jueves. 18.04.2024
mexico1
Fotografía de Héctor Vivas (@hectorvivas) para Derecho Informar (@DerechoInformar). Usada con permiso.

Valdez se especializaba en reportar temas relacionados a la “guerra” emprendida por el gobierno contra los cárteles de la droga, así como la corrupción política que rebosa a los gobernantes mexicanos. Pero su no usaba su pluma para enaltecer a los capos y a los criminales, su enfoque eran los deudos, los desplazados, los huérfanos, las viudas. A él le importaban los nombres, no los números. Así lo expresó él mismo en un discurso en la Feria del Libro en Los Ángeles, California en 2015:

Seguimos con un déficit de genitales en el país, hay un déficit de genitales, al país le falta ciudadanía, le falta recuperar la calle, la dignidad y creo eso es hasta tarea de los periodistas, tenemos que dejar atrás el periodismo cuenta-muertos, el ‘ejecutómetro’, y contar historias de vida en medio de la muerte, historias de estoicidad, de lucha.

Muchos podemos morir, y muchos han muerto, y no están dentro del negocio (del narco), y no han estado dentro del negocio, y no son víctimas colaterales, ni son números, son personas.

mexico

“Los matan por haber cometido el gran error de vivir en México. Y ser periodistas”. Palabras de Javier Valdez #UnDiaSinPeriodismo . Ilustración de Pictoline. Usada con permiso.

Valdez siempre supo, muy a su pesar, que ejercer su profesión en México ponía en riesgo la vida, al igual que lo hacen muchos de sus colegas. De hecho, ya en el año 2009 una granada de fragmentación explotó a las puertas de Ríodoce como amenaza. En esa ocasión, solo hubo daños materiales y nunca se esclarecieron los motivos tras el ataque. Sin embargo, su deseo de informar y de dar voz a aquellos que eran silenciados por la violencia era mayor que sus aprensiones. En su columna Malayerba, en Rio Doce escribió estas líneas bajo el título “Te van a matar” que son un reflejo de este sentir:

Pero él tenía en el pericardio un chaleco antibalas. La luna en su mirada parecía un farol que aluzaba incluso de día. La pluma y la libreta eran rutas de escape, terapia, crucifixión y exorcismo. Escribía y escribía en la hoja en blanco y en la pantalla y salía espuma de sus dedos, de su boca, salpicándolo todo. Llanto y rabia y dolor y tristeza y coraje y consternación y furia en esos textos en los que hablaba del gobernador pisando mierda, del alcalde de billetes rebosando, del diputado que sonreía y parecía una caja registradora recibiendo y recibiendo fajos y haciendo tin en cada ingreso millonario.

En el 2011, Javier Valdez recibió Premio Internacional a La LIbertad de Prensa que otorga el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ). Este este discurso (a partir del minuto 5:13), volvió a enfatizar el peligro que conlleva ejercer el periodismo en México:

Fuente: Global Voices

“Los matan por haber cometido el gran error de vivir en México, y ser periodistas”