jueves. 28.03.2024
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Hoy vamos a visitar dos pueblo de Portugal, el primero está en la región del Alentejo, una de las zonas más pobres de Portugal, sin embargo, se llevaran una sorpresa y merece la pena visitarlo, así conocerán el Portugal profundo.

  1. CASTELO VIANA DO ALENTEJO
  2. EL FUERTE DE SANTA LUCIA EN ELVAS
  3. EL ACUEDUCTO DE AMOREIRA

En segundo lugar visitaremos el pueblo de Elvas, lugar fronterizo con España y podremos ver las construcciones militares de esta zona. Cuando vayan a ver el fuerte de Santa Lucia, les recomiendo que contraten al guía que es un señor mayor pero que les explicara todo al detalle pero además de eso les aseguro que pasaran un rato con la sonrisa en la boca.

CASTELO VIANA DO ALENTEJO

El castillo se empezó a construir en los inicios del siglo XIV, cuando el rey Denis concedió fueros a esta ciudad y ofreció la suma de mil libras para la construcción del castillo. Tiene planta pentagonal irregular con una parte del alzado de la muralla y poseía tres puertas de entrada.

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En el interior del castillo nos encontramos con los antiguos palacios del Concejo convertidos en la ermita de Nuestra Señora de la Asunción y la iglesia de la Misericordia que sustenta una bóveda gótica.

A finales del siglo XV e inicios del XVI se renueva el castillo con una nueva cobertura de adarves sobre los muros y las coberturas cónicas que rematan las torres. Las nuevas almenas se corresponden al esquema que aparece al final de siglo XIV en la arquitectura militar.

Las torres circulares que marcan los vértices del pentágono formado por las cortinas de murallas, datan de finales del siglo XIV. La torre del homenaje, situada al sur, es distinta a las de otros castillos pues posee almenas achaflanadas, tanto en la torre propiamente dicha, como en el campanario pentagonal terminado con una cubierta cónica.

La iglesia Matriz es una obra singular, no sólo por el gótico final alentejano, sino también del gótico nacional. Es la obra que marca este conjunto monumental, tanto por sus dimensiones como por su programa decorativo y estructural. Vista en su conjunto se nos presenta como un ejemplo característico de la arquitectura manuelino.

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Es un estilo gótico con la exuberancia escultórica del manuelino, con la influencia del mudéjar, y además con ensayos decorativos de carácter renacentista, rematado todo ello por el programa iconográfico que unifica es diversidad: la heráldica real.

La estructuración de la fachada principal y la composición volumétrica del alzado ponen en evidencia la herencia de la arquitectura precedente, el modelo de iglesias mendicantes, y del que toma su fuerza: planta de tres naves con la central más elevada. No tiene crucero ni en la planta ni en el alzado. La iluminación es independiente en cada una de las tres naves.

Debemos destacar que en el coronamiento de los merlones achaflanados y en los pináculos cónicos que recorren la parte superior de los muros, se percibe la influencia mudéjar. Estos elementos mudéjares al simbolismo de la historia d Portugal, en particular, la de ser una permanente memoria de la época fundacional de la Monarquía y la Reconquista.

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El arco de medio punto está remarcado y definido por dos referentes simbólicos de la mayor importancia religiosa e ideológica: la vid, que nace a los dos lados de la boca de una figura humana situada en el interior de un cesto, y un haz de troncos nudosos enlazados por una cinta en espiral.

En su iconografía religiosa podemos destacar la relación directa con los símbolos de la Corona: La Cruz de Cristo, en el tímpano, con el Escudo Regio sobre el último arco redondo y, sustentadas en el arco contra-curvado formado por haces de troncos, las dos esferas devisa del rey Manuel y símbolo de la perfección y de la totalidad.

El simbolismo de este pórtico es enorme, pero no puede dejar de hacerse referencia a las dos columnas que lo flanquean y cuya decoración integra claros elementos renacentistas.

f9En el interior de la iglesia, las tres naves de cinco tramos están definidas por macizos pilares ortogonales. Estos se hallan seccionaos por anillos compuestos de elementos vegetales y por un bestiario. Podemos ver como los arbotantes del exterior, se encuentran totalmente recubiertas por bóvedas de piedra y de obra ce crucería simple de ojivas, y por tanto en la nave central, como en las laterales, las arcadas se asientan sobre ménsulas.

