nuevatribuna.es
23 de julio de 2009, 6:28
NUEVATRIBUNA.ES- 23.07.2009
Después de la primera oleada de apoyo internacional al presidente derrocado Manuel Zelaya, lo políticamente correcto de algunos países ha llegado a su fin. El primero en saltarse la resolución de la OEA (Organización de Estados Americanos), ha sido el presidente colombiano Álvaro Uribe.
En Bogotá y con todas las medidas necesarias para que no se descubriera, Uribe se reunió con delegados de Micheletti, concretamente con el canciller golpista, Carlos López. De este modo el presidente colombiano obvió a su homólogo de Costa Rica, Óscar Arias, que hasta el momento es el mediador entre Zelaya y los golpistas.
En la reunión el canciller López aseguró que el presidente Uribe expresó “simpatía por el gobierno del presidente Roberto Micheletti”. El golpista sostuvo que la reunión versó sobre la situación interna de Honduras y que el motivo principal era “afianzar las relaciones entre ambas naciones”.
El funcionario del gobierno golpista también afirmó que decidió acudir a Colombia porque ambas naciones son “víctimas de agresores externos comunes, como el presidente de Venezuela, Hugo Chávez”.
Frente a las declaraciones de Carlos López, el gobierno colombiano quiso aclarar que fue “una reunión formal” que tenía como objetivo continuar con “la gestión mediadora que realiza el presidente Arias para restablecer el proceso democrático de Honduras”. Sin embargo Óscar Arias no sabía nada, Manuel Zelaya, el principal afectado, tampoco.
Después de la primera oleada de apoyo internacional al presidente derrocado Manuel Zelaya, lo políticamente correcto de algunos países ha llegado a su fin. El primero en saltarse la resolución de la OEA (Organización de Estados Americanos), ha sido el presidente colombiano Álvaro Uribe.
En Bogotá y con todas las medidas necesarias para que no se descubriera, Uribe se reunió con delegados de Micheletti, concretamente con el canciller golpista, Carlos López. De este modo el presidente colombiano obvió a su homólogo de Costa Rica, Óscar Arias, que hasta el momento es el mediador entre Zelaya y los golpistas.
En la reunión el canciller López aseguró que el presidente Uribe expresó “simpatía por el gobierno del presidente Roberto Micheletti”. El golpista sostuvo que la reunión versó sobre la situación interna de Honduras y que el motivo principal era “afianzar las relaciones entre ambas naciones”.
El funcionario del gobierno golpista también afirmó que decidió acudir a Colombia porque ambas naciones son “víctimas de agresores externos comunes, como el presidente de Venezuela, Hugo Chávez”.
Frente a las declaraciones de Carlos López, el gobierno colombiano quiso aclarar que fue “una reunión formal” que tenía como objetivo continuar con “la gestión mediadora que realiza el presidente Arias para restablecer el proceso democrático de Honduras”. Sin embargo Óscar Arias no sabía nada, Manuel Zelaya, el principal afectado, tampoco.
