viernes. 29.03.2024

Tiene un relieve muy montañoso. El núcleo de Etiopía es una planicie elevada conocida como la meseta etíope, que cubre más de la mitad de la superficie del país. La altura media de la meseta es de 1.675 metros. Al noroeste de Etiopía se encuentra el Macizo Etiópico, que posee el Ras Mashen Terara, una cumbre de 4.621 metros de altitud. En su parte superior, el macizo se caracteriza por las mesetas de tierras rojizas y las sabanas herbáceas.

Frente a la región montañosa del noroeste, se encuentran las tierras bajas del este, y del sudeste, ambas separadas por la fosa tectónica del valle de Rift, que atraviesa Etiopía del noreste al sudeste. Cabe mencionar la planicie de Dancalia, que en su parte más baja tiene 110 metros bajo el nivel del mar. Destaca también la región del Ogadén, que está formada por altiplanicies semidesérticas con alturas medias que rondan entre los 500-900 metros

En su hidrografía destaca el lago Tana, (donde nace el Nilo Azul), es el mayor del país con una extensión de 3.156 Km2, ocupando el centro del macizo etiópico.

Los ríos principales, que descienden por las laderas del macizo, son el Atabara y el Sovat, que son afluentes del río Nilo. El Yuba y el Shebeli, que discurren en dirección a Somalia, y el Auash que acaba en Eritrea.

El clima etíope está influenciado por dos factores fundamentales: la altitud del terreno y la latitud geográfica. La zona tropical, por debajo de los 1.800 m. tiene una temperatura anual aproximada de 27 °, con una pluviosidad de 510 mm3 anuales. La zona subtropical, que incluye la mayor parte de la llanura elevada, se alza entre 1.830 y 2.440 metros sobre el nivel del mar, tiene una temperatura aproximada de 22 ° y unas precipitaciones anuales que oscilan entre los 510 a 1.525 mm3. Por encima de 2.400 m se encuentra una zona templada con temperaturas de alrededor de 16° y unas precipitaciones anuales entre 1.270 y 1.780 mm. La estación de las lluvias tiene lugar entre mediados de junio y septiembre, seguida por una estación seca que puede ser interrumpida en febrero o marzo por una corta estación de lluvias.

La vegetación etíope refleja la gran variedad de las altitudes. Las áreas más bajas de la zona tropical están escasamente cubiertas con arbustos desérticos, espinosos, y hierbas crasas de la sábana. En los valles y gargantas, crecen exuberantes casi todas las formas de vegetación africanas. La zona templada es principalmente una pradera. Se puede encontrar vegetación afroalpina en las laderas más altas.


Lago Tana

La población de Etiopia ronda los 85 millones de habitantes y está repartida de forma muy desigual. Tiene una población relativa de casi 60 hab/km2. En cambio otras zonas como Djibouti, y el Ogadén apenas llegan a los 2 hab/km2. Hay desigualdad en el porcentaje entre población rural y urbana. La población urbana es de 15% y la población rural es de 85%.

La esperanza de vida femenina es superior a la de los hombres, siendo la femenina de 50 años y la masculina de 49 años. La tasa de crecimiento de la población es muy alta con un 3% anual.

Etiopía está habitada por diversas etnias, resultado de los cruces entre sociedades nómadas y sedentarias. Los abisinios situados en el norte y centro-oeste de Etiopía, son un tercio de la población.

Al norte del lago Tana, cerca de Gondar, en la región de Weleka, viven los falashas, judíos etíopes dedicados a la agricultura y a la cerámica.

Otras etnias etíopes son los gallas, establecidos en Diján y en la región centro-meridional del país; los sidamos en el sudoeste; los somalíes, en el este y el sudeste; los tigres, en Tigré, y los danakiles, en la depresión del mismo nombre.

Cerca de Kenia, a orillas del río Omo, se encuentran los hammer y en el parque nacional de Mago, habitan los mursi.

Son más de 70 idiomas los que se hablan en Etiopía, la mayoría pertenecen a las ramas semíticas y cusítica de la familia afroasiática. El amárico, idioma oficial del país, lo habla cerca del 60% de la población. Además se hablan otros idiomas como el árabe, el somalí, el guraga, el orominga y el inglés, que es el principal idioma extranjero enseñado en los colegios.


Montaña de Axum

La destrucción del río Omo y el lago Turkana

El río Omo junto al lago Turkana supone un ecosistema único en el mundo. Sin embargo, el gobierno de Etiopia en nombre de la modernidad y el progreso, están construyendo, desde el año 2006, un gran embalse en el río Omo. Dos son sus objetivos, la producción de electricidad para intentar sacar a su país del atraso y poner en regadío unas 350.000 Ha, de las cuales 245.000 serían para una gigantesca plantación estatal de caña de azúcar.

