viernes. 29.03.2024
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Esperanza Aguirre y Norman Foster en el momento de la firma del contrato.

Nuevatribuna ha tenido acceso al contrato (pinche aquí para verlo) que Esperanza Aguirre firmó con el arquitecto Norman Foster para la construcción de dos edificios de la Ciudad de la Justicia, la Audiencia Provincial y el Tribunal Superior de Justicia, dos edificios que no se llegaron a construir pero por los que la Comunidad de Madrid pagó al británico 10,6 millones de euros de las arcas públicas según información publicada por el diario El País.

La supuesta desaparición del contrato fue tema de polémica en la comisión de endeudamiento de la Asamblea de Madrid donde el consejero Ángel Garrido se comprometió a hacerlo público asegurando que se estaba “terminando de ponerse al día y dejándolo sistematizado para que la oposición lo pueda consultar con facilidad”.

Sin embargo, la pregunta clave sigue estando en el aire. ¿Por qué la Comunidad alegó en un primer momento que el documento estaba perdido? ¿Quizá para frenar el escándalo que supone un contrato que en opinión de algunos expertos está sobredimensionado en sus costes y con unos honorarios astronómicos?

El contrato fue firmado el 17 de abril de 2006. En el se estipula un pago de 13,3 millones de euros por el trabajo libres de impuestos y un pago inicial de 310.000 euros. Por lo que se deduce en el documento, los pagos se realizarían mes a mes por un periodo de dos años para la construcción de ambos edificios. Lo que queda aún por desvelar es la documentación de dichos pagos o de pago único de 10.6 millones.

En opinión del arquitecto Jesús Gago, nos encontramos con “un contrato ad hoc, con condiciones muy laxas y unos honorarios astronómicos”; y lo que es aún más escandaloso: “una liquidación de la que al parecer se ha esfumado cualquier rastro”, (al menos de momento) señala en un artículo publicado en estas mismas páginas. Este arquitecto subraya que el desglose de condiciones y exigencias en este tipo de contratos, cuando se hace mediante previo concurso público (que no fue el caso), “suelen ser muy exigentes” (Pliegos de Condiciones), y en este caso son prácticamente todo lo contrario. En cuanto a los honorarios opina que están sobredimensionados ya que están por encima pero muy alejados, de los señalados en los baremos orientativos publicados por los Colegios Oficiales de Arquitectos.

Los honorarios astronómicos que Esperanza Aguirre concedió a Lord Norman Foster