Casi la mitad de los hogares españoles tiene una mascota en casa. Sí, acabo de leer este dato. Y a mí, que también tengo un animal, me ha sorprendido. Como me sorprende que a estas alturas del siglo XXI y viviendo en Madrid -la capital del reino y una de las ciudades más cosmopolitas del mundo- tengamos una red del Metro donde aún esté prohibido que viajemos con nuestro perro fuera de un transportín o como dice la singular normativa del Metro: en receptáculos idóneos...
Desde hace cuatro años mi marido y yo compartimos nuestras vidas con un pequeño pinscher miniatura que se llama Ratón. Nosotros no tenemos coche y como ciudadanos "ejemplares" utilizamos el transporte público para movernos por la ciudad. Pero y qué pasa con Ratón, ese otro ciudadano ejemplar al que se le niega el derecho a viajar en el Metro a diferencia de sus colegas de la ciudad de Barcelona y de otras ciudades europeas y del mundo.
En nuestra estación de Metro de Tetuán nunca hemos tenido problemas con los trabajadores de la compañía, incluso algunos se han hecho amigos de Ratón. Pero esto no es lo habitual. Lo más frecuente es encontrarte con vigilantes que nos tratan como a pequeños delincuentes que se estuvieran colando en el Metro. Es verdad que no se puede generalizar pero muchos dueños de perros podríamos contar mil y una historias sobre nuestras peripecias en el metropolitano de Madrid.
Es increíble pero cierto. Así están las cosas en esta capital tan moderna para algunas cosas pero anclada en el pasado para otras. La tolerancia, la educación y el respeto hacia los demás no será una realidad hasta que no lo consigamos con los animales, lo digo muy en serio. Madrid necesita de todo esto para ser una ciudad mejor, para que todos consigamos ser más felices en compañía de nuestros animales, de nuestros amigos, de nuestras familias. Sí, Ratón es uno más de mi familia y por eso lucho por sus derechos y por eso quiero que se elimine ya, cuanto antes, esta ridícula normativa del Metro de Madrid.
Por cierto, en la red de Cercanías de RENFE sí se puede viajar con nuestros animales fuera de esos receptáculos idóneos.