El río Omo con sus numerosos meandros descienden por la Etiopia suroccidental para acabar depositando sus aguas en el lago Turkana, situado entre Kenya y Etiopia. El Turkana es el lago del desierto más grande del mundo.

En este ecosistema, que forman el río Omo y el lago Turkana, viven más de medio millón de personas, que se dedican a la agricultura, ganadería y pesca propias de esta zona del país.

Los cálculos recientes nos dicen, que poner en regadío 150.000 Ha, haría bajar el nivel del lago Turkana en ocho metros para el año 2024. Si fueran 300.000 las Ha puestas en regadío habrá una disminución de diecisiete metros en el lago.


Presa GibeIII sobre el río Omo

Si tenemos en cuenta que la profundidad media del lago Turkana es de unos treinta metros, podemos afirmar, que de aquí al año 2030, el lago Turkana será ya historia, recordándonos el desastre del mar Aral y del lago Chad y nos demostrará una vez más la estupidez del ser humano. Gracias a nuestros silencios los que hablan en nombre del dinero y del progreso nos están matando poco a poco.


El lago Turkana en Etiopia

El sistema político en Etiopia se rige por una Constitución aprobada en 1994. Su sistema parlamentario es bicameral. Tiene una Cámara de representantes del pueblo que está formada por 549 diputados elegidos por sufragio universal cada cinco años. Tiene competencias en materia legislativa, fiscal y presupuestaria. La Cámara de la Federación compuesta por 108 representantes elegidos por sufragio indirecto por los representantes de las regiones y su función es el control constitucional.

El poder ejecutivo está divido en dos figuras. La primera es el jefe del Estado que tiene una función representativa, es decir, no tiene ningún poder real. Es elegido por seis años. La segunda es el gobierno con su primer ministro al frente que sale elegido por el partido mayoritario de la Cámara de representantes, por un periodo de cinco años, renovable una sola vez.

El poder judicial reposa sobre la Corte suprema federal, separada por la Constitución y en consecuencia, independiente de los poderes legislativo y judicial.


Cataratas de Tis Abay

LA ECONOMÍA ETIOPE

La economía etiope está basada en la agricultura que representa el 45% de su PIB, que significa el 75 % de sus exportaciones y el 80% de su mano de obra. El principal producto del país es el café destinado en su mayoría a la exportación, viviendo el 25% de su población de su cultivo. Como la volatilidad de los precios del café en el mercado internacional es muy acusada hace que, su balanza exportadora sea muy vulnerable.

Uno de los problemas, que está viviendo con intensidad Etiopia, es la venta de sus tierras a multinacionales y países europeos y asiáticos, a precios de saldo y con libre uso del agua, lo que conlleva un empobrecimiento de los etíopes y una falta de futuro para el país. Así, mientras que el país genera alimentos para otros, éstos pasan delante de la población etiope que se muere de hambre.

La FAO calcula, que el potencial de regadío del Nilo en Etiopia es de 1.300.000 Ha. En la actualidad son ya muchas más las hectáreas vendidas o alquiladas, con lo que el problema del agua enseguida empezará a surgir.

La multinacional india Karuturi Global ha obtenido en la región de Gambela (Etiopia) junto al río Alwero una concesión de 100.000 Ha, con opción de llegar a las 300.000 Ha por un periodo de cincuenta años, prorrogables y a precios irrisorios. Otra multinacional india ha conseguido otra concesión por 25.000 Ha en la misma región con un contrato de 25 años prorrogable.

El jeque saudí Mohammed al-Amondi que es uno de los cincuenta hombres más ricos del mundo y que posee la compañía Arabia Star, acaba de arrendar 10.0000 ha para hacer invernaderos en Awashsy (Etiopia), con un contrato que durara 99 años. Consumiendo el agua que necesitaría una ciudad de cien mil habitantes. En este invernadero ya se producen millones de tomates, pimientos y otros productos de huerta. Ingenieros españoles están construyendo las estructuras de los invernaderos, mientras que ingenieros holandeses ponen en funcionamiento tecnologías del agua, usando las subterráneas. Sus productos son transportados al aeropuerto de Addis Abeba y posteriormente transportados por avión a todo el Oriente Medio.

Etiopia vive largos procesos de sequía a partir de la década de 1980, que han convertido grandes extensiones de sus tierras en zonas áridas o semiáridas, ayudado todo esto por la deforestación intensiva que ha sufrido el país.


Cabañas etíopes

Etiopía tiene reservas de oro y tantalio, así como mármol, potasa hierro y gas natural, pero se encuentra muy poco desarrollado este sector.

Se está desarrollando un plan económico basado en el incremento del uso de la energía hidroeléctrica, la explotación del gas natural y como vemos la venta de tierras a multinacionales. Este desarrollismo está provocando un desastre medioambiental de consecuencias imprevisibles. Como la mano es tan barata, muy por debajo de los costes chinos, estos están planteando deslocalizar parte de la producción que hacen en China y llevarla a Etiopía, para todavía ser más competitivos.

