sábado. 20.04.2024

Marruecos abre la caja de Pandora contra España

AGNESE MARRA
En menos de un mes Rabat ha enviado cinco comunicados denunciando el comportamiento "racista" y las "agresiones" de la policía española y la Guardia Civil contra la población marroquí en Ceuta y Melilla. El jueves se iniciará un boicot parcial de productos en la aduana comercial de Melilla. A ello se han sumado viejas reivindicaciones que tienen en tensión a las relaciones bilaterales.
NUEVATRIBUNA.ES - 11.08.2010

Las palabras de Zapatero no han sido suficientes. Las justificaciones del ministerio de Exteriores tampoco. Marruecos está molesto, y en el último mes lo ha demostrado sin resquemores. En tres semanas el ministerio de Exteriores marroquí envió cinco comunicados quejándose de los “malos tratos” de la policía española sobre la población marroquí que intentaba acceder a Ceuta y a Melilla.

Racismo, palizas, insultos son las acusaciones que caen sobre la Policía Nacional española y sobre la Guardia Civil. La primera queja se produjo el pasado 16 de julio cuando Marruecos envió el primer comunicado al ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, denunciando que la policía española había maltratado a cinco jóvenes marroquíes cuando intentaban entrar en Melilla.

El segundo comunicado llegaba el 2 de agosto, el titular de Exteriores marroquí se dirigía al embajador español en Marruecos y le pedía explicaciones por un nuevo “maltrato” también en la frontera con Melilla. España respondió a las acusaciones diciendo que la versión de Marruecos no concordaba con la de las autoridades policiales españolas.

Pero el 6 de agosto llegaba el tercer comunicado. Esta vez la denuncia iba para la Guardia Civil a la que acusaban de abandonar a ocho subsaharianos “en estado de salud crítico” en la costa marroquí cerca de Ceuta. En menos de 24 horas Marruecos lanzaba otro comunicado denunciando dos nuevos incidentes “racistas” con la policía española, y el 9 de agosto Rabat exigía a España respuestas precisas a sus quejas.

Mientras el Gobierno de Marruecos se pronunciaba en contra de la policía española, parte de la sociedad marroquí lo hacía desde la calle. Las primeras concentraciones se produjeron a principios de agosto ante edificios del Estado español en Marruecos, primero en la embajada de España, después ante os consulados de Nador y Tetuán, y más tarde frente al Instituto Cervantes en Rabat.

Varias ONG marroquíes se han sumado a las denuncias pidiendo ayuda a las ONG españolas para que pidan que se respeten los derechos humanos con la inmigración marroquí. Según la agencia de prensa oficial marroquí MAP, Andalucía Acoge y Pro derechos Humanos de Andalucía, ya han respondido a ese llamamiento, "exigiendo a Madrid que aclare estos gravísimos incidentes" en la frontera.

PRÓXIMA MEDIDA: EL BOICOT

El ministro Moratinos no ha querido pronunciarse sobre el conflicto, y el primero en hablar del tema ha sido el presidente del Gobierno: “Estamos dispuestos a dialogar e informar a Rabat sobre las actuaciones policiales”, dijo Zapatero, quien ayer prometió que se enviarían a Marruecos representantes de Exteriores y de Interior para aclarar lo sucedido, pero el mandatario en todo momento respaldó a las fuerzas policiales.

Las palabras del presidente no han calmado los ánimos. La prensa de Marruecos denuncia que Zapatero haya respaldado a la policía española sin atender a las denuncias hechas desde Rabat. Pero los más combativos son la Coordinadora de la Sociedad Civil del Norte de Marruecos y el Comité Nacional para la Liberación de Ceuta y Melilla. Ambas asociaciones han anunciado un boicot en la frontera con Melilla, donde existe una aduana comercial de la que carece Ceuta.

El boicot será parcial. Como primera medida y haciendo referencia al mes de Ramadán que comienza el jueves, estas asociaciones han decidido poner a trabas a la entrada de pescado en la ciudad melillense. A partir del lunes el boicoteo afectará también a los materiales de construcción durante al menos 15 días. Pero han asegurado que el veto no afectará a frutas y hortalizas. "Usted no se puede imaginar cómo se comporta, cómo agrede la policía española a los marroquíes que pretenden entrar en Melilla", se justificaba el representante del Comité Nacional por la Liberación de Ceuta y Melilla en el diario El País.

REPROCHES DEL PASADO

Pero el malestar de Marruecos con el país vecino parece ir más allá de las acusaciones contra el trato de la policía española en la frontera. Desde hace ocho meses el país de Mohamed VI no tiene embajador en España, síntoma de que las relaciones bilaterales no están en su mejor momento. Por ello, el martes Zapatero confesó la necesidad de que “llegue pronto” el señor embajador de Marruecos.

El pasado mes de junio el Palacio Real marroquí también mostró molestias ante los “excesivos” vuelos de un helicóptero militar español -que abastece el Peñón de alhucemas- mientras Mohamed VI estaba en la ciudad.

A estos reproches también se suman los de el Sindicato de Prensa Marroquí, que han aprovechado estos momentos para denunciar el uso partidista que hacen los periodistas españoles del problema del Frente Polisario. Como ejemplo señalaron que los medios españoles no asistieron a la rueda de prensa de un miembro del Polisario, residente en los campamentos de refugiados, que elogió la oferta de Rabat de otorgar una autonomía al Sáhara.

Y a todo esto se suma la reivindicación más importante y que asoma de forma intermitente dependiendo de los intereses políticos del momento: la recuperación de los “territorios ocupados de Ceuta y Melilla y las islas españolas en el Norte de Marruecos”.

Esta vieja petición volvió a salir a la palestra el pasado mes de mayo, cuando el primer ministro marroquí, Abás El Fasi, instó al Estado español a entablar un diálogo para “que ponga fin a la ocupación”. El primer ministro marroquí consideró un "anacronismo" que el Gobierno español "niegue a Marruecos el derecho a recuperar (los territorios)", algo que, según él, choca con "el espíritu de los tiempos y las relaciones estratégicas de buena vecindad".

La última vez que Ceuta y Melilla fueron foco de tensión ocurrió en noviembre de 2007, con la visita de los reyes españoles, lo que motivó la retirada del embajador marroquí de Madrid durante dos meses. Por ahora las declaraciones de El Fasi no han trascendido y se han quedado sólo en palabras, pero el descontento de Marruecos va in crescendo y los reproches del pasado salen a la luz.

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