jueves. 28.03.2024

Las Naciones Unidas han declarado el 17 de octubre como el día internacional para la erradicación de la pobreza. Hoy en día, más de 1.300 millones de personas sobreviven con menos de un dólar al día y 2.800 millones lo hacen con menos de dos dólares. Es realmente esperpéntico.

En un amplio sentido la pobreza no es solamente la falta de ingresos, sino también la privación al acceso de los derechos necesarios para poder disfrutar de un nivel de vida adecuado (es decir, carencia de los bienes básicos como alimentación, trabajo, agua potable, tierras de cultivo y vivienda; aumento de la desigualdad; falta de participación; xenofobia; racismo; violencia y la represión en todo el Mundo).

El Secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki-moon afirma que “la pobreza generalizada ha persistido durante demasiado tiempo, está vinculada con los disturbios sociales y a las amenazas de paz y de seguridad. En este día internacional, debemos hacer una inversión para nuestro futuro común ayudando a las personas a superar la pobreza para que puedan, a la vez, ayudar a transformar nuestro Mundo”. Si se quiere dar un paso adelante contra las revueltas sociales y guerras fratricidas es necesario erradicar la pobreza en el Mundo.

Sin embargo, la pobreza ya no es una cosa lejana que está pasando en los países en vías de desarrollo, también la tenemos en nuestro entorno más próximo. En el año 2007, antes de que explotara la crisis financiera internacional, España tenía una tasa de población en riesgo de pobreza, según Idescat, del 23,9%, es decir, 10,802 millones de personas, y Cataluña del 21,2%, 1,529 millones de personas. La crisis ha provocado la destrucción de empleo, llegando a los seis millones de parados en España. Existe un crecimiento hasta el año 2011- último dato disponible-, de la tasa de riesgo de pobreza del 29,8%, 14,062 millones de personas, el cual supone un aumento del 30,2%. En el último informe de Cáritas, la población en situación de pobreza extrema (menos de 305€ mensuales) es de 3 millones (antes de la crisis era de 1,5 millones). En Cataluña la destrucción de empleo ha implicado un crecimiento del paro hasta las 900.000 personas, y la tasa ha subido hasta el 29,7%, 454.292 personas (un aumento del 29,7%).

El último informe de Intermon-Oxfam prevé para el año 2025 que en España el 42% de la población se encontrará por debajo del umbral de pobreza, aproximadamente unos 20 millones de personas. Un dato realmente preocupante. Si no cambian las políticas económicas neoliberales de ajuste, éste es el horizonte que se presenta, donde el que realmente está provocando es un proceso de concentración de la renta en la minoría de más ingresos, en el 1% de la población.

Existe una forma de poder cambiar la tendencia: generar ocupación con salarios dignos. Es  decir, que la población pueda vivir dignamente con su salario, y no como hasta ahora que la media de ingresos está cayendo de forma vertiginosa. Una forma de hacerlo es mediante el aumento del gasto del Estado, implicando un aumento de la contratación para que estimule la demanda y se pueda entrar en el círculo virtuoso del crecimiento. Otra forma complementaria a la anterior, sería establecer líneas de créditos blandos para las pequeñas y medianas empresas, que comportaría la generación de empleo.

¿Cómo se puede hacer frente al aumento del gasto? El Estado puede conseguir aumentar sus ingresos rectificando los impuestos directos que afectan a las grandes fortunas, las grandes empresas y al sistema financiero, y a la vez, también, rectificar el impuesto del patrimonio y el de sucesiones. Sin olvidarnos del gran impulso que tendría que hacer el Estado para perseguir la economía sumergida que representa más del 20% del PIB (unos 80.000 millones de euros al año en impuestos no recaudados).

Un primer paso a realizar, por lo menos en Cataluña se está trabajando en ello, es conseguir que el Parlamento catalán (que también podrían imitar los otros parlamentos españoles) apruebe la Ley de la Renta de Garantía de Ciudadanía, que próximamente será debatida en el Parlamento. Esta ley permitirá garantizar unos ingresos mínimos (664€ mensuales) a la población que no dispone de ningún tipo de remuneración. Debemos ser conscientes que en estos momentos no hay trabajo para todas las personas que quieren trabajar. La razón principal del crecimiento de la pobreza en Cataluña (y en el resto de España) viene producido por la falta de ocupación (es decir, ingresos). Dado que las expectativas de generar trabajo para todas las personas que lo necesitan resulta muy complicado, la única solución existente es que la Generalitat dé una renta de ciudadanía a las personas que necesitan recursos para poder subsistir de forma digna.

No es una acción caritativa, sino el reconocimiento de un derecho al que tienen que tener acceso todas las personas que viven en Cataluña (que el resto de España también tendría que realizar). De esta forma daremos un gran paso adelante para construir un país más justo.

Día internacional para la erradicación de la pobreza