jueves. 28.03.2024
Ashley-Madison

La denuncia de la Asociación de Usuarios de la Comunicación ante la Fiscalía General del Estado se produce a raíz de que un grupo de hackers denominado The Impact Team entrara en el sistema de Ashley Madison y filtrara la información personal de millones de supuestos  usuarios de la página en todo el mundo, pero no se centra en el aspecto específico de la privacidad y la protección de datos.

AUC se refiere más bien en su denuncia al hecho de que esa filtración ha puesto de relieve la existencia de un enorme volumen de perfiles falsos de mujeres en la web, destinados a atraer a clientes masculinos que suponen el 90% de clientes de esta página, en lo que podría constituir una gran estafa a nivel mundial .

Como web pretendidamente especializada en propiciar  aventuras extramatrimoniales, Ashley Madison adquirió popularidad en España con campañas publicitarias muy polémicas, en las que utilizada figuras de políticos e incluso de la Familia Real, algunas de las cuales ya fueron reclamadas por AUC en su momento como publicidad engañosa y desleal.

Tal y como han puesto de relieve diversos medios de comunicación, la falta de cautelas mínimas de verificación por parte de la Compañía permite a los clientes la utilización de e-mails falsos, y ello tiene como contrapartida la posibilidad de invención de correos por parte de la Compañía. Así habría ocurrido con los que se atribuyen a famosos como gancho para atraer a nuevos usuarios, o los miles de perfiles mujeres inexistentes ya mencionados y que un análisis detallado pone de relieve con cierta facilidad, a partir de indicadores como la reiteración de fotos y direcciones, la coincidencia en el origen de las IPs, etc.

AUC plantea que todo lo anterior podría indicar que Ashley Madison, ante el problema de que sus clientes eran casi únicamente hombres en busca de mujeres para mantener relaciones extramatrimoniales, y dado que esas mujeres eran prácticamente inexistentes, decidió inventárselas para dar satisfacción a unos usuarios interesados en chatear, responder a mensajes o ver fotografías de esas mujeres. Usuarios que accedían así a una parte del servicio que ya no era gratuita (como en registro en la web), sino de pago.

Atendiendo a lo anterior, AUC se ha dirigido a la Fiscalía por si estos hechos pudieran ser constitutivos de delito a la luz de lo contemplado en el Código Penal en relación a los presupuestos y penas exigidos para los delitos de estafa.

Las mujeres ‘inventadas’ de Ashley Madison