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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 12.11.2010

La ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, ha insistido en no condenar los "graves hechos" ocurridos el lunes en El Aaiún ante la confusión que persiste y ante el hecho de que otros gobiernos y organismos internacionales tampoco lo han hecho. El motivo que ha esgrimido la ministra para justifica esta actitud es que "para condenar habría que tener un conocimiento completo de cuáles han sido los hechos que se han producido".

Menos convincente resulta la segunda razón que ha dado, durante una comparecencia al término del Consejo de Ministros, para no condenar el estallido de violencia: "Ninguna institución, ningún organismo ni gobierno lo ha hecho". La ministra ha rechazado que el Ejecutivo tenga "ningún tipo de temor" a represalias por parte de Marruecos en el plano de la cooperación que este país mantiene con España en la lucha contra la inmigración y el terrorismo. Según ha dicho, el Gobierno no tiene este temor porque mantiene "una relación sólida" con Rabat y existe una "capacidad" de trasladar a las autoridades marroquíes "nuestros planteamientos" como ha ocurrido en esta ocasión en los contactos que tanto ella como el vicepresidente del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, han mantenido con sus homólogos marroquíes.

Por otra parte, la jefa de la diplomacia ha asegurado que se ha solicitado a Marruecos que "facilite el acceso" a la prensa española para que pueda "trabajar con normalidad y total transparencia". Ha lamentado "la expulsión de los periodistas de la cadena SER independientemente de que no entraran o no contaran con la autorización exigida por las autoridades marroquíes". Precisamente, la directora de Hora 25, Angels Barceló, ha echado en falta más "contundencia a la hora de condenar y exigir explicaciones" por parte del Gobierno español a Marruecos por el trato dado a la prensa española. "Creo que España debería haber actuado hace tiempo y sigue sin hacerlo, remitiéndose siempre a la Comunidad Internacional", ha señalado Barceló, cuando contestaba a las preguntas de los lectores en la página web de la Cadena Ser.

Volviendo a la comparecencia de Trinidad Jiménez, la ministra también ha pedido que "se restituya la acreditación al corresponsal del periódico 'ABC'". El Ministerio de Comunicación marroquí ha retirado la acreditación Luis de Vega, alegando "prácticas de animosidad y falsificación de los hechos" en la cobertura de los "actos de violencia y vandalismo" en El Aaiún, según la agencia oficial marroquí MAP.

En cuanto a los tres españoles que se encontraban en el campemento de protesta y que actualmente están en El Aaiún, Jiménez ha indicado que están "localizados" y hay un contacto "permamente" con ellos para saber si están bien. "Esperamos hacer las gestiones necesarias para poder sacarlos de la zona", ha precisado. El departamento que dirige está "valorando la posibilidad" de que el cónsul general en Rabat se desplace a El Aaiún de forma "muy puntual y coyuntural" para poder garantizar la "protección de los españoles". Por otra parte, ha insistido en pedir a Marruecos que aclare de "manera urgente las circunstancias en que se produjeron los hechos" del lunes y en concreto el fallecimiento del ciudadano con DNI español Baby Hamday Buyema.

4.500 HERIDOS Y MÁS DE 2.000 DETENIDOS

En cuanto a la situación en el foco de la noticia, el Frente Polisario ha denunciado este viernes que el desalojo del campamento de protesta y los posteriores incidentes que se registraron en El Aaiún han dejado decenas de muertos, más de 4.500 heridos y más de 2.000 detenidos.

En un comunicado, del Ministerio de Territorios Ocupados de la autoproclamada República Arabe Saharaui Democrática (RASD), el Polisario asegura además que El Aaiún "se mantiene en estado de sitio" y que las fuerzas de seguridad marroquíes "continúan atacando las viviendas de los ciudadanos saharauis, deteniendo a todo el que encuentran, apaleando a familias enteras y secuestrando a los jóvenes".

Se trata, según el Polisario, de "detenciones abusivas e indiscriminadas que van seguidas de largas torturas" por parte del Ejército y las Fuerzas Auxiliares. La Policía, por su parte, "maneja listas concretas de personas y viviendas diferenciando sus ataques entre jóvenes de la 'intifada' y defensores saharauis de Derechos Humanos", precisa.

Así las cosas, el 'ministerio' dice tener constancia de más de 2.000 detenidos, si bien admite que "algunos han sido liberados después de ser brutalmente torturados y un estado muy crítico, buscan refugio en sus casas o en otros lugares". Estos detenidos han sido trasladados al cuartel de la Policía, el cuartel de las Fuerzas Auxiliares, la Cárcel Negra de El Aaiun, tres cuarteles del Ejército, la escuela de secundaria Alal Ben Abdala, dos espacios habilitados dentro del campo de fútbol y a un cuartel de la playa de El Aaiun, precisa el Polisario.

En cuanto a los 4.000 heridos, de distinta consideración, muchos de ellos permanecen ocultos en sus viviendas por el "terror" que se vive en la ciudad, "sin que se pueda conocer, en todos los casos, la evolución de su estado", señala el comunicado. El Polisario denuncia el caso concreto del joven Ali Salem Lanzari, con una fractura en el cuello y cuya familia se arriesgó a viajar a Agadir por su cuenta para que fuera atendido en el hospital, donde falleció.

Por otra parte, señala que "testigos oculares han contado decenas de muertos dispersos en los alrededores del campamento de Gdeim Izik y en la parte este de la ciudad de El Aaiun" mientras que apunta que "los desaparecidos se cuentan por decenas, sin saber si están muertos, heridos, o entre los detenidos". El 'ministerio' de la RASD admite que "la dificultad para realizar el recuento es enorme, ya que existe toque de queda, se ha decretado el estado de sitio y la represión contra los ciudadanos es continua".

Por último, informa de que en Smara, también en el Sáhara Occidental, ayer se produjeron igualmente manifestaciones por parte de estudiantes en solidaridad con los ciudadanos saharauis de El Aaiún, a los que la Policía marroquí dispersó "con violencia y para evitar una sublevación mayor se ha decretado estado de sitio, suspendiendo temporalmente las clases hasta el próximo día 19 de noviembre".

El Gobierno no condena los "graves hechos" de El Aaiún: "Nadie lo hace"