viernes. 03.05.2024

@Montagut | Hace ya unos años en la reseña que Manuel Pérez Ledesma realizó del estudio de Santos Juliá sobre los socialistas en la política española, después de valorar el gran esfuerzo realizado planteó algunas objeciones al libro, y una de ellas tenía que ver con la escasa preocupación que había desarrollado Juliá sobre la influencia internacional en los cambios de estrategia del PSOE, aludiendo a cómo existieron a través de formulaciones de la Segunda Internacional o de los partidos socialistas más avanzados. Así, Pérez Ledesma nos hablaba de cómo el avance electoral del laborismo británico pudo ser para muchos socialistas españoles una alternativa frente al modelo comunista de la Tercera Internacional, sobre todo, después de la escisión comunista en España y en los países vecinos.

Esta sugerencia del malogrado maestro, y la constatación en nuestros estudios con la inagotable fuente que es El Socialista de que, efectivamente, el socialismo español hizo un seguimiento exhaustivo sobre lo que estaba ocurriendo en el Reino Unido en el período de entreguerras, especialmente en la década de los veinte con el imparable avance de los laboristas y su llegada al poder, nos hacen plantear la necesidad de abordar esta cuestión, hasta ahora no muy tratada.

El avance electoral del laborismo británico pudo ser para muchos socialistas españoles una alternativa frente al modelo comunista

En realidad, la preocupación “británica” nacería antes. Conocemos, gracias a Alejandro Tiana, el intento de un grupo de jóvenes ya en 1907 para introducir el fabianismo en España que, aunque malogrado, terminó fraguando, en cierta medida, en la iniciativa de la Escuela Nueva. Después, como decíamos, El Socialista siguió muy de cerca cómo los laboristas iban avanzando electoralmente, alcanzado el poder en 1924 y en 1929, aunque de forma no muy estable. Se realizaron análisis sobre el Partido Laborista y el Partido Laborista Independiente, de sus líderes, y se llegó a biografiar a los diputados y diputadas electos. Además, se consiguió que algún líder político británico fuera corresponsal del periódico obrero español, como Archibald Fenner Brockway.

Por fin, destacados miembros del PSOE opinaron acerca de la situación política británica, el programa laborista, la labor de gobierno y de los problemas derivados de la misma, etc., empezando por el propio Pablo Iglesias Posse, pero también por parte de Fernando de los Ríos o Antonio Fabra i Ribas, que llegó a escribir un libro (Origen y carácter del movimiento laborista, 1924).

Así pues, convendría iniciar una línea de investigación sobre la influencia del modelo laborista británico en el seno del Partido Socialista. 

La alternativa laborista para el socialismo español en los años veinte