viernes. 19.04.2024

Empezaré esta historia con un proverbio africano que dice: “Hasta que los leones tengan sus propios historiadores, las historias de caza siempre glorificarán al cazador”. (Igbo, Nigeria).

La historia oficial, que habitualmente leemos y nos han enseñado, está basada en los principios del patriarcado, por lo que podemos afirmar, que la misoginia es uno de los aspectos más negativos de la historia, olvidándonos del cincuenta por ciento de la población, que nunca ha sido considerada historia.

Uno de los casos más sangrientos y estúpidos de esta misoginia histórica es la de Trótula de Salerno. Algunos estudiosos llegaron a dudar de que fuese una mujer y otros plantearon que era un personaje ficticio, por lo desde el siglo XV su obra se atribuyó a un varón, masculinizando su nombre a Trótulo.

No se sabe con seguridad la fecha de su nacimiento pero sí que nació en Salerno. Se calcula que nació en el año 1110. Apenas se saben cosas de su vida y se llamaba Trútyla Ruggiero. Pertenecía a una familia adinerada. En aquellos tiempos, las cruzadas estaban en pleno auge con la finalidad de conquistar los Lugares Santos.

Se casó con Johannes Platearius, que fue uno de los médicos fundadores de la escuela de Salerno. Fruto de este matrimonio fueron dos hijos, que al igual que sus padres fueron médicos y cuyos nombres fueron Matthias y Johannes el joven.

La Escuela Médica Salernitana fue el primer centro médico sin conexión con la iglesia y puede afirmarse que fue la primera universidad laica europea “desempeña un papel crucial en la transición de la medicina monástica a la laica”. Esto fue muy importante, pues en aquellos tiempos era la iglesia la detentadora del saber existente en Europa y en el mundo cristiano.

Es la época, en la que empiezan a surgir universidades y es cuando los monasterios empiezan a declinar como centros de enseñanza. Salerno se convierte así en la primera escuela médica no regida por religiosos, estando abierta a árabes y judíos, lográndose así un enriquecimiento cultural increíble.

La escuela médica de Salerno fue posible gracias a la colaboración de cuatro médicos, con lo que se simboliza la unión de las culturas griegas, romanas, árabes y judías.

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Fue pionera en admitir a mujeres dentro de su alumnado. Salerno estaba situada en la costa oeste italiana, lo que permitió fusionar el conocimiento greco-romano con la tradición musulmana y judía. La escuela de medicina de Salerno se convirtió en la más prestigiosa de Europa en el siglo XII.

La escuela de Salerno comienza con el esplendor del monasterio de Monte Casino a comienzos del siglo XI, cuando Constantino el Africano llega al convento con numerosos textos médicos islámicos, judíos, griegos y romanos y se comienza su traducción.

Después de su época de esplendor que coincide con Trótula, esta empieza a declinar como consecuencia del saqueo en 1194 que sufre Salerno a mano de las tropas de Enrique IV. No obstante seguirá funcionando, hasta que en 1811, sea definitivamente cerrado por orden del general francés Murat.

El monasterio de Monte Casino va a influir muy positivamente en el enfoque científico de la Escuela de medicina de Salerno, sin condicionantes religiosos,

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Lo que la escuela de Salerno ofrecía a las mujeres fueron:

  1.  La posibilidad de desarrollar su vocación médica hasta entonces prohibida para las mujeres.
  2.  Ser el primer centro que accede a que la mujer pueda estudiar, lo que le dará opción a su formación médica y a obtener su titulación correspondiente.
  3.  Que la mujer no se limite exclusivamente al mundo de la medicina de la mujer sino también al campo de la medicina general.

Abierta a las mujeres, la escuela de medicina de Salerno hace que surjan enseguida nombres de mujeres médicas, que fueron grandes expertas en el arte de curar. Cabe destacar entre sus principales nombres, además de Trótula, Salernitana, Constanza y Calenda que eran alemanas, Rebeca Guarna que era judía y Abella que era árabe y entre todas simbolizan la conjunción del saber del mundo árabe, judío y cristiano, con una fusión única de las tres grandes culturas existentes en el mundo mediterráneo y occidental.

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De la médica Rebeca Guarda se sabe que escribió un tratado sobre la orina y las fiebres. Abella (musulmana) escribió “De artrabile et de natura seminis humani”.

Eran los monasterios, sobre todo los masculinos, los que custodiaban todo el saber antiguo y contemporáneo. El arte de la medicina también estaba reservado a los hombres. Hay algunas excepciones como fue el caso de Hildergarda de Bingen. Las mujeres sólo podían ejercer como comadronas, mientras que el resto de los conocimientos médicos solo los ejercían los hombres.

Las universidades medievales a partir del siglo XII excluía a las mujeres y solo los hombres podrían entrar, excluyendo de esta manera a las mujeres de la educación superior. El mundo universitario medieval procuró minimizar los trabajos de estas médicas, que llegaron a ejercer un trabajo reservado de forma exclusiva a los hombres hasta finales del siglo XIX.

La creación de la escuela médica de Salerno fue una excepción. Salerno se encontraba cerca del monasterio benedictino de Montecasino, en las cercanías de Nápoles. En esta escuela las estudiantes de medicina podían recibir conocimientos médicos más amplios, más a allá de los relacionados con los relacionados con la concepción.

