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NUEVATRIBUNA.ES - 15.10.2010

Con todo, Chile sigue celebrando la arriesgada operación y entre las felicitaciones de medio mundo se abren paso dos debates: uno sobre la seguridad en las minas y otro sobre la rentabilidad que los protagonistas del suceso pueden sacarle a partir de ahora. "El Progreso" cuenta que de momento, los diputados chilenos han solicitado al presidente de la República, Sebastián Piñera, que otorgue una pensión de gracia a los '33 de Atacama'. La otra gran fuente de ingresos será vía 'exclusiva periodística', con los medios de comunicación peleándose por conseguir unos testimonios que demanda un público emocionado. También recibirán -y recibieron- regalos y homenajes procedentes de todo el mundo. Frente a este 'circo', el escritor chileno Luis Sepúlveda ya ha advertido: "Lo terrible es la apropiación de la tragedia para transformarla en carnaval".

De hecho, desde Hollywood ya se apunta la posibilidad de que el oscarizado Javier Bardem haga el papel de uno de los mineros en una futura película sobre la odisea, y la productora Antena 3 Films incluso comezó a rodar hace unos días un proyecto para televisión.

En el polo opuesto se encuentran los demás trabajadores de la mina de San José, unos 205 que llevan sin cobrar desde agosto al encontrarse parada la excavación. También es incierto el futuro del yacimiento, cuya reapertura está descartada en el corto y medio plazo.

En general, el sector minero chileno está puesto en entredicho por sus, en no pocos casos, precarias condiciones. Por ejemplo, Amnistía Internacional, después de haber felicitado al Gobierno de Piñera por el rescate, ya ha criticado que en su día no hubiese ratificado el Convenio sobre Seguridad y Salud de las Minas, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Lo mismo han hecho los sindicatos chilenos.

En el plano más humano, y una vez pasadas las horas de la finalización del rescate, ya se empiezan a conocer las primeras impresiones de los mineros, generalmente a través de sus familiares y allegados. Estas son algunas de las que ha recogido "abc Internacional":

EDISON PEÑA: "Lo pasamos bien mal (...) Yo creía que no iba a volver y por eso estoy 'súper loco' con este recibimiento. Muchas gracias. Gracias por creer que estamos vivos. Nosotros no somos artistas, somos gente común y corriente".

"Todas las oraciones de la gente me daban mas coraje para seguir adelante y no esperar durmiendo a que nos rescataran. Siempre tuvimos fuerza". "Siempre hubo fé en todos mis compañeros". "Corría con botas cortadas primero (10 kilómetros al interior de la mina) y después me enviaron zapatillas. Estoy bien, estoy super sano y por eso soy uno de los primeros en salir".

JUAN ILLANES: "Estamos muy bien. Esto es fuera de serie (la recepción). Me sirvió (la experiencia de militar) mucho (...) Ustedes tienen que entender que en una condición como esta (derrumbe de la mina), siendo imprevista, te va a llevar al límite".

ÁLEX VEGA: "Estoy feliz, quiero salir (del hospital) para estar con mi familia en mi casa y descansar de todo esto. Fue complicado (abajo en la mina)". "Yo quiero volver a la mina. Soy minero de corazón. Uno esto lo trae en la sangre". "Todo el trabajo que se hizo para recuperarnos fue fenomenal (...) nunca perdí la fe".

RICHARD VILLARROEL: "El peor momento fue cuando cayó el segundo bloque (de rocas al interior del pique) y ahí se cerró por completo la mina. Pensé que no iba a volver a ver a mi señora, no iba a poder ver nacer a mi hijo". "Pensamos que nos estaban buscando. Tratamos de ingeniar algo desde dentro, subir por la chimenea, pero no hubo caso, porque las escaleras sólo llegaban hasta cierto punto".

"Quemamos neumáticos para ver si veían el humo (desde afuera de la mina)". "Nos dábamos apoyo en todo. No pensábamos en uno, sino en equipo. Las decisiones eran por democracia, la mayoría más uno". "El viaje (de ascenso en la cápsula hacia la superficie) fue tranquilo (...) Estaba todo bien preparado. Subí escuchando música".

LUIS URZUA: "Teníamos todo un protocolo cuando llegara la (primera) sonda (donde estábamos). Sabíamos que la sonda iba a quedar colgando, pero se olvidó todo el protocolo (...) francamente se olvidó y todos querían abrazar al martillo". "Todos querían colocar sus papeles (en uno de los martillos de la primera sonda cuando regresara a superficie). Algunos (mensajes) decían: mándame pan, tengo hambre, otros le escribían a la familia. Pero llegaron los (mensajes) que tenían que llegar".

"Teníamos poquita comida, pero la supimos administrar (...) Al último comíamos cada 48 horas para dejar algo para después". "La moral de repente podía decaer (...) Pero teníamos la suficiente fortaleza para conversar con mis trabajadores y explicarles lo que estaba pasando. Los que tenemos fé, teníamos la esperanza de que algún día ibamos a ser rescatados".

MARIO SEPÚLVEDA: "Estuve con Dios y estuve con el diablo. Me pelearon. Me ganó Dios, me agarré de la mejor mano (...) y en ningún momento titubee".

OSMAN ARAYA: "Estamos felices. Ya no vamos a casa. Estamos todos más tranquilo. El reencuentro con la familia fue excelente". "Sabíamos que con fe y confianza ibamos a salir. Nunca perdimos la esperanza".

"Quiero volver a la mina. Soy minero de corazón. Uno lo trae en la sangre"