jueves. 28.03.2024

La iniciativa pretende dar a conocer el sufrimiento de los más de 9.000 españoles que pasaron por los campos nazis. Cerca de 5.500 fueron asesinados en ellos

Un agujero en el tiempo creado gracias a las nuevas tecnologías permite desde la pasada madrugada conocer lo que ocurría, a estas horas pero hace más de 70 años, en el campo de concentración nazi de Mauthausen. Un deportado murciano, Antonio Hernández Marín, está tuiteando desde anoche sus vivencias en el campo de concentración de Mauthausen.

La iniciativa ha partido del periodista Carlos Hernández, sobrino de Antonio Hernández y autor del libro Los últimos españoles de Mauthausen que acaba de publicar Ediciones B. El objetivo es que la sociedad española conozca la historia de los más de 9.000 compatriotas que pasaron por los campos nazis.

En tiempo “real”

Quienes sigan la cuenta de Twitter de Antonio Hernández, @deportado4443, comprobarán que sus tuits son escritos en el día y a la hora en que ocurrieron realmente, siete décadas atrás. Su narración comenzó a las 00:00 horas del 22 de enero. Para Antonio era 1941, para nosotros es 2015. En esos instantes, se encuentra con más de 750 españoles en el campo de prisioneros de guerra de Trier en Alemania. Él no lo sabe, pero faltan pocas horas para que le envíen a Mauthausen.

Antonio Hernández relatará su viaje de tres días hacia el campo sin agua ni comida, a bordo de un tren destinado al transporte de ganado. A su llegada a Mauthausen, recibió el número de prisionero 4.443. En mensajes de 140 caracteres, Antonio narrará las torturas a las que eran sometidos por los nazis,  las ejecuciones, los suicidios… También publicará fotos reales que pueden ayudar a comprender mejor el sufrimiento que tuvieron que soportar los españoles. 

Esta iniciativa va a durar algo más de tres meses en los que se resumirá su vida y la del resto de deportados españoles. El desenlace se producirá el 5 de mayo de 1945/2015, cuando Antonio contará como Mauthausen fue liberado por los soldados norteamericanos que liberaron el campo.

Una historia repetida 9.000 veces

El periodista Carlos Hernández ha dedicado un año y medio a investigar la vida de su tío y del resto de españoles que pasaron por los campos nazis. Ha entrevistado a 18 deportados que permanecen con vida y ha buceado en decenas de archivos de España, Francia, Austria, Alemania y Polonia.  Su trabajo lo ha plasmado en el libro Los últimos españoles de Mauthausen y también en esta experiencia que ahora inicia en Twitter.

Gracias a este tiempo de investigación, hoy puede reconstruir el trayecto que llevó a Antonio Hernández desde su querida Murcia hasta una de las sucias barracas de madera del campo de concentración nazi. Jornalero primero y ferroviario después, Hernández se alistó en el cuerpo de Carabineros para defender la República. La dolorosa derrota le empujó al exilio y, más tarde, a enrolarse en el Ejército francés para afrontar una nueva guerra. Capturado por los alemanes, pasó varios meses en el campo de prisioneros de Sagan, junto a soldados franceses, británicos y holandeses. En enero de 1941, con el resto de los españoles, fue enviado a Mauthausen, donde perdió su identidad y se convirtió en un simple número, el 4.443. Trabajó como un esclavo en la construcción del propio campo y en su terrible cantera, hasta que a finales de 1944 fue trasladado a Gusen, el lugar en el que murió la mayor parte de los deportados españoles. Antonio Hernández consiguió mantenerse con vida y, junto a otros 2.000 compatriotas, asistir a la llegada de las tropas norteamericanas el 5 de mayo de 1945. Tras las puertas del campo le aguardaba una amarga libertad, marcada nuevamente por un exilio que ya no abandonaría hasta el momento de su muerte, en 1992.

Un prisionero español tuitea desde el infierno nazi