viernes. 29.03.2024
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 25.3.2009

Este martes, el presidente de EEUU ha convocado una nueva rueda de prensa televisada para pedir "paciencia" a la sociedad y recalcar que el país superará la actual crisis financiera, tal y como se desprende de las "señales de progreso" que "ya se empiezan a detectar en el sistema".

Obama, no obstante, sigue haciendo llamamientos a la responsabilidad: "No hay balas de plata" -una expresión que además de aludir a la forma de matar al hombre lobo se puede traducir en inglés por panacea-, "llevará tiempo". La idea más crítica es evitar el ciclo perverso de burbujas y estallidos para no volver a caer en una crisis similar dentro de 10 ó 20 años. Para ello, las prioridades son reducir el coste de la sanidad, apostar por las energías renovables, invertir en educación e infraestructuras y reducir progresivamente el déficit. "Si no hacemos esto, no creceremos ni el 2,6% que prevé el Gobierno, ni el 2,2% que augura el Congreso. Simplemente, no creceremos".

El presidente norteamericano se ha referido también al asunto que ha eclipsado en los últimos días estos avances: las primas de 165 millones de dólares pagadas a directivos de la aseguradora AIG, ya que ni el propio Obama entiende cómo una empresa ayudada por el Estado para evitar su quiebra puede realizar estos desembolsos millonarios. El presidente ha condenado de nuevo esta práctica y ha entendido la "indignación" generalizada, si bien ha asegurado que las "recompensas desorbitadas" en Wall Street forman ya parte del pasado.

El inquilino de la Casa Blanca confía en que legisladores y sociedad respalden la propuesta de dotar al Departamento del Tesoro de más competencia para actuar ante los problemas de las entidades financieras antes de que provoquen un efecto cadena en los mercados. "Deberíamos haberlo conseguido mucho antes para que ninguna institución en riesgo pueda derribar el sistema financiero", ha dicho, utilizando términos como "cuarentena" para referirse a la posible solución. En este sentido, ha apuntado que el Gobierno debe supervisar cómo trata la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) a las entidades con problemas para crear un regulador que cierre firmas financieras no bancarias.

El presidente norteamericano ha defendido las bondades del plan del Departamento del Tesoro mediante el cual el Gobierno desembolsará un billón de dólares con el objetivo de depurar los activos tóxicos de las entidades financieras y que, de esta forma, comiencen a prestar dinero. Ha afirmado que el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, ha demostrado con esta propuesta que es posible estabilizar el sistema bancario: "Estoy seguro de que habrá más críticas y deberemos hacer más ajustes, pero nos estamos moviendo en la dirección correcta".

MIRANDO AL EXTERIOR

Obama no ha querido centrar toda la conferencia en las medidas económicas para sacar al país de la recesión y ha recordado también dos asignaturas clave de Washington en materia de política exterior: México y Oriente Próximo. Por lo que se refiere a la primera, ha declarado que Estados Unidos está preparado para "hacer más" si el aumento de tropas mexicanas desplegadas en la frontera entre ambos países no consigue reducir la violencia ligada al narcotráfico.

El compromiso de Obama para erradicar la ola de violencia en la zona se produce apenas días después de que el presidente mexicano, Felipe Calderón, lamentase que Estados Unidos no estaba haciendo lo suficiente para acabar con el crimen organizado. Washington se marca entre las prioridades abordar la violencia en el estado de Chihuahua, frenar el flujo constante de armas y apoyar al Ejército mexicano. Además, también es posible que se incluyan en la iniciativa temas de seguridad y, de forma concreta, la presencia de los cárteles en ciudades de Estados Unidos.

En cuanto a la situación actual en Oriente Próximo, Obama ha sido tajante al recordar que el "status quo" es insostenible en el conflicto entre israelíes y palestinos, y que es crucial para Washington avanzar de cara a la creación de dos estados. "No es más fácil de lo que era antes, pero creo que es igual de necesario", ha afirmado al ser preguntado sobre si pensaba que el nuevo Gobierno israelí que se va a formar por primer ministro designado, Benjamin Netanyahu, dificultaría el proceso de paz.

Finalmente y respecto a la cuestión nuclear iraní, ha vaticinado que no espera cambios en las relaciones entre Washington y Teherán, aunque preve avances en el futuro de cara a resolver los problemas entre las dos potencias. Obama lanzó un mensaje sin precedentes la semana pasada a los iraníes y defendió en un video un "nuevo comienzo" de los esfuerzos diplomáticos bilaterales entre ambas naciones. No obstante, los líderes iraníes calificaron su mensaje de "retórico" y demandaron acciones más concretas por parte de Washington.

Obama: "No hay balas de plata" pero ya se detectan "señales de progreso"