viernes. 29.03.2024
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Fotograma de la película Lawrence de Arabia.

La Gran Revuelta Árabe comenzó el 10 de junio de 1916 en varios puntos a la vez, según el plan establecido por los insurrectos

@Montagut5 | En varios artículos anteriores en los que estudiamos las negociaciones entre británicos y franceses sobre el futuro del Próximo Oriente, aludimos a cómo los primeros negociaron, a su vez, para fomentar entre los árabes la revuelta contra los otomanos, prometiendo el establecimiento de un Estado árabe independiente o de una Confederación de Estados árabes. También es importante destacar que influyeron los conflictos internos en Arabia, los intentos alemanes de establecerse en Yemen y el intento de “turquizar” las provincias árabes del Imperio turco-otomano. Solamente faltaba el momento en que se produjera la insurrección.

El jerife Husayn proclamó la revuelta con un gesto simbólico y con un texto. El día 10 de junio de 1916 desde su palacio lanzó el primer disparo, una señal de combate. Pero, además, publicó una declaración de guerra contras las autoridades turcas. El texto pretendía justificar la revuelta aludiendo a la impiedad y corrupción turcas. Negaba la legitimidad del sultán sobre los musulmanes porque los turcos habrían intentado acabar con la lengua árabe, al eliminarla de las escuelas, del uso administrativo y en la justicia, además de haber matado a las figuras del Renacimiento árabe, los que más habían hecho por la Umma, es decir, la Comunidad de los Creyentes.

Las fuerzas turcas ascendían a unos 120.000 hombres, cifra modesta si pensamos en la extensión del área pero, en compensación hay que decir que se trataba de un ejército muy bien preparado y armado, habida cuenta del asesoramiento y ayuda alemanes. Las fuerzas árabes, por su parte, estaban compuestas, en gran medida, por beduinos organizados por tribus con su jefe respectivo. Cuando había que enfrentar acciones de envergadura se solían constituir confederaciones de tribus. Pero estaban pobremente armadas y tenían muy pocos recursos.

La Gran Revuelta Árabe, por tanto, comenzó el 10 de junio de 1916 en varios puntos a la vez, según el plan establecido por los insurrectos. Se pretendía incomunicar a las guarniciones turcas del Hiyaz y atacarlas. Las primeras acciones se concentraron, por lo tanto, en La Meca, Yedda, Yanbo, Al-Wachh y Taif. La marina británica colaboró en el ataque de Yedda, bombardeando sus cuarteles. En septiembre, los rebeldes consiguieron tomar Taif, al sur de La Meca, un enclave estratégico para controlar el Hiyaz. Pero Medina resistió siempre hasta después de que terminase la Gran Guerra.

El ejército árabe se organizó en tres secciones. Cada una de ellas estaba dirigida por uno de los hijos del jerife Husayn, es decir, Faysal, Abdallah y Zayd. El primero estaba en el frente norte. Faysal siempre fue el dirigente más activo y tenía estrechas relaciones con las distintas organizaciones nacionalistas árabes. Pero la organización interna de las fuerzas árabes era más compleja, y se hallaba bajo el mando del militar egipcio Aziz Ali al-Misri, que procuró organizar un ejército ágil que combinaba los cuerpos de tropas regulares con fuerzas no regulares, que empleaban muchas de las tácticas de guerrilla detrás de las líneas turcas. Pero el militar egipcio tuvo que volver a su país en marzo de 1917. Al parecer, ni los británicos ni los hachemíes, temían el poder militar y político de Aziz, un personaje, sin lugar a dudas, extremadamente brillante.

Mientras se intensificaba el cerco o sitio a Medina, el ejército del norte se dirigió hacia Al-Wachh, enclave de importancia por su conexión con el ferrocarril en Transjordania. En este enfrentamiento se estrenó la fuerza aérea británica. Hasta entonces, solamente los alemanes habían empleado aviones en la zona, frente al protagonismo naval inglés.

Entre enero, cuando se toma Al-Wachh, y julio de 1917 se produce un evidente parón en el frente oriental y las primeras divergencias militares entre británicos y árabes. El general Allenby desea que la marcha árabe se frenase, en un momento complejo en la guerra europea. Pero los árabes quieren conquistar rápidamente Siria, aprovechando la debilidad turca. Faysal estableció intensos contactos con las autoridades locales sirias para recabar el apoyo de la población a favor de la causa árabe. En el mes de julio se activa la acción. Se toma Aqaba el día 17, algo que el mando británico no había previsto tan pronto. En agosto Faysal instala en la ciudad su cuartel general. Los turcos intentarán con intensidad recuperar lo perdido pero no lo consiguieron. En el otoño llega a Aqaba el emir Zayd con refuerzos.

En los primeros meses de 1918 siguió produciéndose el desfase entre la rapidez árabe y la moderación británica. En el mes de abril los ejércitos árabes oriental y del norte se unen en el Mar Muerto, mientras Allenby toma Al-Munawwara.

Son los momentos previos a la gran ofensiva final hacia Damasco.

La Revuelta Árabe comienza