corteza cingulada anterior rostral (rACC) y la corteza prefrontal ventromedial (vmPFC). En particular, la amígdala, el hipocampo y la vmPFC expresan altos niveles de receptores de hormonas sexuales y, como tales, proporcionan información sobre cómo las hormonas sexuales ejercen su influencia sobre el miedo.

Un equipo de investigadores en Canadá ha estudiado los efectos actuales y duraderos del uso de AOC, así como el papel de las hormonas sexuales sintéticas y producidas por el cuerpo en las regiones cerebrales relacionadas con el miedo, los circuitos neuronales a través de los cuales se procesa el miedo en el cerebro.

En este estudio, se muestra que las mujeres sanas que actualmente usan AOC tenían una corteza prefrontal ventromedial más delgada que los hombres. Se cree que esta parte de la corteza prefrontal sostiene la regulación de las emociones, como la disminución de las señales de miedo en el contexto de una situación segura. El resultado de esta investigación puede mostrar un mecanismo por el cual los AOC podrían afectar la regulación de las emociones en las mujeres.

Más de 150 millones de mujeres usan anticonceptivos orales. Se sabe que las hormonas sexuales modulan la red cerebral involucrada en los procesos de miedo

El equipo de investigación reclutó a mujeres que actualmente utilizaban AOC; mujeres que usaban AOC previamente pero no lo hacían en el momento del estudio; mujeres que nunca usaron ningún tipo de anticonceptivo hormonal; y hombres.

La comparación de estos grupos permitió a los investigadores ver si el uso de AOC se asociaba con alteraciones morfológicas actuales o a largo plazo, así como detectar diferencias sexuales, ya que se establece que las mujeres son más susceptibles que los hombres a experimentar trastornos relacionados con la ansiedad y el estrés.

Se encontró en el estudio una reducción del grosor cortical de la corteza prefrontal ventromedial en las usuarias de AOC en comparación con los hombres, este resultado sugiere que los AOC pueden conferir un factor de riesgo para los déficits de regulación emocional durante su uso.

Sin embargo, los impactos del uso del AOC podrían ser reversibles una vez que se suspenda la ingesta de estos. Dado que el efecto de vmPFC encontrado en los usuarios actuales no se observó en los usuarios anteriores, los hallazgos no respaldaron los efectos anatómicos duraderos del uso de AOC. 


Datos clave del estudio:

1. Las mujeres que actualmente usan AOC mostraron un vmPFC más delgado en comparación con los hombres, lo que sugiere posibles problemas de regulación emocional durante el uso.

2. El estudio sugiere que el impacto del uso de AOC en la anatomía del cerebro puede ser reversible después de la interrupción, lo que indica que no hay efectos anatómicos duraderos.

3. Se necesita más investigación para comprender los posibles efectos duraderos de los AOC, especialmente en lo que respecta a la edad de inicio y la duración del uso.

Por último, compartir esta reflexión de Octavio Paz: “Erotismo y poesía: el primero es una metáfora de la sexualidad, la segunda una erotización del lenguaje”.

Toma de anticonceptivos y disregulación de la emoción del miedo