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nuevatribuna.es | 08.01.2011

La votación de ayer permitirá discutir las reglas para debatir la reforma sanitaria del presidente, y servirá de prolegómeno a la real, que tendrá lugar el próximo 12 de enero. Sólo unos pocos demócratas hicieron uso para depositar su voto a favor del debate sobre la revocación de la reforma. Salvo estas excepciones, la votación tuvo carácter exclusivamente partidista y fue aprobada ampliamente por 236 votos a favor por 181 en contra.

El Senado --todavía bajo control del Partido Demócrata-- ya ha advertido de que impedirá cualquier esfuerzo para eliminar la reforma. Además, en el hipotético caso de que el Congreso estadounidense apruebe esta revocación, el presidente Obama hará uso de su capacidad privilegiada de veto, según hizo saber la Casa Blanca el pasado jueves.

Para los republicanos, la reforma sanitaria supone "un desastre económico y fiscal de proporciones sin precedentes", según el representante David Dreier, para quien "se agota el tiempo para deshacer los daños causados" por la reforma, parte de la cual ya ha entrado en vigor, y que se irá implantando progresivamente durante los próximos cuatro o cinco años.

Obama pide acabar con las "batallas simbólicas" en el Congreso

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, instó a los republicanos a no provocar "batallas simbólicas" en su contra y les pidió que en su lugar trabajen junto a su Gobierno para crear más empleos y apuntalar la recuperación económica.

Obama realizó esta petición en su discurso semanal para radio e Internet, el primero desde que los republicanos tomaran el control oficialmente de la Cámara de Representantes como resultado de las elecciones de noviembre.

"Nuestra misión fundamental debe ser acelerar la contratación y el crecimiento", dijo Obama, que puso como ejemplo de cooperación entre republicanos y demócratas el acuerdo para la prórroga de las deducciones fiscales alcanzado a finales del pasado año. Este pacto ha contribuido, dijo, a "pronósticos económicos más optimistas para el año siguiente".

"Lo que no podemos hacer es volver a librar las batallas de los últimos dos años que nos distrajeron del trabajo duro de hacer avanzar nuestra economía", expresó. "Lo que no podemos hacer es entrar en el tipo de batallas simbólicas que a menudo consumen a Washington mientras el resto de Estados Unidos espera que resolvamos los problemas", agregó.

Obama también se refirió al reciente dato sobre el paro que reduce en cuatro puntos el desempleo, desde el 9,8 al 9,4 por ciento.

Con cierta cautela, Obama acogió el viernes el reporte del Departamento del Trabajo indicando que el desempleo en diciembre cayó a 9,4 por ciento, desde un 9,8 por ciento. Pero la creación de 103.000 empleos se quedó corta respecto a las expectativas de los economistas.

"Sabemos que estas cifras pueden rebotar de mes a mes. Pero la tendencia es clara", dijo. "El ritmo de las contrataciones está aumentando", señaló.

La Cámara da el primer paso para revocar la reforma sanitaria de Obama