viernes. 29.03.2024
pce
Foto de archivo

Nos dicen que vivimos en la era de la libertad, pero sabemos por las grandes obras de la literatura griega que "libertad" era una palabra demasiado grande que no debía ser usada a la ligera. Los héroes de las tragedias griegas fueron quienes se rebelaron ante un destino ya escrito. Prometeo, Edipo o Ulises fueron castigados por tratar de escapar de un destino ya escrito para ellos por las Moiras, las hilanderas del destino. Son héroes, precisamente, porque lograron cosas que parecían imposibles en ese intento.

Prepotente, creyéndose por encima del común de los mortales, Isabel Díaz Ayuso adelantó las elecciones para imponer sin condiciones su proyecto ultraliberal. Como Cronos, pretendía mantenerse en el poder devorando a uno de sus hijos (Ciudadanos). Pese a su retórica, el proyecto del PP madrileño es liberticida, pues lejos de darnos la posibilidad de la libertad lo que hace es condenarnos a un destino ya escrito. Esta vez, no escrito por las Moiras, escrito por nuestro origen de clase. El proyecto neoliberal nos condena a un destino ya escrito según nuestro código postal o la cuenta corriente de nuestros padres.

Afortunadamente, la realidad iguala a la ficción (o la supera) y también ahora quiénes se creen titanes puedes ser derrotados. Esta vez no por semidioses, ni hijos de reyes, sino por héroes más cotidianos. Porque en nuestras filas está el hijo de Marisa, Mario, que tantas horas dedicó en el banco de alimentos de la Asociación de Vecinos de Aluche (AVA), para evitar que sus vecinos sin recursos pasaran hambre durante el confinamiento. Porque en nuestras filas está el hijo de Rosa, Javier, que pasó semanas hasta las tantas de la madrugada respondiendo las dudas y preocupaciones que trabajadores mandaban al sindicato de las Comisiones Obreras, desde la desesperación provocada por la crisis del COVID-19. Porque en nuestras filas está Yolanda (la hija de Mercedes), tejedora de una invisible red de cuidados, una de tantas heroínas que mantuvo vivo el 8M de Getafe cuando juntarse era imposible. El próximo 4 de mayo, cientos de miles de héroes anónimos de nuestros barrios y pueblos pueden tumbar a Ayuso con su arma más poderosa: el voto.

Está en nuestra mano, como trabajadores, relegar a Ayuso (como a los tiranos) a los libros de Historia. Es la hora de que gobernemos los de abajo

Es la enseñanza de Pericles y Aspasia, referentes desde Atenas del mayor experimento democrático de la Antigüa Grecia. Lo que hoy llaman "comunismo", pretendiendo insultarnos, lo que en la Antigüedad decían peyorativamente que sería la llegada de la "ginecocracia" (el gobierno de las mujeres) no es sino una democracia digna de ese nombre, en la que los humildes, en la que la mayoría social, conquistamos la libertad de autogobernarnos sin el yugo de Florentinos (el Craso de nuestra época), ni privilegios del barrio Salamanca sobre las espaldas de barrios como Vallekas. Los poderosos temen la libertad, porque con libertad la minoría no puede ahogar la voz de la mayoría de nosotros.

Ciento cuarenta años duró la democracia ateniense. El pasado Viernes Santo también celebramos el recuerdo de la legalización del PCE, reconocimiento a tantos héroes anónimos que lucharon por la libertad (la de verdad) y nos trajeron la democracia que hoy conocemos. El pasado nos habla de lo posible en el presente. Está en nuestra mano, como trabajadores, relegar a Ayuso (como a los tiranos) a los libros de Historia. Es la hora de que gobernemos los de abajo.


Víctor Reloba | Militante de CCOO y firmante del manifiesto de la Red de Sindicalistas de IU Madrid

Héroes de la libertad