El crecimiento económico es muy alto pero la desigualdad social y el hambre crece en la misma medida en el país.

LA HISTORIA DE ETIOPIA

Hace dos millones de años apareció en Etiopia, en el valle del río Ohma, el primer homínido, llamado Australopithecus o simio del sur.

Aksum, al norte de la actual Etiopia, alcanzó su apogeo al inicio de la era cristiana, siendo el centro del tráfico entre el valle del Alto Nilo y los puertos del mar Rojo que comerciaban con Arabia y la India. Era un Estado prospero y rico, llegó a dominar el actual Yemen, pero sufrió una crisis en el siglo VII, porque los circuitos comerciales se modificaron con la unificación y expansión de los árabes.

La conversión al cristianismo de la clase dirigente etíope, en el siglo IV, creó un factor adicional de aislamiento. La posterior expansión hacia el sur, la hipertrofia del clero y la decadencia comercial, trajeron un proceso de feudalización semejante al de occidente europeo. Hacia el siglo XVI, un tercio de las tierras pertenecían al rey de reyes, otro tercio a los monasterios y el resto se dividía entre la nobleza y la población en general.


Castillo de Fasilides

La sublevación de la población musulmana de la costa del mar Rojo, que había desarrollado una economía mercantil de gran vitalidad, llevó a los etíopes a reanudar sus contactos con Europa para pedir ayuda. El socorro se demoró casi un siglo en llegar, pero fue eficiente: la flota portuguesa tuvo un papel decisivo en la destrucción del Sultanato de Adal.

La atención prestada por los emperadores al litoral, durante siglo y medio, creó la oportunidad para que los gallas que era un pueblo afín a los hausas penetrasen poco a poco en Etiopia hasta llegar a convertirse en mayoritarios. Su importancia llego a tal punto que tuvieron un emperador entre los años 1755 y 1769, hasta que la aristocracia amhara consiguió destronarlo.

En 1895 los italianos invadieron el país y adujeron como causa de la invasión los incumplimientos etíopes en anteriores tratados. Se produjo la batalla de Adua en 1896, donde murieron cuatro mil soldados italianos de los diez mil que invadieron el país siendo una de las derrotas europeas más importantes en África.

Mussolini ocupó Etiopia en al año 1936, y en los cinco años que duró la ocupación italiana se construyeron varias industrias, así como plantaciones de café y montaron un sistema de apartheid parecido al de Sudáfrica.

Tras la caída de Mussolini, tomaron el poder los británicos que lo cedió de forma definitiva en 1948 siendo Haile Selassie nuevamente emperador. Tras tantos años de conflicto la estructura productiva del país estaba rota y los movimientos nacionalistas, que habían luchado contra el invasor italiano, no aceptaban al emperador y el regreso a un régimen feudal.

Selassie denunció ante la ONU el colonialismo y se unió al movimiento de países no alienados y a la organización de Países Africanos, cuya sede se instaló en Addis Abeba. Llama la atención las buenas relaciones que el régimen de Etiopia ha mantenido siempre con Israel.

Haile Selassie fue depuesto en 1974, como consecuencia de huelgas y manifestaciones por sus formas absolutistas y la falta de alimentos. Un comité de las fuerzas armadas encabezado por el general Aman Andom, abolió la monarquía y proclamó la república. La Constitución fue suspendida y el parlamento clausurado.

Tras sucesivas crisis internas, en diciembre de 1977, asume el poder el coronel Mengistu Haile Mariam, que consiguió poner fin a las luchas internas del país. El gobierno militar nacionalizó los bancos, los seguros y las grandes industrias de capital extranjero y cerró las bases norteamericanas que había en el país.

La clave de revolución militar fue la estatización de las tierras que pone fin al poder de los terratenientes. La oposición fue aplastada y se ejecutaron a miles de personas. Superado este momento convulso, el gobierno tuvo que hacer frente a las rebeliones de Eritrea y el Ogaden. El apoyo soviético y cubano fue decisivo en la derrota de las tropas somalíes en el Ogaden. También los eritreos fueron forzados a retroceder tras una gran ofensiva en 1979. Al mismo tiempo surge una guerrilla en la región de Tigre.

En 1984, el país comienza a sufrir los efectos de la sequía que se prolongaba desde 1982 y que provocó miles de muertos por hambre y desnutrición.

Desde entonces estamos en continuas sequías con gobiernos inestables y con los etíopes en situaciones dramáticas. Gobiernos que están más al servicio de los intereses de las grandes potencias que en atender y desarrollar el país, como vemos con la venta de tierras y de agua a precios irrisorios, mientras el pueblo se muere de hambre. Hasta en China están pensando en deslocalizar su producción por los salarios tan míseros que pagan a los etíopes. Esperemos que el futuro depare a este gran país un porvenir más halagüeño que el actual.

La histórica Etiopia