De sus obras cabe destacar:

  1.  De passionabus mulierum curandurum (las enfermedades de las mujer) y era considerado el Trótula maoir.
  2.  De curis mulierum (la cura de las mujeres). De ornatu mulierum (la cosmética de las mujeres). Estos dos libros forman parte del Trótula minor

 Su libro más conocido es “Trotulae curandurum aegritúdinem mulierorium ante et post partum”, y constaba de sesenta capítulos. Estos capítulos tratan sobre la menstruación, la concepción, el embarazo, el parto, el control de la natalidad así como de las enfermedades ginecológicas, y otros remedios.

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En toda su obra muestra ideas muy avanzadas para su época, así por ejemplo era partidaria del uso de opiáceos para evitar el dolor de las mujeres durante el parto. En aquella época el uso de opiáceos y de hierbas era perseguida por las autoridades.

Trótula se convirtió en Salerno en una médica capaz de tratar enfermedades como el cáncer, dolencias oculares o problemas de la piel. Habla también de cómo tratar partos difíciles y sobre cómo prevenir y tratar el perineo rasgado.

Trótula afirmaba que los impedimentos para la concepción no sólo podían ser de la mujer, sino también podían provenir del hombre. En aquellas fechas, los problemas de la infertilidad eran siempre culpa de la mujer y nunca del hombre. En su libro se leía “es igualmente frecuente que la concepción se vea impedida por un defecto del hombre como de la mujer”.

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En el Trótula maior también son muy reconocidos sus estudios sobre la oftalmología y la gastroenterología. Trótula forma parte de una enciclopedia redactada por siete médicos ·”sobre las enfermedades”.

A Trótula le preocupa que muchas mujeres no buscarán ayuda médica por considerar impropio ser examinadas por un hombre y además que muchos médicos tuvieran una gran ignorancia sobre la ginecología y obstetricia.

También se describen diversas técnicas quirúrgicas. Ejercía como cirujano con técnicas muy avanzadas en cuanto a material quirúrgico y de anestesia Brinda una eficaz protección perineal y hace descripciones muy precisas sobre la episatomia. Sus tratados pediátricos marcan normas de cómo se debe cuidar a los lactantes en sus primeros años de vida.

Este estudio médico de Trótula fue usado como libro de texto obligatorio de medicina en las universidades hasta bien entrado el siglo XVI.

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Otra obra suya es Ornatu mulierum dentro del Trótula minor, donde defiende la higiene como necesaria para la prevención de infecciones y enfermedades en las mujeres, algo totalmente novedoso en la Edad Media. Recomienda a las mujeres de su época hacer ejercicio físico regular, masajes con aceites, una dieta equilibrada y saludable. Añade el uso de cosméticos femeninos. Veamos:

  • Una crema para eliminar las arrugas, la fórmula de un lápiz de labios en la que se utiliza la miel, el jugo de remolacha, la calabaza y el agua de rosas.
  • Para conservar sana y blanca la dentadura recomienda limpiarlos con una infusión caliente de cortezas de nogal.
  • Trótula da la fórmula para que las mujeres de Salerno puedan lucir una deslumbrante cabellera rubio platino o un discreto color castaño. Su fórmula para abrillantar el pelo era. “calentar algas en un recipiente de metal y triturarlas con aceite hasta convertirlas en una pomada brillante muy apreciada”.

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Da consejos como prevenir la caída del cabello, cuidado de la piel. Los tratamientos que recomienda son baños frecuentes y masajes, todo lo contario que hacían los médicos de la época. Además nunca recurre a la astrología muy propia de la época, ni a la plegaria y magia.

La obra de Trótula fue auténticamente revolucionaria para aquellos tiempos, pero inmediatamente se empezaron a levantar voces donde se cuestionaba que una mujer pudiera haber escrito todo aquel saber, incluso ya en el siglo XX insistían en que no era posible que una mujer hablara de temas médicos tan complejos.

La fama de Trótula hizo que sus libros fueran copiados multitud de veces. Cuando se descubrió la imprenta por Guttenberg, sus libros fueron impresos en el año 1554 por primera vez en Estrasburgo.

Las damas de Salerno jugaron un papel transcendental en el cambio de la Edad Media, y fue el inicio del oscurantismo con que estuvo marcada toda la Edad Media en la Europa cristiana.

Se sabe que murió en Salerno en el año 1197, lo que significa que murió siendo ya muy anciana con 87 años, edad muy alejada de la media de la época.

La Edad Media fue un periodo muy oscuro a nivel de la cultura y se caracteriza por la caza de brujas y el temor a ser acusadas de prácticas de brujería incluyendo en esto la sanación o la alquimia. Por eso que una mujer como Trótula tuviera tal nivel intelectual es una gran satisfacción. En aquella época se dudaba de la inteligencia de las mujeres y de que pudieran tener ideas innovadoras o que pudieran llegar a conclusiones revolucionarias, de ahí la negación de la existencia de Trótula.

Los historiadores del siglo pasado Sudhoff y Singer rechazaron la existencia de Trótula porque decían: “sus trabajos incluyen instrumentos quirúrgicos demasiados complicados, ninguna mujer escribiría tan explícitamente sobre cuestiones sexuales”.

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La ideologización de la historia produce hechos como la negación de Trótula de Salerno como mujer médica.

Trótula de Salerno, la grandeza femenina