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NUEVATRIBUNA.ES 01.04.2010

El Papa Benedicto XVI ha comenzado en Roma la liturgia del Jueves Santo con una misa en la catedral de San Pedro en la que bendijo los tradicionales óleos sagrados utilizados en rituales cristianos, como bautizos, confirmaciones y extremaunción.

En su homilía ante cardenales, obispos y sacerdotes, Benedicto XVI no se refirió al escándalo de los abusos que provocó una grave crisis en la Iglesia católica en Irlanda y Alemania. Días atrás el Papa pidió perdón por los escándalos de curas pederastas de Irlanda.

El Papa se limitó a llamar a los sacerdotes "a ser hombres de paz en la comunidad con Jesucristo, a oponerse a la violencia y confiar en el gran poder del amor".

"También hoy es importante para Cristo cumplir la ley, que es la base de la paz", dijo Benedicto al exigir a los miembros de la Iglesia que se comporten como ciudadanos. El Papa apeló a "no aceptar la injusticia, como cuando se trata de la muerte de no nacidos inocentes", dijo el líder de la Iglesia católica en una nueva crítica a las leyes que permiten el aborto.

Benedicto XVI señaló que los cristianos deben cumplir con el derecho, pero que no deben aceptar las injusticias "aunque sean consideradas como derecho, por ejemplo, cuando se trata del asesinato de niños inocentes aún no nacidos".

En la Misa Crismal, que marca el comienzo del Triduo Pascual y que se ha celebrado a primeras horas de la mañana en la basílica de San Pedro del Vaticano, los sacerdotes renovaron sus promesas (pobreza, castidad y obediencia) ante los más de 10.000 asistentes. En la homilía, el papa Benedicto XVI destacó lo que significa ser cura y sus obligaciones.

El Papa no condena los casos de pederastia