nuevatribuna.es
10 de noviembre de 2010, 11:42
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 10.11.2010
Las autoridades marroquíes han desmentido, por otra parte, la desaparición de un independentista saharaui. “Después de los acontecimientos en el campamento y en El Aaiún, 163 individuos fueron detenidos", ha declarado a la AFP Mohamed Djisi, prefecto de la policía de El Aaiún. "No hay ninguna desaparición, contrariamente a ciertas informaciones", ha añadido. Algunos militantes cercanos al Frente Polisario, que lucha por la independencia del Sáhara Occidental, anunciaron que un activista cercano al movimiento, Annâama Asfari, de 40 años, desapareció "desde la víspera" del asalto protagonizado el lunes por las fuerzas de seguridad marroquíes para desmantelar el campamento.
El bloqueo informativo impuesto por Marruecos a una ciudad que se encuentra sitiada por el Ejército hace difícil comprobar la veracidad de los datos que, con cuentagotas, consiguen traspasar la frontera. No obstante, fuentes saharauis consiguen de vez en cuando romper el bloqueo para informar de detenciones masivas que se están produciendo en la antigua colonia española. Estas fuentes aseguran que el Gobierno marroquí ha ordenado la captura de una larga serie de activistas saharauis a los que se hace responsables de haber organizado el arrasado campamento. La búsqueda de los sospechosos se estaría haciendo casa por casa y sin miramientos.
Un activista saharaui, identificado sólo como Abdalahi, ha declarado a la agencia EFE: "No nos podemos quedar mucho tiempo en el mismo lugar, tenemos que cambiar cada tres o cuatro horas para que no nos detengan. Hay barrios a los que es imposible entrar por el número de militares que se encuentran en ellos".
Según testigos presenciales, la espectacularidad del despliegue policial en las principales calles de El Aaiún, en las que un buen número de comercios y cafeterías optaron por cerrar sus puertas. El paisaje después de la batalla muestra los graves daños sufridos por la sede de la televisión de El Aaiún, asaltada e incendiada por manifestantes, así como por otros edificios públicos, oficinas bancarias y negocios particulares.
Según la ONG Thawra, Marruecos ha impuesto el "estado de sitio" y ha cortado las comunicaciones con la ciudad. "Por tierra, las carreteras de acceso a El Aaiún desde Tantan y Smara están cerradas y controladas por las fuerzas de seguridad, y por aire, las compañias Binter Canarias y Air Maroc no venden vuelos, de momento, hasta el próximo viernes", aseguró en un despacho informativo la ONG.
Así las cosas, no e de extrañar que Marruecos hable de “absoluta normalidad”. Fuentes oficiales aseguran que El Aaiún está en completa clama y niegan cualquier enfrentamiento.
Las autoridades marroquíes han desmentido, por otra parte, la desaparición de un independentista saharaui. “Después de los acontecimientos en el campamento y en El Aaiún, 163 individuos fueron detenidos", ha declarado a la AFP Mohamed Djisi, prefecto de la policía de El Aaiún. "No hay ninguna desaparición, contrariamente a ciertas informaciones", ha añadido. Algunos militantes cercanos al Frente Polisario, que lucha por la independencia del Sáhara Occidental, anunciaron que un activista cercano al movimiento, Annâama Asfari, de 40 años, desapareció "desde la víspera" del asalto protagonizado el lunes por las fuerzas de seguridad marroquíes para desmantelar el campamento.
El bloqueo informativo impuesto por Marruecos a una ciudad que se encuentra sitiada por el Ejército hace difícil comprobar la veracidad de los datos que, con cuentagotas, consiguen traspasar la frontera. No obstante, fuentes saharauis consiguen de vez en cuando romper el bloqueo para informar de detenciones masivas que se están produciendo en la antigua colonia española. Estas fuentes aseguran que el Gobierno marroquí ha ordenado la captura de una larga serie de activistas saharauis a los que se hace responsables de haber organizado el arrasado campamento. La búsqueda de los sospechosos se estaría haciendo casa por casa y sin miramientos.
Un activista saharaui, identificado sólo como Abdalahi, ha declarado a la agencia EFE: "No nos podemos quedar mucho tiempo en el mismo lugar, tenemos que cambiar cada tres o cuatro horas para que no nos detengan. Hay barrios a los que es imposible entrar por el número de militares que se encuentran en ellos".
Según testigos presenciales, la espectacularidad del despliegue policial en las principales calles de El Aaiún, en las que un buen número de comercios y cafeterías optaron por cerrar sus puertas. El paisaje después de la batalla muestra los graves daños sufridos por la sede de la televisión de El Aaiún, asaltada e incendiada por manifestantes, así como por otros edificios públicos, oficinas bancarias y negocios particulares.
Según la ONG Thawra, Marruecos ha impuesto el "estado de sitio" y ha cortado las comunicaciones con la ciudad. "Por tierra, las carreteras de acceso a El Aaiún desde Tantan y Smara están cerradas y controladas por las fuerzas de seguridad, y por aire, las compañias Binter Canarias y Air Maroc no venden vuelos, de momento, hasta el próximo viernes", aseguró en un despacho informativo la ONG.
Así las cosas, no e de extrañar que Marruecos hable de “absoluta normalidad”. Fuentes oficiales aseguran que El Aaiún está en completa clama y niegan cualquier enfrentamiento.