La cabecera está compuesta por tres capillas de muro central recta, cuya escasa profundidad se debe a que la iglesia está situada en uno de los vértices del pentágono de la fortaleza. La capilla del lado del evangelio está dedicada a Nuestra Señora del Rosario, y los azulejos son del siglo XVII, así como el retrato manierista de columnas jónicas, perteneciendo la mesa del altar ya a la mitad del siglo XVIII.

El portal, frente a los antiguos Palacios del Concejo está trabajado en calcáreo de la región y está formado por arcos polilobulados, decorados con óvulos, cuerdas y nudos y rematado por alcachofas estilizadas, al gusto de los Arrudas. El interior de la iglesia es de planta rectangular y está cubierto por bóveda de nervios. Destaca también el revestimiento de azulejos de las paredes en diseño de alfombra, polícromo, de la segunda mitad del siglo XVII.

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EL FUERTE DE SANTA LUCIA EN ELVAS

f7El fuerte de Santa Lucía se encuentra al sur de Elvas. Se puede llegar fácilmente desde España, ya que está a pocos kilómetros de Badajoz. Fue construido a raíz de la Guerra de Restauración, en 1641 por orden del rey Juan IV de Portugal, a fin de servir de defensa a Elvas por el lado sur de la ciudad. Dicha defensa contaba también con los fortines de São Francisco, São Pedro, São Mamede y Da Piedade, formando una red de fortificaciones impresionante que defendían el acceso a Portugal desde Badajoz, y a la que se añadió un siglo después el fuerte de Graça, situado al norte de Elvas.

Las obras fueron finalmente terminadas en 1648, si bien en noviembre de 1644, en plena construcción, ya fue atacado por el marqués de Torrescusa, que situó una batería de 6 piezas en un cabezo desde donde hostigar el fuerte. Pero la respuesta portuguesa obligó al marqués a levantar el cerco a los nueve días de haberlo comenzado.

Una vez concluidas las obras, se dotó al fuerte con una guarnición de 300 hombres, 37 piezas de artillería y 2 morteros pedreros. Su magnífico diseño quedó patente al resistir desde octubre de 1658 hasta enero del siguiente año el riguroso asedio al que sometió a Elvas el ejército español formado por 14.000 infantes y 5.000 caballos al mando de don Luis de Haro durante la batalla de Linhas de Elvas, que terminó con la victoria portuguesa sobre las armas españolas.

Aún tuvo el fuerte ocasión de mostrar su poder durante la Guerra de las Naranjas, así como durante las guerras napoleónicas cuando, tras pasar por manos españolas y francesas, fue finalmente guarnecido por las tropas de Wellington.

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Una muralla exterior que abarca una superficie de unas 3,5 hectáreas con forma de prisma estrellado. Al norte se encuentra el acceso que comunica con la puerta al recinto interior mediante una rampa en curva. El lado este cuenta con dos medias lunas, el sur con otras dos medias lunas, y el que mira hacia el este por un revellín.

En los lados este y sur cuenta además con dos baluartes separados del recinto principal y situados dentro del foso. En la muralla norte encontramos dos hileras de pozos muy juntos unos a otros a fin de impedir adosar escalas, ya que es la zona más vulnerable de la fortificación. El foso, de unos catorce metros de ancho y alberga los dos baluartes antes mencionados.

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El fuerte propiamente dicho tiene una superficie de aproximadamente 1,1 Ha. y forma de prisma de cuatro estrellas en cada una de las cuales se encuentra un baluarte, unidos unos a otros mediante cortinas. En cada vértice de cada baluarte, así como en el centro de cada cortina, hay un garitón para los centinelas.

Los baluartes sureste y suroeste cuentan con buzones que miran hacia el interior para poder abrir fuego contra posibles enemigos que hubiesen invadido el recinto.

Al fuerte se accede mediante un puente levadizo cuyo torno se encuentra sobre la puerta. Esta zona cuenta además con dos polvorines situados en los lados este y oeste, a fin de proveer a los baluartes situados en cada lado.

La capilla cuenta con un sótano utilizado como sacristía y, posiblemente, también como refugio para heridos, criados y personal civil en caso de bombardeo. En este reducto se encuentran también los calabozos del fuerte, cuatro en concreto, cada uno equipado de letrina.

La casa del gobernador, situada en la zona más alta, dispone de dos aljibes para suministrar de agua a la guarnición. Como curiosidad, en el pequeño foso que separa esta zona del resto del edificio se abre un túnel que, por lo visto, llega hasta Elvas.

