jueves. 28.03.2024

El nuevo presidente de Francia, Francois Hollande, tendrá como principales retos en su relación con España mantener la vigilancia sobre ETA tras el cese de su actividad armada el pasado 20 de octubre y propiciar una mayor complicidad en la UE, en especial en lo económico, para contraponer el peso de Alemania.

Las interconexiones ferroviarias y energéticas a través de los Pirineos serán otro de los aspectos en los que España tratará de que Hollande reafirme los compromisos adoptados por su ya antecesor en el cargo, Nicolas Sarkozy.

A pesar del distinto color político, el jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, confía en que el mandatario socialista francés dé continuidad a la fructífera cooperación mantenida durante el quinquenio de Sarkozy, que le valió la concesión del preciado Toisón de Oro de manos del rey.

Durante la campaña electoral, Hollande dejó claro que en materia de lucha contra ETA, continuaría brindando su apoyo a España y negando el diálogo que reclama la banda terrorista con ambos estados como condición para disolverse.

"Yo no hablo con ETA y no me planteo conversaciones. Dejo que España trate esta cuestión", zanjó a mediados de marzo tras recibir en París al líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Sobre los presos etarras, Hollande no ha entrado en detalles, ni ha aclarado si mantiene la tesis de Sarkozy de que es "deseable" el acercamiento a cárceles del País Vasco francés siempre que renuncien a la violencia.

Si la cooperación antiterrorista se da por descontada, la incógnita es saber si Hollande buscará en España una mayor sintonía en la UE después de su promesa de suavizar el pacto de estabilidad de las cuentas públicas entre los países del euro para primar las políticas de crecimiento.

Ante los agobios que está sufriendo España, el Gobierno de Rajoy ve con buenos ojos este equilibrio en la estrategia económica comunitaria, frente a la austeridad máxima que preconiza la canciller alemana, Angela Merkel.

También hay coincidencias a la hora de respaldar que el Banco Central Europeo (BCE) abra más el grifo de la financiación, de crear una tasa sobre las transacciones financieras y de movilizar fondos estructurales para generar empleo.

Está por ver si el nuevo inquilino del Elíseo asume el compromiso de Sarkozy de avalar a España para que mantenga una silla de consejero en el BCE, ante las presiones de que este puesto recaiga en un país del norte con finanzas más saneadas.

Otra incógnita es si París respaldará que España, una vez que pase a ser contribuyente neto, siga recibiendo algunos fondos de cohesión a partir de 2013.

Consolidado el puesto de invitado que España tiene en el G20, gracias en buena medida a Sarkozy, el campo de colaboración en la UE se extiende al norte de África, con el reto de dar un impulso a la 'durmiente' Unión del Mediterráneo, nacida en julio de 2008.

La misión contra la piratería en Somalia y el intercambio de ayuda para combatir a Al Qaeda en el Magreb se espera que sigan siendo áreas de estrecha colaboración como en los últimos años.

El anuncio de Hollande de que Francia anticipará la retirada de sus tropas de combate de Afganistán no afecta a priori a los plazos fijados por España, que sí deberá, en cambio, compenetrarse con el país vecino más para replegar parte de su contingente en el Líbano.

En cuanto a las interconexiones, con las que Sarkozy prometió que los Pirineos dejarían de ser una "barrera infranqueable", Hollande afrontará la fase decisiva en la construcción del enlace eléctrico entre Figueres (Girona) y Perpiñán.

Después de más de una década de tiras y aflojas, el anterior presidente francés dio el empujón definitivo a la línea de alta tensión para que entrase en servicio en el primer semestre de 2014.

Antes debería completarse la conexión de alta velocidad que va en paralelo al enlace energético, al haber aún tramos donde el tipo de vía impide que los trenes circulen a pleno rendimiento.

Hollande no ha confirmado aún si mantendrá los plazos de la línea de AVE a través del País Vasco, prevista en torno a 2016, y si apostará por tender una tercera red ferroviaria a través de los Pirineos centrales y reabrir el túnel de Canfranc (Huesca).

Controlar a ETA y trabajar más unidos en la UE, retos de Hollande con España