jueves. 28.03.2024
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Foto de archivo

Desde hace algún tiempo he tenido la sensación de que en España los jóvenes se independizan muy tarde, cada vez más tarde. Cuando he visto algunos datos me he dado cuenta de que realmente es más tarde de lo pensaba.

Vean una gráfica de la edad en la que los jóvenes se independizan en diversos países de Europa:

1Elaboración propia / Fuente: Eurostat

Las diferencias son grandes (Montenegro tiene casi el doble que Suecia) y pueden depender de diferentes factores, como la diversidad de situaciones de riqueza de los países, del acceso al mercado laboral (la tasa de paro juvenil en España se situó en el 30,5% en 2019, y en 2020 ha cerrado con el 40%, la más alta de Europa), de los niveles salariales, de la temporalidad en el empleo, de la facilidad para acceder a una vivienda… y seguro que algo influyen las costumbres, aunque suelen tener mucho peso todos aquellos factores que pueden permitir una cierta estabilidad económica.

Ahí está el quid de la cuestión, no sólo habría que actuar sobre un factor, sino que hay que hacerlo sobre el conjunto, con el objetivo de favorecer un mejor espacio económico y de futuro para nuestros jóvenes. La visibilización de que existen posibilidades reales de poderse independizar debería aumentar el esfuerzo que están dispuestos a realizar muchos jóvenes para conseguirlo. Les daría la esperanza de poder lograrlo.

Es llamativo ver como en la zona izquierda (mayor edad media) se sitúan los países del Sur europeo (entre los 29 y los 30 años aprox.), mientras que los “grandes” están en la zona derecha (entre los 23,5 y los 24,5 años aprox.). La diferencia entre unos y otros es muy importante, son aprox. 5 años y medio de “retraso” en el inicio de una vida independiente.

Veamos la evolución entre 2017 y 2019 (antes de la llegada del covid-19):

2Elaboración propia / Fuente: Eurostat

Vemos que las mayores subidas se encuentran en países como Irlanda, Montenegro, Reino Unido, y España, mientras que otros como Francia, Grecia y Polonia han bajado. El caso de Suecia es un tanto especial ya que justo en 2017 marcó su máximo de los últimos 9 años, cuya media estaba en los 19,8 años, para bajar ya en 2018 hasta los 18,4 años.

Además de no disponer de las condiciones necesarias para poder construir su futuro, o hacerlo en España mucho más tarde que otros países de nuestro entorno europeo (geográfico / económico / social), teniendo en cuenta todo el desánimo y tristeza que puede suponer la continua sensación de “no tener oportunidades” y de “llegar tarde” que tienen muchos jóvenes de los países citados, deberíamos preguntarnos ¿Qué se está haciendo mal? ¿Cómo es posible que no se creen las condiciones necesarias para ser más “europeos”? ¿Cuánto nos está costando como país (en todos los ámbitos) esta situación? ¿Seremos capaces de ir solucionando este tema tan necesario para el futuro inmediato? ¿aprovecharemos los fondos europeos para crear las condiciones favorables para los jóvenes?

Supongo que estaremos de acuerdo en que los jóvenes son el futuro, pero no olvidemos que también juegan mucho en el presente y, sobre todo, se juegan su proyecto de vida.

¿Son los jóvenes independientes en España?