domingo. 05.05.2024
George Bernard Shaw
George Bernard Shaw

@Montagut | El Manual de Socialismo y Capitalismo para mujeres inteligentes fue un libro de George Bernard Shaw, publicado en 1928, aunque en España no se editó hasta 2013 por RBA, con prólogo de Margaret Walters y traducción de Dolors Udina. Debemos recordar que el literato irlandés fue miembro de la Sociedad Fabiana, que se fundó en 1884, todo un laboratorio de ideas de un socialismo gradual, y que luego estaría dentro de la compleja organización del Partido Laborista cuando comenzó a andar a comienzos del siglo XX. 

La obra de Bernard Shaw tiene un marcado carácter pedagógico con ochenta y seis capítulos o entradas, destacando la “peroración” final. Al parecer, el libro surgió por la petición de su cuñada lady Cholmondeley para que le expusiera algunas ideas del socialismo, pero lo que iba a ser un librito, al final, fue mucho más por su extensión, contenido y sistematización.

Pues bien, en el mismo año de publicación de 1928 se insertó una reseña traducida del libro en El Socialista, firmada por Edith Kemmis en la sección de “El Socialismo y las mujeres”, que fue habitual en la segunda mitad de los años veinte en el periódico obrero español. Kemmis fue una destacada feminista socialista, siendo secretaria de la Internacional Socialista de Mujeres (Comité Internacional de Mujeres Socialistas) después de la Gran Guerra, en Zúrich, entre 1926 y 1928.

George Bernard Shaw fue miembro de la Sociedad Fabiana, que se fundó en 1884, todo un laboratorio de ideas de un socialismo gradual

Kemmis opinaba que quizás el autor había visto en el interés creciente de la mujer por la vida pública nuevas razones de esperanza para la Humanidad. Además, el autor no empleaba con las lectoras una actitud sentimental, sino que apelaba a la razón.

La autora de la reseña explicaba que la obra había sido el trabajo de seis años. También contaba, empleando las propias palabras de Bernard Shaw, cuál sería el objetivo del libro. Al parecer, el autor consideraba que era el momento justo cuando el capitalismo había elegido, mientras imperaba la ignorancia y la ceguera, para dar a todas las mujeres el derecho al voto. En este sentido, debemos recordar que en 1918 se aprobó el sufragio femenino en el Reino Unido, pero para mujeres mayores de 30 años, y diez años después se reconoció el sufragio para todas las mujeres mayores de edad. Bernard Shaw consideraba que las mujeres inteligentes serían aplastadas por los votos de los miles de mujeres formadas por el cine, por lo que, había creído conveniente dejar de dedicarse a las obras teatrales para escribir este libro con el fin de tratar de hechos concernientes a la vida política y social para las mujeres inteligentes. Pero, aunque pareciera que hubiera algún prejuicio en estas consideraciones sobre el discernimiento femenino en relación con los asuntos públicos, Kemmins apunta que el dramaturgo no tenía mejor opinión de los hombres en este tema.

Kemmis consideraba que las mujeres socialistas harían pronto este libro su preferido porque trataba de todos los temas sociales: el reparto de la riqueza y del ocio, el capitalismo y el socialismo, considerados desde el punto de vista de sus relaciones con el derecho, los impuestos, la rentas, el dinero, la inversión de capitales y las empresas. Pero también se ocupaba del patriotismo, el imperialismo, la política del Partido, cuestiones demográficas, la familia, la religión, la libertad, etc.

La idea fundamental del libro tenía que ver con la igualdad de la remuneración y la necesidad de gozar de tiempo libre

La idea fundamental del libro tenía que ver con la igualdad de la remuneración y la necesidad de gozar de tiempo libre. El socialismo, siempre según Shaw, sería igualdad, porque las demás reivindicaciones no eran más que condiciones preliminares o sus consecuencias. La obra, por lo tanto, giraba en torno a la igualdad, aunque, según Kemmis el autor no exponía el plan completo para conseguirla, aunque, en realidad, sí parece que lo planteaba a través del método fabiano, es decir, de la evolución gradual en relación con la socialización de la propiedad.

El libro invitaba a la reflexión. Las mujeres tomarían cada vez más un papel protagonista en la construcción de la nueva sociedad y, como venían a la cosa pública con menos prejuicios que los hombres podían ser un motor de cambios fundamentales hasta llegar a suprimir las clases.

Por otro lado, la autora de la reseña consideraba un valor o mérito del libro que hubiera cuestiones de detalle en las que no se podía estar siempre de acuerdo, pero eso provocaría la controversia y la discusión. Por nuestra parte, no dejaremos de recomendar la lectura de esta obra.

Curiosamente, la reseña terminaba diciendo que pronto saldrían las ediciones en alemán y español.

Hemos consultado el número 6080 de El Socialista. Por otro lado, podemos acercarnos al trabajo de Alfonso Ruiz Miguel, “La socialdemocracia”, en Fernando Vallespín. Historia de la Teoría Política, 4. Historia, progreso y emancipación. Madrid 2002, pp. 207-257, para acercarnos a la Sociedad Fabiana.

Manual de socialismo y capitalismo para mujeres inteligentes de Bernard Shaw