Su fábrica es toda de mampuesto, con gruesos muros de unos 3,5 metros de espesor con almenas abocinadas y basamentos de hormigón para las piezas de artillería. Con todo, la muralla orientada hacia Elvas está construida de forma más débil que el resto, a fin de hacerla vulnerable a los disparos de artillería que partiesen desde la ciudad en caso de que el fuerte cayese en manos enemigas.

EL ACUEDUCTO DE AMOREIRA

El acueducto de Amoreira forma parte del conjunto "Guarnición fronteriza y fortificaciones de la ciudad de Elvas" que fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2012.

Une la localidad de Amoreira y la ciudad de Elvas tiene 8,5 km de longitud, 843 arcadas de arcos superpuestos y pilares que se elevan hasta 31 metros de altura, es considerado el mayor acueducto de la Península Ibérica.

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El acueducto contiene una serie de galerías diferentes, una primera zona se encuentra bajo tierra y por encima de ella están formadas por hasta cuatro arcos superpuestos, sostenidos por pilares cuadrados reforzados por contrafuertes semicirculares.

Desde la época de ocupación árabe de la ciudad de Elvas era abastecida por el pozo de Alcalá, situado cerca del antiguo Palacio Episcopal. Sin embargo, desde el siglo XV, debido al crecimiento de la población, el pozo se hizo insuficiente para abastecer de agua a la ciudad.

Al comienzo del reinado de Manuel I de Portugal, autorizó la liberación de un impuesto, el “real de agua” para ser ejecutadas obras de conservación en el pozo medieval. Estas obras no resolvieron los problemas de abastecimiento, por lo que las autoridades locales pensaron en construir un acueducto que trajese el agua desde los arrabales, en la localidad de Amoreira, al centro de la ciudad.

En 1537 Juan III de Portugal nombró al arquitecto Francisco de Arruda, autor del Acueducto de Plata del Agua de Évora, para ejecutar el proyecto para el nuevo acueducto de Elvas. Las obras comenzaron el mismo año, continuando hasta 1542, cuando la longitud del canal alcanzó el Convento de San Francisco. Después de los primeros seis kilómetros los arcos del conducto debían aumentar de tamaño. El trabajo se hizo cada vez más costoso, a pesar de los impuestos cobrados a los residentes en la ciudad para la construcción del acueducto se fueron aumentando con los años.

En 1547 los trabajos fueron suspendidos debido a la falta de fondos, y se reanudó en 1571. Esta segunda campaña de obras fue dirigida por el ingeniero Afonso Álvares, continuó hasta 1580, cuando la subida al trono de Portugal de Felipe II de España llevó a una nueva interrupción del trabajo.

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El trabajo se reanuda a principios del siglo XVII, y alrededor de 1610, se concluyó que era necesario modificar el proyecto del acueducto, dándole más altura para poder llevar el agua al Largo da Misericordia. Esta decisión retrasó aún más la finalización de la obra, no sólo debido a las dificultades prácticas relacionadas con el trabajo de ingeniería, sino también por los mayores costes del proyecto.

Finalmente, en el año 1620 corrieron las aguas del acueducto dentro de las primeras murallas de la ciudad, que llegarían a una fuente provisional construida cerca de la antigua Iglesia de la Magdalena. En el año 1622 se completó la Fuente de la Misericordia, donde finalizó el recorrido de las galerías del acueducto.

La ubicación del acueducto se convirtió en un obstáculo para la construcción de un nuevo conjunto de fortificaciones por lo que los ingenieros militares propusieron derruir el acueducto, con el respaldo de Juan IV de Portugal. La ciudad de Elvas se opuso a esta medida, y el conde de San Lorenzo, gobernador de la plaza-fuerte de Elvas, gestionó una petición a la Corona que el monarca respaldó.

Para superar las dificultades de abastecimiento de la ciudad durante la guerra se construyó una cisterna, diseñada por el ingeniero Nicolás de Langres y construida en la década de 1650 de acuerdo con un modelo de "abovedado y a prueba de bombas", que fue conectada con el acueducto a través de un tubería subterránea.

En la segunda mitad del siglo XX sufrió la ruina de algunos arcos en la zona más alta que se reparan con el uso de técnicas originales. Está clasificado como Monumento Nacional desde 1910.

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Viana do Alentejo y Elvas