viernes. 29.03.2024

Un convoy del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha tenido que renunciar a entrar en la ciudad de Sirte, asediada por las fuerzas antigadafistas, precisamente porque las tropas del Consejo Nacional de Transición (CNT) han reanudado los ataques contra la localidad, uno de los últimos bastiones aún controlados por los leales al derrocado líder libio, Muamar Gadafi.

"Nosotros no abrimos fuego primero. Las milicias gadafistas lo hicieron"

El convoy del CICR, integrado por dos camiones y dos todoterrenos, se había reunido en un puente situado a las afueras de Sirte, al oeste de la ciudad, pero tuvo que interrumpir su avance apenas 100 metros después de partir ante el fuego de morteros, artillería, lanzagranadas y armas antiaéreas disparadas por los milicianos del CNT contra Sirte. Los vehículos del CICR dieron entonces media vuelta en dirección oeste para alejarse de Sirte.

Un comandante de las fuerzas del CNT que participa en el asedio a Sirte, Ismail al Sosi. ha explicado "Nosotros no abrimos fuego primero. Las milicias lo hicieron".

Sin embargo, un equipo de la agencia de noticias Reuters testigo del incidente ha asegurado que no pudieron ver que se disparara desde la ciudad.

La situación en la ciudad es cada vez más difícil, con problemas en el suministro de agua potable y electricidad, así como falta de alimentos y material médico. "Estamos intentando llevar ayuda médica y oxígeno al hospital de Sirte", explicaba un portavoz del CICR, Hichem Jadraui, poco antes del incidente. "Estamos muy preocupados por la situación médica provocada por el conflicto", indicaba.

Este mismo fin de semana un equipo del CICR encabezado por Jadraui pudo entrar en Sirte y visitar el hospital de la ciudad, el hospital de Ibn Sina. Después denunciaron que la falta de medios materiales como combustible o oxígeno está costando vidas. "Las condiciones en las que lleva semanas trabajando el personal sanitario son extremadamente difíciles", denunciaba el domingo Jadraui.

El CNT declaró el viernes un alto el fuego de dos días para permitir a los civiles abandonar la ciudad, habitada inicialmente por unas 40.000 personas, pero el equipo del CICR pudo constatar que seguía habiendo combates durante el fin de semana.

Un convoy de cruz roja no logra entrar en Sirte debido al fuego reanudado gadafista